4:00 Am, 27 de octubre 1864 - Londres Inglaterra
En la oscuridad y entre medio de la niebla había un burdel, en este estaba naciendo un bebé al que nadie esperaba con alegría.
Su madre Alicia, era una prostituta que trabajaba en ese ahí. Junto a ella ayudándola en el parto estaba una sirvienta que también trabajaba ahí llamada Mabel
Alicia – saca a ese puto bebé ya! Decía entre gritos
Mabel – Alicia, por favor cálmate, ya está saliendo – dijo Mabel entre los intensos gritos de Alicia
Minutos después nació un niño, al cual Alicia despreció desde el primer momento en que lo vio; pero Mabel lo sostuvo con sus brazos y decidió darle un nombre
Mabel acarició levemente la mejilla del bebé y dijo – Tú serás un gran hombre en el futuro y tu nombre será Jack
Los años pasaban y Alicia siempre maltrataba a Jack, le pegaba con lo que sea que encontraba sin motivo alguno; debido a esto Jack lloraba todas las noches, pero Mabel siempre lo consolaba, ella lo trataba como si fuera su propio hijo.
Los maltratos de Alicia hacia Jack seguían constantemente, hasta el punto de dejarlo agonizando, por lo cual Mabel lo cuidó y lo mantuvo con ella hasta que se recuperara
Pero… Un día sucedió una tragedia, uno de los clientes del burdel estaba acosando a Mabel
Hombre – vamos, zorra, sé que quieres el dinero
Mabel resistiéndose y tratando de golpear al hombre – no quiero, déjame por favor!
Hombre – si no vas a conmigo entonces no mereces vivir, perra.
Él la asesinó ahorcándola, el hombre era un noble por lo cual no le pasaría nada por asesinar a una sirvienta de un burdel, así que el hombre salió del burdel como si nada
Jack fue el primero en encontrar su cuerpo
Jack – Mabel, resiste, por favor no me abandones, te necesito – decía entre lagrimas
Mabel con su último aliento de vida acarició la mejilla de Jack y dijo – tranquilo, mi niño. Algún día encontrarás a alguien que jamás te abandonará; yo por desgracias ya no podré verte crecer, pero sé que siempre serás fuerte. Te amo.
La mano de Mabel cae al suelo y en sus ojos ya no existe la luz.
Jack llora como nunca antes; entre los lamentos de Jack, Alicia llega al lugar y empieza a reír
Alicia – de verdad estás llorando por una sirvienta? Así es la vida, niño. En este mundo ni tú ni ella valen nada; deja de llorar, ella sólo era basura
Esa noche Jack no paró de llorar, por lo que Alicia tomó un fierro dispuesta a golpear a Jack hasta la muerte
Alicia – si tanto extrañas a esa perra déjame reunirte con ella – dijo con una sonrisa perversa
Jack al escuchar esto empieza a correr
Jack – mamá, detente, no quiero, va a dolerme
Alicia – deja de llamarme mamá, gusano, jamás has sido mi hijo. ¿¡Acaso no te has dado cuenta que te desprecio!?
Jack entra a la cocina y toma un cuchillo para defenderse
Alicia – qué intentas hacer, desgraciado?
Alicia levanta el fierro por encima de su cabeza para pegarle a Jack, cuando de repente lo suelta. Jack le había cortado la garganta
Ella con las manos en el cuello mira los ojos de Jack, se habían vuelto unos ojos sin color, unos ojos sin alma; En ese momento Alicia ya no pudo ver a lo que ella consideraba una basura… lo único que pudo ver en esos ojos fue al monstruo.
Alicia cae al suelo y Jack pone su pie sobre su cabeza y justo antes de que Alicia se desangrara por completo le dijo – Mi nombre es Jack, recuérdalo en el infierno “madre”
Al siguiente día por la mañana entraron al apartamento de Alicia en el burdel porque había un olor muy fuerte proveniente de ahí, cuando entraron lo que vieron fue una atrocidad como ninguna otra; el cuerpo de Alicia tirado en el suelo, con cortes en el cuello y sus genitales habían sido mutilados.
Jack no estaba por ningún lado, aunque esto no afectaría a Jack, ya que ante la sociedad él no existía, su madre jamás lo dejó salir del burdel y sólo pasaba encerrado en su apartamento y en el de Mabel, las personas rumoreaban sobre un niño, pero nunca confirmaron los rumores.
Jack se fue la noche que mató a su madre, un niño de 11 años vagando por las siniestras calles de Londres.
Jack a pesar de ser un niño del bajo mundo había nacido con una apariencia bastante linda, era un niño de cabello plateado y un color de ojos Azul oscuro que transmitían pureza, por lo cual llamaba mucho la atención.
Pasaron 3 meses en los que Jack mendigaba por las calles, la mayoría de las personas eran despreciables y lo ignoraban por completo, algunos otros hasta lo llegaban a golpear, aunque eso no era nada para Jack que ya estaba acostumbrado a los abusos de su madre. Pero un día Jack se atrevió a mendigarle a una Anciana que parecía tener bastante dinero
Jack – Buenos días, señorita, ¿tiene un poco de comida que pueda obsequiarme?
Los guardias de la mujer se abalanzaron hacia Jack
Guardia – ¡Cómo te atreves a acercarte a lady Brownbear!
La mujer los detiene y le da un pan a Jack, a esta mujer le había llamado la atención la apariencia de Jack, así que lo invitó a hablar con ella
Anciana – ¿cómo te llamas, pequeño?
Jack – Mi nombre es Jack, señorita
Anciana – Es un lindo nombre, el mío es Agnes Bronwbear
Jack – Es un gusto, lady Bronwbear
Lady Bronwbear – ahora, Jack, dime ¿por qué estás mendigando?
Jack – Nací en la calle, señorita, toda mi vida he estado mendigando para sobrevivir
Lady Bronwbear – ¿y tus padres?
Jack – Lastimosamente no tengo padres, jamás los conocí.
Cada palabra que salía de la boca de Jack era una vil mentira.
Lady Bronwbear – Es una pena, pero siendo así te tengo una propuesta, ¿te gustaría vivir conmigo? No hay muchas personas con las que hablar en mi mansión, así que tal vez tú puedas hacerme compañía
Jack con un tono temeroso – si me lo permite estaría encantado – Jack en su interior desconfiaba de las intenciones de Lady Bronwbear, pero prefería eso a seguir viviendo en la calle.
Jack pensaba que la propuesta de la anciana era porque ella pensaba hacerle algo o tenerlo como su esclavo, pero resulta que la mujer quería adoptarlo, debido a que sus hijos nunca convivieron con ella y ha pasado muchos años sola
Jack es atendido por los sirvientes de la mansión de la mujer
Lady Bronwbear – Jack, esta será tu nuevo hogar, siéntete cómodo de hacer lo que gustes
Jack aún desconfiaba, pero en su interior guardaba gran emoción
Jack – Gracias por su hospitalidad, Lady Bronwbear
Lady Bronwbear – no tienes nada que agradecer, Jack. Y de ahora en adelante puedes llamarme abuela
Jack sonríe con gran alegría – está bien, abuela
Jack fue tomado por los sirvientes de la mansión Bronwbear que de ahora en adelante estarían encargados de la educación de Jack.
Y así comienza la historia del hombre que se volvió en el monstruo más grande de la humanidad.
Fin del acto 1.
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