Domingo Follow story

Es inexplicable lo que siento. Creo que aún no existen las palabras adecuadas que describan esta sensación a la perfección, pero trataré de acercarme lo más que pueda.

Siento que me falta algo. De lunes a sábado la sensación se debilita por el sin fin de cosas que hago; el trabajo, el gimnasio, diligencias personales e incluso salidas con mis amigos. Pero llega el domingo, y se fortalece la sensación de que a mi vida le falta algo.

Claramente de lunes a sábado mi mente está ocupada y no le da suficientemente tiempo para pensar en lo que me hace falta. Pero, llega el domingo y acostado en mi cama comienzo a pensar muchas cosas. Mi mente es mi peor enemiga.

Pienso en que en mis veinticuatro años no sé lo que es sentirse querido y amado. Con esto excluyo a mis familiares y amigos. Me refiero al amor pasional. Ese que comienza con tan solo un mensaje de texto o una reacción en un instastory, pero que, para mi desgracia termina en un unfollow, llanto o con otra inseguridad más con la que lidiar.

Pienso en que no sé si escojo siempre a los erróneos, si es cuestión de suerte o simplemente no nací para el amor. La última me parece más razonable según mi lógica. Hay gente linda y fea, pobres y ricos, inteligentes y brutos, puntuales e impuntuales, exitosos y fracasados ¿por qué no pueden existir personas a las que les va bien en el amor o a otras, como yo, que no vas de mierda?

Y es que tampoco entiendo la forma de amar. Existen tantas reglas para conocer a alguien. No puedes mostrar mucho interés en alguien porque lo espantas. Está mal visto demostrarle lo que sientes a los demás, nos acostumbramos a sentir a medias. Porque si demuestras todo lo que sientes puede resultar abrumador.

Yo no soy de los que siente a medias. Si te extraño te diré que nos veamos. Si me encanta estar contigo te lo diré muchas veces. Si estás triste trataré de sacarte una sonrisa o, por lo menos, te haré compañía hasta que te sientas mejor. Si te quiero te lo diré hasta que me canse. Soy así, no puedo evitar demostrar lo que siento.

Pero nadie valora eso. Prefieren un cuerpo de gimnasio, una sonrisa perfecta o un cabello sedoso. Y, bueno, yo no tengo nada de eso. Soy amoroso, complicado, honesto, romántico, cursi. Pero también soy posesivo, impulsivo e inseguro. No soy perfecto. Soy un ser imperfecto con ganas de amar.

Quiero que llegue el domingo y tener alguien a quien decirle lo importante que es de tenerlo en mi vida. Quiero que llegue el domingo y escaparme de la nada con alguien e ir a la playa, tomados de la manos, sintiendo cómo la arena se acurruca en medio de nuestros dedos, disfrutando el viento que baila al compás de nuestros acelerados latidos, escuchando el oleaje de mar y respirando el olor de su piel que me estremece las entrañas.

Quiero que los domingos sean mi día favorito porque tengo con quien compartir el día en que puedo ser totalmente libre.