contadorch Ch Contador

Desde siempre los demonios han invadido nuestro mundo por alguna razón. Comen y matan gente por alguna razón, además de hacer destrozos por donde vayan. Para detenerlos y evitar que más gente siga muriendo se creo una organización secreta que reúne a personas con la capacidad de eliminarlos y asegurar la protección de la gente. Mi padre fue uno de ellos y yo ya soy uno.


Action Not for children under 13.

#muerte #cazadores #demonios #nocturnos #organización #oscuridad #pelea
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#1

La rutina nocturna comienza de nuevo, salgo de casa y camino hasta el punto de encuentro de siempre, con el mismo traje barato de siempre. Ahí me encuentro con mi compañero de siempre, se ve cansado y su rostro muestra la misma monotonía que el mío. Lo saludo y acto seguido empezamos a caminar, damos vueltas por todo nuestro sector, uno de los más pobres de todos, hay basura en las calles, vagabundos y borrachos durmiendo en las esquinas, y el alumbrado publico es una basura.

Mi compañero metió su mano a su bolsa y sacó dos feas máscaras, una es de caballo y la otra de unicornio, se detuvo y me ofreció ambas.

—¿Cuál quieres? —Me dijo.

Sin pensarlo mucho tomé la de caballo y me la puse, recibiendo ese asqueroso olor a plástico. Voltee a ver a mi compañero el cual también llevaba puesta su máscara, al verlo no pude evitar reír tontamente, lo que provocó que recibiera un golpe en el costado de su parte.

—Tienes una mascara de unicornio, que esperabas que hiciera. —Reclame mientras me reincorporaba.

—Quería mascaras extrañas y esto es lo que me dieron los malditos de la oficina, yo esperaba mascaras de payaso o algo así.

—Sigo sin entender porque tenemos que usar mascaras.

—Son para proteger tu fachada, no sabemos que loco o enemigo de la oficina este por ahí, con mascara no podrán saber quien eres, así que no dejes que te la quiten —Me explicó—, míralo así, si te la quitas, te mueres.

Seguimos caminando por varias horas, metiéndonos por callejones de apariencia peligrosa, buscando cualquier indicio de algún demonio que rondase por aquí, pero como siempre no encontramos nada. Llegadas las 5 de la mañana volvimos al punto de encuentro e íbamos a despedirnos, pero en ese momento un maldito pasó corriendo al lado nuestra, mi compañero rápidamente saco su arma y le disparó, dándole en el pie derecho y haciéndolo caer. Rápidamente nos dirigimos hacia el mientras el se revolcaba en el suelo del dolor.

—¡¿Qué te pasa, idiota?! —Preguntó entre quejidos.

Nos volteo a ver y rápidamente su expresión de dolor cambio por una de miedo.

—N-no he matado a nadie, por favor, déjenme ir. —Suplicó temblando en el suelo.

—¿Ah sí? Esas marcas en tu rostro dicen lo contrario, y por tu olor al menos has matado a 4 mujeres y 2 niños. —Dijo mi compañero, levantando su mascara lo suficiente para mostrar su nariz.

Se ve como un demonio débil, incapaz de matar a un hombre en forma, tiene sentido que solo haya matado mujeres y niños, su apariencia es joven, probablemente lleve poco tiempo de nacido.

—¿Sabes? Mi compañero y yo no hemos tenido nada de diversión en estos días y la rutina se esta volviendo aburrida, que te parece si nos entretienes un rato ¿Eh? —Dije acercándome a él.

Su cara de terror cambio a una de pavor, levantó su brazo apuntando hacia mí y este empezó a cambiar de manera extraña, pero de repente le faltaba su brazo completo, el tipo abrió los ojos completamente mostrando desesperación en ellos, vio a mi compañero el cual estaba quieto e intento echarse a correr, cayendo casi al instante.

—¡Vamos hermano, tú también eres un demonio, déjame ir! —Gritó mientras lagrimas salían de sus ojos.

—¡¿Qué?! ¿Un demonio? ¿Dónde? —Actuó de tontamente mi compañero.

Empezó a reír a carcajadas y me fue imposible no acompañarlo, el demonio intento aprovechar nuestra distracción para huir, pero en cuanto se levantó mi compañero le disparo de nuevo en el pie, haciéndolo gritar nuevamente. Me relaje un poco y me acerque a él.

—Muchas gracias, amigo, eso que dijiste fue muy divertido —Le dije y puse mi mano en su hombro—, pero no creo que sea suficiente, así que te propongo esto, has matado a 4 mujeres y 2 niños, por cada mujer que mataste será un minuto de golpiza y por cada niño será medio, lo que nos dejaría con 5 minutos de golpiza, después de esos 5 minutos te dejaremos ir, ¿Qué te parece?

No dijo nada, solo se me quedo viendo con su rostro lleno de lágrimas y mocos.

—¡Imagino que eso es un sí!

Lo tome de su brazo restante y lo arrastre hasta un callejón cercano, sin ventanas de ningún edificio, pero por, sobre todo, sin salida. El tipo estaba de pie recargado en una pared, sus pies se regeneraron rápido y la herida donde debía estar su brazo ya se había cerrado.

—Yo empiezo. —Dije en voz alta.

Me acerqué a el y con todas mis fuerzas le di un gancho al hígado, el se dobló y cayó de nuevo al suelo donde lo empezamos a patear y golpear incesantemente por no sé cuanto tiempo, olvidamos contar el tiempo y tal vez lo estuvimos golpeando por media hora. Cuando nos detuvimos el tipo no se podía diferenciar de un saco de boxeo, mi diagnostico es que tiene todos los huesos rotos, varios órganos lastimados y variados traumas por todo el cuerpo, pero vivirá, así son ellos.

—Son las 6, tendremos que hacer horas extras —Comentó mi compañero mientras limpiaba su zapato con un trapo—, llamaré al recogedor, tómalo y llevémoslo al punto de encuentro.

Asentí y recogí al demonio, me lo puse al hombro y empecé a caminar.

—Tal vez ya haya gente por las calles, intentaremos evitarla, pero de igual manera ponte los guantes. —Me ordenó.

Tire el cuerpo al suelo y rebusque en mis bolsillos, saqué un par de guantes de cuero negro y me los puse, recogí el cuerpo de nuevo y volví a caminar.

Por suerte no hubo nadie en el camino de regreso al punto de encuentro, donde ya estaba el recogedor con su auto, en cuanto nos vio se hecho a reír y abrió la cajuela, lancé al demonio dentro y la cerré, nos subimos al auto y el recogedor empezó a conducir, ya dentro pudimos quitarnos las mascaras y los guantes, la mascara estaba toda llena de sangre y apestaba terrible. Llegamos a la oficina central, el recogedor nos metió por la entrada trasera, llevamos al demonio a que lo incinerasen y nos sentamos en la sala de espera.

—Tendremos que pedir nuevos trajes y máscaras, los trajes se llenaron de sangre, será imposible lavarlos sin que queden rosas o algo así, y las mascaras son una basura, quiero una mascara que de miedo o lo que sea, pero no quiero ser un unicornio. —Se quedó mi compañero.

Reí ante sus quejas y me quité el saco.

—No nos van a dar ni mierda, así que vas a tener que lavarlo a mano. —Dije apuntando a su traje.

Hizo una mueca de disgusto bastante notable y me apartó la vista, después el secretario de la oficina llegó y nos miro con asco a ambos.

—La jefa los quiere en su oficina. —Dijo y se fue.

Mi compañero se paso las manos por el rostro y gruño en enojo.

—Vamos con la maldita enana esa.

Se levantó y empezó a caminar, lo seguí hasta que llegamos a la puerta de la oficina donde una voz nos gritó.

—¡Lucy! ¡Dave! ¡inútiles de pacotilla! —Gritó desde dentro.

Abrí la puerta y ambos pasamos, la jefa estaba sentada en su escritorio viéndonos directamente.

—Al fin hicieron algo útil tontos —Le dio un tic en el ojo al momento de decirnos “tontos” —, tomen su dinero.

Nos lanzó un sobre a cada uno y después se levantó.

—Los voy a enviar con el equipo de cazadores del sector este, necesitan gente después de que se toparon con un demonio viejo, vayan con ellos, ayúdenlos matar al demonio y después muéranse, si no se mueren se quedaran con ellos hasta que lo hagan.

Intente ocultar mi emoción al escuchar sus palabras, pero no lo logre y puse una sonrisa tonta en mi rostro.

—¿Te emociona morir? Como lo imaginaba, las caras bonitas les quitan cerebro a las personas, váyanse de aquí idiotas y Dave, quítate esa barba, se te terrible.

Ambos salimos de la oficina y salimos del edificio, afuera empecé a reír como un tonto, la gente que pasaba se nos quedaba viendo, pero no podía parar de reír.

—¡Al fin, Lucy, al fin seremos cazadores! —dije desbordando emoción—Aunque en el otro lado de la ciudad, pero lo seremos.

Me miro avergonzado y río un poco.

—Sí, al fin, aunque la idea de morir no me hace mucha ilusión. —Dijo para después suspirar.

Puse mi mano en su hombro y le di un empujón.

—No vamos a morir, tu eres un demonio y soy demasiado fuerte como para hacerlo.

Al instante recibí un golpe en el costado, tan fuerte que me hizo doblarme.

—No lo digas en voz alta, idiota. —Me susurró.

—¡Hey, tontos! —Se escuchó desde arriba— ¡Tomen esto!

La jefa desde la ventana de su oficina nos lanzó una carpeta, la cual apenas pudimos atrapar, cuando íbamos a preguntar que era ya había cerrado la ventana, así que decidimos abrirlo, pero fuimos detenidos.

—No lo habrán aquí —Nos dijo un hombre de cabello oscuro—, al parecer su jefa no mentía cuando dijo que eran idiotas.

El hombre nos quito la carpeta y la guardo en un maletín que traía, después nos estiro la mano.

—Es un gusto, Dave y Lucy, mi nombre es Chef, soy el líder de el equipo de cazadores del este.

April 16, 2021, 8:09 p.m. 0 Report Embed Follow story
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