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PRIMA NOCTE

Mí nombre es Macarena y mi historia es de lo mas raro. Pero ocurrió.

Esa noche. La primera noche de mi boda apareció él reclamando que yo le pertenecía ¿Pero porque?

Me aparto de mi marido diciendole que por ley tenía que pasar la noche con él.

¿Qué ley era esa?

Se sonrió apartandome de él.

Yo no quería ir con él e intenté regresar con mí marido abrazarme a él sin lograrlo. Solo logre un puñetazo y quedar inconsciente y le soltó a mi marido: Mañana sera tuya hoy es mía por ley.

Qué ley era esa en que mundo vivimos.

En que lugar del planeta habíamos ido a pasar nuestra luna de miel.

Era un lugar paradisíaco pero con una ley absurda y esa ley era "La prima nocte" una ley de la cual abusaban todos los jóvenes de la isla con los recién casados. Yo no quería cumplirla e intente escabullirme de ella y mi raptor.

Pero...

..Él me soltó en la cama y yo me quede observándolo como una idiota, no dejaba de observar aquel cuerpo tan perfecto y me pregunté: ¿Dónde te han esculpido?

Se quitó la poca ropa que llevaba y su cuerpo quedo desnudo ante mis ojos, quería cerrarlos para no verle y yo... no dejaba de observarlo. De observar sus ojos, su nariz, su boca, todo era perfecto en él.

Sentí un extraño deseo y ese deseo era poseerlo pero tampoco podía porque estaba casada.

Él se abalanzo sobré mí intento besarme y yo me aparte de él preguntándole.

—¿Qué quieres de mí?

—Qué quiero de ti cariño —me soltó entre risas. —Poseerte, soy tú dueño por esta noche y haré de ti lo que se me antoje.

Intento besarme de nuevo y yo me aparte de él otra vez.

Esos intentos duraron varios minutos hasta que me abofeteó gritando.

—¡¿Por qué te resistes?! No soy lindo para ti.

Tenía lágrimas en los ojos y no pude contestarle, solo ver la puesta de sol que era tan hermosa como él.

Se aparto de mi lado y cubrió su cuerpo con un pareo y me señalo la puerta.

—Eres libre, regresa con tú marido.

Me levanté de esa cama con una extraña sensación y camine hacia la puerta y en ella di media vuelta y camine hacía él, me puse de puntillas y me abrace a su cuello y sin dejar de mirar sus ojos y mis labios rozaron los suyos y él se aparto de mí señalándome la puerta.

—Vete, por favor.

Sus labios me supieron a miel.

Tuve que abandonarlo para regresar con mi marido. Pero al llegar al hotel él ya no estaba, me abandono esa misma noche sin darme una explicación.

Ahora estaba sola, sin duro ¿Qué podía hacer?

Mientras yo me lamentaba lo vi en la lejanía, observando a unos recién llegados, otro matrimonio y ella seria su presa como lo fui yo.

Espero que ella sepa aprovechar esa noche mejor que yo.


Feb. 23, 2017, midnight 0 Report Embed Follow story
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The End

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sda love Escribo por hobby

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