La bestia Follow story

La pradera, adoraba la pradera,pero a veces corría tan lejos de casa y me adentraba tanto en ella que temía que no importase cuanto retrocediera sobre mis pasos, nunca volvería, temía al vació que había en ella.

Supongo que por eso el eligió este paisaje, quería que olvidase el camino a casa. La enorme figura femenina se alzaba en silencio por sobre mi;tan angelical, que pareciera tan inocente solo aumentaba mi desprecio hacia eso.

Su cabello rubio, ojos miel,piel casi albina;cliché, no?, realmente mediocre a mi parecer.

Una enorme manta de humo era lo único que cubría mi cuerpo, quizás le daba demasiadas nauseas como para verlo, el hecho de estar en mi presencia debía parecerle rebajante de por si.

- Tu me odias?

Su mirada ,todo el tiempo estancada en mi, pareció hervir cuando escucho la primer letra salir de mi boca y aun así su cara no movió un solo musculo.

- Yo creo que no, eres muy humano para odiarme

esta vez por mas que se esforzaba en no demostrarlo podia ver como su ceja temblaba y su nariz se arrugaba levemente de forma mecánica.

- no hay razón por la que permanezcas aquí, desaparece cuanto antes- ya se habíá hartado al parecer

- o quizá… eres lo suficientemente humano para hacerlo

esta vez no se corto ni un pelo en poner una expresión de redundante asco para despedirme mientras el suelo a nuestro alrededor se caía a trozos.

Y así como tantas otras veces caí en ese oscuro abismo vació de toda vida para desvanecerme en polvo.

Por alguna razón cada que salia de esta especie de ensoñación me sentía tan pequeño y al mismo tiempo tan grande, no era mas que un diminuto humano pero me confrontaba todos los dias con otro ser que dependía de mi para vivir, por otro lado, reitero, solo era un humano que tenia la responsabilidad de mantener con vida a un ser, creo que lo correcto seria decir que era muy insignificante para un propósito tan importante.

A veces siento que sobre pienso demasiado las cosas, entiendo que es lo que se espera de alguien en mis circunstancias pero, ¿en serio es para tanto? No me considero mas que una masa de atomos que contiene el espíritu de otro ser dentro de si, dentro de la grandeza del universo no me parece algo tan relevante.

Entre algunas cosas en las que no me molestaba en reparar estaba el hecho de despertar cada día en un lugar diferente, las ocasiones mas inusuales fueron en el arroyo de Bear House, delante de la fabrica abandonada, en medio de los pastizales, incluso hubo una ocasión en que me encontré adentrado en el bosque que rodea el pueblo y no encontré forma de salir, tuve a todo el pueblo buscándome durante 2 días.

Quizás el nombre del pueblo les parezca extraño:“Bear House”...no es nombre para un pueblo,no me parece,pero de que me quejo?, esto ni siquiera empezó como uno, al principio nacio de un grupo de burdeles y bares en que muchos hombres paraban para beber, coger y cazar, este ultimo gracias al bosque sobre poblado de osos que lo rodeaba. Hijos de putas crecieron ahí, se ve que no les dio la gana de irse ya que empezaron a construir casas, hoteles y tiendas, al final cuando todo tomo mejor forma una empresa en camina a hacerse grande construyo un par de fabricas que pasaron a ser el empleo seguro que todos tenían y a día de hoy aun esperan que tengamos.

-Que mediocridad.

-Lo se

Y retomando lo de mi sonambulismo,para no variar, esta mañana me desperté frente a la escuela,descalzo y mal ataviado con un pijama de dos piezas negro, si...no es asi como te haces popular.

Afortunadamente nadie me había visto gracias a que eran, estimando, las 5 o 6 de la mañana. Entre pasos lentos y bostezos ,me dirigí a casa antes de que mas gente me viera de la necesaria me viera.

Quizás a dos cuadras de casa pase por el frente de un grupo de chicos que fumaban sentados en la acera de un bar, algunos los reconocía de la escuela y a otros de vista por el pueblo, nada realmente fuera de lugar, ellos quizás me miraron por casualidad durante de unos segundos pero cuando notaron que se trataba de mi parecieron obviarlo, al fin y al cabo, ya tenia historia que me evidenciaba como el loco del pueblo.

Al entrar mi ya costumbrado tope con el marco de la puerta pareció ser el llamado para que mi minino de 3 años me recibiera, a paso de viejo y con su ronco maullido se restregó contra mis piernas, era un huesudo animal con un rizado y frondoso pelaje en el pecho y orejas, solo ahí,porque el resto era tan pelado como flaco.

-hola viejo, dormiste bien? Seguro mejor que yo

Ni siquiera me moleste en agacharme,de hacerlo dudaba poder incorporarme, por mas que conociera la distancia de aquí a la escuela desconocía totalmente cuantos kilómetros habría caminado alrededor del pueblo hasta parar hasta allí, lo único que tenia seguro era que fueron muchos, la sensación de picazón y debilidad en mis piernas era suficiente para saberlo.

Pasee mi vista por la entrada hasta que lo encontré, un bastón de madera negra con un delicado tallado de oso en el mango, un regalo de mi padre luego de que me quejara durante un mes porque mis caminatas involuntarias me estaban pasando facturas.

Tras tomarlo me dirigí a la cocina con el viejo manteniendo la distancia, el cielo apenas había empezado a enrojecer, la casa aun estaba oscura, pero no era la oscuridad de la noche, era esa que a la mayoría le agrada.

A mi me resulta pacifica, la paz antes de la tormenta.

En un pestañeo la casa desaparecio,todo ser a mi alrededor, la pradera infinita, y con todo eso, el cielo se mantuvo inamovible. Ya no era el unico mirando el cielo.

- este paisaje me llena de ansiedad-