melchorcorral2703 Melchor Corral

El semestre a comenzado, y con ello vienen nuevas cosas. Ryan es un chico de 17 años que siempre ha sido solitario, y suele pensar todo. Pero el destino le tiene preparado conocer a este chico que de alguna manera va cambiarle. A partir de su primer encuentro, Ryan comienza a experimentar sucesos extraños y tras soñar consigo mismo de 25 años asesinando a un sujeto, e ir a la caza de su concubina, este queda perturbado. Esta consciente que su yo de aquel sueño disfruto hacerlo, así que se cuestiona su moral ¿Realmente podría hacer algo así? Lo que el no sabe, es que ese sueño solo es el primero de muchos. Y que lo que realmente ve son manifestaciones de su futuro. Así un enredo de historias comienzan a llevarlo poco a poco a un desenlace que desembocara en aquel asesino. ¿Ryan podrá evitar su futuro?


Science Fiction Time-travel All public.

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Capitulo 1:

Aquel sentimiento que golpeaba su pecho, amenazaba con dejarle un agujero en el corazón si este no hacía nada para remediar aquella tragedia. Su hija ya no estaba, y aunque no había sido su culpa, él se culpaba y su esposa también. Quizás si él hubiera sido un poco menos flexible, el funeral nunca hubiera pasado, y su mujer nunca hubiera gritado hasta quedarse sin voz al cuerpo inerte de su hija atrapado en aquella caja.

Esa imagen, se había grabado en su memoria. Y día tras día, noche tras noche, aquellos gritos regresaban y le susurraban al oído.

Al principio, los somníferos le habían ayudado, lo hacían caer como roca, pero pasado algunos días, estos solo contribuían a que los recuerdos le hicieran más daño. Así que, el solía estar como un zombi, andando sin andar, hablando sin hablar, y escuchando sin escuchar, hasta que aquella idea le deslumbro y le disipo el cansancio.

Dos años después, por fin había hecho una de las cosas que ayudaría a traer a su hija de vuelta. Así que, una vez parado frente aquella imponente máquina, él tenía una sonrisa de oreja a oreja. Y la activo.

Los tres enormes anillos que él había construido creaban una especie de triangulo, que poco a poco adquirían velocidad. Después de un rato la energía cinética de aquellos movimientos, se concentró en el medio de esos anillos, formando un pequeño destello de luz, que parecía moverse de la misma manera que las olas del mar, con aquella rapidez, y esa bravura.

Provocando que la habitación se llenara de electricidad. Esta recorría por todos lados. Tanto que, incluso con aquel traje amarrillo que él había fabricado, el sentía como su piel se erizaba.

Pero en vez de preocuparse, al científico le causaba cierta emoción.

Lo iba a lograr, faltaba tan poco.

Pensó que por fin traería a su hija muerta.

De pronto, el suelo a sus pies se sacudió. Y el concreto se resquebrajo provocando que un pedazo del techo cayera encima de uno de los anillos de la máquina.

Que sucesivamente terminaría desatando a los otros dos. Estos se vieron fuera de sus engranajes que los hacían bailar y aquel atisbo de luz, comenzó a disminuir.

El científico, apresuradamente recupero su estabilidad, y al darse cuenta que lo que él llamaba la luz de esperanza se desaparecía, este se apresuró a llegar a ella.

Estiro su mano, para tocarla antes de que esta se hiciera aún más pequeña.

Pero al momento del contacto, la luz se distribuyó en una onda expansiva. Y el científico se vio sacado por los aires, sintiendo como su cuerpo se contraía y como su vida se iba demasiado rápido. Su cuerpo había envejecido y seguía haciéndolo.

Ni siquiera había logrado llegar al suelo cuando este se convirtió en polvo.

Y las motas en que se había convertido, bailaban lentamente.

*****

Frente al espejo, Ryan solo lograba ver un espectro con unas ojeras prominentes, y unos ojos inyectados en sangre después de llorar toda la noche, que se supone que debía ser él. El tiempo apenas le daba para asearse la cara y salir corriendo a la escuela.

Mentalmente estaba preparado para irse caminando como todos los días, el bus seguramente ya lo había dejado, y la oportunidad de irse con su hermana Annie también, aquella mujer, siempre se iba a primera hora.

El chico tomo su mochila, y apresurado bajo las escaleras. Escalón por escalón. Y aunque aún no llegaba al vestíbulo el reconocible olor a huevo frito ya le atravesaba la nariz.

Se acercó lo suficiente a la cocina y desde donde estaba, solo le basto con mover la muñeca de un lado a otro, para despedirse y saludar a su abuela.

El chico no movió un solo pie, hasta después de haberse colocado los auriculares, y desde su teléfono, selecciono su playlist favorita.

Ben Platt comenzó a cantar Rain. Y como todas las personas que vivían en aquella casa, Ryan se retiró.

La avenida estaba desierta, y la calle estaba un poco húmeda, pero era probable que fuera por obra de la neblina, la cual casi siempre estaba alojada en la pequeña ciudad de Riverspot.

La brisa se había encargado de hacer uno que otro charco, que a Ryan le hacía recordar el video oficial de Rain. Dejándose llevar por sus impulsos, casi al unísono con la canción Ryan grito: “We're dancing under the rain” y salto sobre el pequeño charco bajo sus pies. Y conforme Ben seguía cantando, el chico movía sus brazos, daba vueltas sobre sus pies y sus brazos los tenía extendidos como si de cristo crucificado se tratase. Un salto más, y luego otro.

Su cara lo decía todo, él lo estaba disfrutando.

Para cuando la canción acabo, Ryan estaba agotado, y se dobló sobre su estómago, en un intento de tomar aire. Entonces el chico sintió ese cosquilleo, el sintió como si algo lo llamase hacia esa dirección, volteo hacia al parque, y lo vio ahí. Aquel chico que lo veía con una sonrisa de oreja a oreja.

A Ryan rápidamente se le ruborizaron las mejillas, y con la vergüenza atorada en la garganta, este se irguió. Y apenado apresuro su paso.

No era difícil darse cuenta que Ryan no se lo había tomado a bien, aquel chico hablaba con cada uno de sus gestos. Pero hacerlo sentir avergonzado no era la intención de aquel espectador.

— ¡BAILAS BIEN! — Grito el chico.

Y aunque Ryan no lo había escuchado, por estar inmerso en su pena y en letra de Maniac de Conan Gray. El otro chico se dijo a sí mismo, que si e presentaba la oportunidad, él se lo volvería a decir.

Nov. 17, 2020, 11:24 p.m. 0 Report Embed Follow story
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