Striptease ··⌠KookTae⌡ Follow story

En silencio se escabullía por los pasillos ya vacíos de la universidad, se sentía algo aliviado que no hubiera alguien rondando por ahí, pero él no quería huir de las personas mas bien, quería huir del maldito traicionero de su mejor amigo.

¿Cómo era posible que no estuviera de su lado? Ni siquiera tenía compasión por su corazón que en este momento latía tan desesperado como si quisiera escapar de su pecho y arrancar hasta nunca volver, agradecía no tenía problemas cardíacos porque en este mismo instante Jimin estaría cargando con el peso de su muerte.

Asomó su cabeza a través de un pilar de casilleros mirando hacia un pasillo desierto antes de volver a su lugar y chocando con algo en el mismo movimiento.

—Aquí estás.

Dio un pequeño salto del susto antes de salir corriendo por el pasillo soltando un chillido. O era muy malo escondiéndose o el rubio le conocía bien para saber dónde estaba, piensa como el enemigo decían.

—¡Taehyung deja de escapar y ven aquí! —al parecer Jimin no se rendía en su persecución—. Pareces un niño miedoso.

El castaño cansado de correr, se detiene apoyando sus manos en ambas rodillas antes de tirarse dramáticamente al césped soltando un leve gemido por enterrarse su bolso en la espalda.

—No quiero —dijo con un puchero mientras abrazaba la pierna del rubio—. Eres muy cruel Jiminie, estás lanzando a tu mejor amigo a una posible muerte llena de humillación y desgracia.

—¿Soy cruel porque quiero que hables con el chico que te gusta? —el pelirrubio frunce el ceño antes de sentarse a su lado—. Estás siendo dramático, Jungkook está hasta los pies por ti y mi visión de águila no falla.

—Lo mismo dijiste cuando SeokJin hyung supuestamente estaba detrás de ti, pero resulta que la persona pequeña era Yoongi hyung.

—En mi defensa somos de la misma altura —Jimin golpeó suavemente el brazo de Taehyung cuando este comenzó a reírse—. Además, ni me interesaba y no me cambies de tema. Estoy seguro que le gustas a Jungkook, basta con ver la forma en la que te come con esa mirada.

—Maldigo el día en el que te dije que sentía algo por él —el castaño suelta un bufido. No le gustaba que Jimin insistiera en eso, Jungkook tenía otros intereses y estaba más que seguro que ser pareja de alguien no era el principal, tampoco quería arruinar la amistad que tenía con el pelinegro y no quería salir con su corazón dañado.

Después tendría que refugiarse en helado y películas románticas que le recuerden a su posible fracaso amoroso titulado: friendzone.

—Creo que tengo una idea —pronunció Jimin ignorando las palabras de su amigo—. En unos días es tu cumpleaños ¿verdad? Podrías pedir su servicio por ese día como regalo, yo digo que no es mala idea y quizás en qué termine —mueve de una forma sugerente sus cejas.

—No —responde secamente haciendo cambiar el semblante divertido del rubio y se endereza para mirarle bien a la cara—. Jungkook no se acuesta con sus clientes, eso es falta de ética además solo hace un show casual en fiestas, sobre todo en despedidas de solteras.

—Lo que daría por tener un show así de casual para mi cumpleaños. Mira Tae, será tu cumpleaños y año nuevo, que mejor que empezar el año de esa forma con un chico tan guapo bailando frente a ti tan sensualmente... —Jimin se detuvo brevemente viendo pasar algunos alumnos y entre ellos, estaba Jungkook junto al chico más guapo que había visto en ese maldito lugar, Kim Namjoon—. Y así podrías aprovechar la oportunidad de confesar que te atrae, matas dos pájaros de un tiro.

Taehyung desvía su mirada hacia el menor que se acercaba junto a un amigo al verle ahí con Jimin.

—Lo pensaré, pero no le digas nada de esto a él —dice rápidamente antes de que los otros chicos llegaran y se sentaran a su lado para empezar una nueva charla.

Probablemente después se arrepienta de esto pero se sentía tranquilo al ver la sonrisa triunfante del rubio, con eso bastaba para que no abriera la boca accidentalmente por un buen rato y terminara contándole todo a Jungkook. Aunque a él también casualmentepodría caerle el puño en su cara si se atreviera a soltar cualquier palabra del asunto frente al menor.

La tarde avanzaba a medida que la conversación había logrado disipar la tensión que se había mantenido antes, pero la calma poco a poco comenzó a desvanecerse cuando el menor le pregunta qué tenía planeado hacer para su cumpleaños y año nuevo.

¿Qué si tenía algo planeado? Probablemente largarse de esa maldita cuidad para no aguantar ese sufrimiento llamado “me gustas y quiero que hagas esos movimientos tan sexys frente a mis narices porque me muero por tus huesos ¿Entiendes? Pero no quiero sonar como un loco desesperado”.

—No pero podríamos hacer una fiesta para celebrar —en ese mismo momento quería lanzarse encima de Jimin y ahorcarle al ver la cara de ilusión de Jungkook, estaba jugando sucio pero no iba a salirse con la suya. Claro que no.

—Yo puedo pedir prestado el club para organizar la fiesta y así invitar a algunos amigos —comenta Jungkook animadamente.

—Pero a Taehyung no le gustan las fiestas tan alborotadas ¿O sí? —Namjoon decide intervenir ya que él tampoco solía disfrutar mucho ese tipo de eventos alocados.

—Tenía pensado visitar a mis padres después de las fiestas pero si quieren hacer algo podemos juntarnos en mi apartamento y hacer algo más íntimo —Jimin gira su cabeza lentamente hacia Taehyung queriendo golpear su preciosa cabeza por arruinar el plan que tenía en mente pero su atención se desvió completamente cuando el menor mencionó algo que le hizo volver a trabajar en un nuevo plan rápidamente.

—Tienes razón hyung, podemos disfrutar de algo entre nosotros —Taehyung se preguntaba seriamente si eso iba con otras intenciones o él estaba imaginando cosas indebidas, solo tienen que pensar en las posibilidades— ¿Algún regalo especial quieres ese día?

—Pues claro que quiere un regalo especial ese dí-... —Jimin fue interrumpido por Taehyung que en un momento de desesperación lanzó un puñado de césped en la cara del rubio evitando a toda costa que hablara, importándole bien poco que este tragara césped. Era eso o nada.

—No te preocupes Jungkookie, con tal de que estés ese día, será un buen regalo. Que todos mis amigos estén ahí será un buen regalo, nada mejor que disfrutar con una compañía tan agradable —dijo Taehyung dándole a Jimin una discreta pero severa mirada.

Después de organizar la pequeña junta de su cumpleaños, suspiró aliviado porque el tema haya quedado en el olvido, camino a su apartamento pensó seriamente en distintas formas de cómo arrancarle la lengua al rubio o lanzarlo por las escaleras del campus haciendo parecer como si fuera un accidente si volvía a ponerlo en apuros. Incluso se había quedado conversando con el menor para evitar que se fuera con Jimin y este le dijera algo.

Prontamente iba abrir una postulación por si alguien quería ser su mejor amigo. Quizás estaba exagerando un poco pero no quería ser un soldado caído, al menos no tan pronto.

Le esperaban unos largos días antes de que llegara su cumpleaños, al menos eso pensaba mientras se acostaba en su cómoda cama, tal vez podrían ser los días exactos para prepararse mentalmente antes de declararse a Jungkook. La verdad él no tenía miedo a ser rechazado, podría entenderlo, lo que no quería era que por esa razón el pelinegro se alejara, era algo estúpido que se distanciara por algo así, no iba a dejar que sus sentimientos afectaran su amistad.

Le estaba dando mucha vuelta al asunto y quizás Jimin tenía razón, había notado varias como Jungkook le miraba descaradamente o como se le insinuaba discretamente pero no le había dado importancia pensando que su imaginación le estaba jugando una mala pasada a sus nervios ya cansados de tanto. Sonrió al darse cuenta que estaba como un adolescente hormonal loco por un joven que le movía todo el piso como un terremoto sacudiendo su mundo entero desde el día que le conoció.

Jungkook era distinto, ningún otro chico le había llamado tanto la atención y al mismo tiempo hacerle sentir tan tímido como si él fuera un lobo apunto de morderle.

Su corazón rebosaba de alegría al escuchar su melodiosa risa contagiándole de paso, se sentía como un loco enamorado siguiendo cada uno de sus pasos hasta que llegaba a su lado alterando todos sus sentidos.

Jungkook era un descarado cuando se lo proponía y llegaba a pensar que el menor disfrutaba ponerle nervioso, también adoraba tener su atención o si no hacía un adorable berrinche, estaba perdido y lo supo cuando el pelinegro le contó su pequeño trabajo para conseguir dinero extra, al principio sintió un poco de celos al saber que bailaba eróticamente en shows privados a domicilio o en el club donde trabajaba pero eso se esfumó como una pequeña brisa en cuánto supo que era solo un servicio para mujeres ya que no tenía interés alguno en ellas.

Desde ese momento fantaseó con unos de esos shows, teniendo al joven delante de él moviéndose y aquello aumentó en cuánto observó a Jungkook practicar un número para su próxima clienta accidentalmente a través de la puerta de su habitación cuando se había quedado a dormir ahí, se sintió avergonzado.

Él no le dio importancia y había soltado un sugerente “puedo bailar para ti si quieres”, eso quedó en el aire ya que salió casi huyendo con la excusa de que iba hacer el desayuno. Esa noche no iba a ser la excepción de soñar con esa situación pero esta vez no era solo ese show, era algo más que le hizo despertar jadeando la mañana siguiente con una erección.

Definitivamente iba a matar a Jimin por meterle ideas tan sucias a su cabeza, pensó mientras le daba atención a su erección en el baño, esos días iban a ser duros por no decir que tenía que verle la cara a Jungkook después de dedicarle una paja.

❅❅❅

El gran día había llegado y todo parecía estar normal. Jimin mágicamente había dejado de insistir en el tema y eso lo tenía calmado,aunque le parecía algo sospechoso ¿No habrá desistido tan rápido? Viniendo del rubio era algo realmente raro, luego confirmaría si le dio alguna especie de gripe o quizás de tanto rogar al de arriba había funcionado.

Nota mental: agradecerle por estar de su lado y lograr que Jimin se callara o él mismo lo mandaba a la tumba.

Las pequeñas vacaciones de invierno habían comenzado, por lo tanto, podría relajarse o eso hubiera sido lo ideal pero fue completamente arruinado cuando a las diez de la mañana tuvo a un Jimin demasiado emocionado arribando su apartamento junto a Hoseok felicitándolo por su cumpleaños.

No podía estar de mal humor, no cuando Jimin parecía una bolita llena de ternura de lo tan arropado que estaba debido al frío clima que había afuera, Hoseok lo había reconocido en voz alta y el rubio terminó siendo una bolita llena de ternura molesta. ¿Ustedes han visto los gremlins? Parecía uno en ese mismo instante y no quería molestarlo tanto, puede que tenga su versión mala.

—Recogimos este paquete que estaba a tu nombre en recepción —dijo Jimin luego de haber encendido la calefacción y así sacarse un poco de ropa—. Es de tus padres.

—Seokjin hyung dijo que venía al rato para ayudar, nosotros estamos aquí para hacerte compañía en el desayuno —el de cabellos rojizos apareció con unas bolsas con comida que al parecer las había dejado en la entrada, lo vio desaparecer rumbo a la cocina junto a Jimin dándole espacio para abrir el regalo de sus padres.

No pudo evitar sonreír mientras se deshacía el envoltorio, se sentía como un niño pequeño abriendo los regalos de navidad que con tal emoción le llegaban a brillar los ojos al ver el contenido de la caja.

Sus padres siempre se habían esforzado por darle lo mejor y él se sentía tan dichoso de tenerlos, tan agradecido que aún estuvieran ahí para él, por eso valoraba el más mínimo gesto que podían darle por muy sencillo que fuera pero ahora se había quedado con la boca abierta al ver un cárdiganjacquardde lana roja con un diseño en zigzag de color azul y marfil, quedó aún más sorprendido dándose cuenta que era de la marca Gucci.

Quiso largarse a llorar ahí mismo de la emoción, leyó la pequeña nota que había antes de llamar a sus padres y agradecerles por el regalo que de seguro les costó medio pulmón a cada uno, definitivamente no los merecía.

—¿Entonces nos veremos después de año nuevo? —su madre habló a través de la línea.

—Sí, mis amigos harán una pequeña junta para celebrar mi cumpleaños, Jimin y Hoseok hyung están aquí para acompañarme en el desayuno.

—Mándale saludos de mi parte, algún día deberían volver a venir —comentó ella mientras escuchó la aprobación de su padre de fondo causándole una leve risa—. Tus amigos son bienvenidos y hay espacio para todos aquí en la casa… lamento no haber enviado algo para el desayuno.

—Mamá, el regalo que me hiciste con papá es suficiente… realmente se los agradezco pero no lo merezco, por eso haré que se sientan orgullosos de mí.

—Cariño… estamos más que orgullosos de ti, esto es una pequeña recompensa por todo el arduo trabajo que haz hecho por alcanzar la cima en tus estudios, te amamos.

Luego de una emotiva llamada llena de cariño, pudo llenar su estómago de deliciosas preparaciones que habían hecho sus amigos para desayunar.

Definitivamente ese día todo iba bien y se sentía feliz de estar rodeado de personas que le hacían llenar su corazón de felicidad, estaba tan satisfecho de amor que en cualquier momento explotaba de tanto cariño y su vida acabaría ahí mismo, siendo recordado como el chico que murió de una sobredosis a causa de tanto afecto ¿Eso era posible? Porque tendría que preocuparse de eso seriamente, mañana iniciaría una investigación seria acerca de eso.

Prevenir antes que lamentar, tomen nota.

Seokjin había llegado junto a Yoongi después de almuerzo, entre todos se divirtieron mientras decoraban y bailaban al ritmo de la música que sonaba en el parlante de la radio, con un ambiente totalmente divertido, olvidándose del frío que se asomaba en las afueras del apartamento pensaron en hacer karaoke.

Jungkook y Namjoon llegaron al lugar siendo recibidos por una ola tan alegre y por Jimin quién los recibió con una sonrisa que se amplió aún más al ver al menor compartiendo una mirada cómplice.

Si Taehyung no iba a la montaña, la montaña iba a ir a Taehyung, había mantenido la boca cerrada por esos días solo para darle su espacio pero luego de hablar con Jungkook, ya no podía esperar a que el idiota siguiera huyendo de sus sentimientos y bueno también porque había apostado con el pelinegro, ahora tenía que invitarle una cita a Namjoon y estaba pensando cómo podría hacer eso si cada vez que tenía aquel maravilloso chico a su lado su cuerpo entero se sacudía como una gelatina, se sentía como esos muñecos inflables que bailaban a causa del motor de aire y utilizaban algunas tiendas para publicidad.

—Jimin, traje algunas botellas de alcohol —menciona el de hoyuelos—. No quería llegar con las manos vacías.

—Puedes dejarlo en la cocina, te acompaño.

Su oportunidad era ahora o nunca.

El pelinegro se escabulle por el pasillo que daba a la habitación del castaño al no verlo con los demás cantando karaoke, al entrar en el cuarto se encontró con él, estaba terminando de arreglarse frente al espejo luego de darse una rápida ducha.

Sonríe al ver que Taehyung se da cuenta de su presencia mirándole a través del espejo, era una completa ironía que se arreglara cuando él ya era hermoso, incluso con unos simples trapos Taehyung iba a deslumbrar, en un simple cuarto con seres mortales él iba a brillar como la estrella más reluciente que era, acaparando con cualquier mirada recelosa de su apariencia, con su cabello largo peinado delicadamente hacia los costados dejando una clara vista a su rostro sin la necesidad de querer ocultar parte de su hermosa cara.

—Te ves increíble —Jungkook habla después de una inspección claramente para nada discreta haciendo que Taehyung se volteara a mirarle con un leve sonrojo— ¿Ese cárdigan es nuevo? No lo había visto antes.

—Me lo dieron mis padres… —dijo antes de que Jungkook atacara su espacio personal con un abrazo y puede que su cara iba directo a la suya pero solamente rozó sus labios contra su mejilla causándole un escalofrío.

R.I.P Kim Taehyung, recuerden su memoria como el chico alegre que solo quería vivir en paz, gracias.

—Feliz cumpleaños hyung —el pelinegro dijo cerca de su oído y no pudo evitar suspirar antes de separarse a regañadientes pero era por el bien de sus hormonas—. Me gustaría darte tu regalo ahora mismo pero tendrás que esperar.

—¿Eh? ¿Por qué?

—Es un secreto, prometo que te encantará —dijo dándole un guiño antes de marcharse dejando un beso en su frente.

Dios o cualquiera que estaba allá arriba que tuviera piedad con este pobre de alma tan débil, si esto era una señal que ahora mismo fuera comprobado y como si fuera por arte de magia, antes de abrir la puerta casi fue golpeado por esta que fue abierta tan abruptamente por Jimin avisando que la torta estaba lista para cantarle feliz cumpleaños.

Inhala. Exhala. No pierdas los nervios, solo es una mala pasada de tu imaginación, sí.

Las horas habían pasado y la fiesta se mantenía tan viva como había empezado, conversaciones triviales acompañadas de alcohol, risas por todos lados, un karaoke extremadamente animado guiado por Seokjin y Yoongi que lograban sacar carcajadas a todos los presentes, Hoseok animando a todos a bailar en un juego llamado Just dance.

La fiesta era tranquila y esperaba no molestar a los vecinos, aunque le importaba bien poco, él estaba celebrando su cumpleaños.

Al cabo de un rato Jimin se acerca a su oído diciendo que tenía su regalo en la habitación, él todo emocionado fue a la habitación buscando cualquier objeto que tuviera forma de un regalo. Si no,¿qué más? Un poco frustrado por no encontrar algo a simple vista, comenzó a buscar en lugares menos visibles.

—Maldito Jimin por qué tanto misterio por un regalo —murmura mientras revisaba dentro del closet y echar una mirada por última vez a su habitación antes de salir en busca del rubio.

—Jiminie, ¿Dónde mierda dejaste el regalo que no encontré nad-… —se sorprendió al ver todo apagado y oscuro a excepción de dos lámparas de luces led apoyadas sobre un pequeño mueble que le daban un poco de luz al lugar— ¿Jimin?… ¿Chicos?

Estaba seguro que esas luces no eran suyas y no entendía que hacían ahí, se acercó a estas para mirarlas más de cerca cuando se percata del sofá, estaba movido de lugar pero lo más raro ahí era ¿Dónde diablos se habían metido todos? Que no sea una broma de mal gusto o les metía esas mismas lámparas led por el culo a cada uno.

Decidido a prender las luces, su celular vibra en el bolsillo trasero de su pantalón.

[Jiminie]:

Espero que disfrutes tu regalo;)

Luego me das las gracias cariño.

;)

¿Cuál regalo si ni siquiera había encontrado algo?

—Taehyung —escuchó cerca pero no vio a nadie en la oscuridad y las luces led no ayudaban. No había bebido tanto alcohol como para estar alucinando, tampoco había mezclado su bebida con alguna otra sustancia rara ¿O sí?—. Creo que este era el regalo que estabas buscando.

Jungkook aparece caminando lentamente con un vaso llenado, al parecer, con alcohol. Da un brinco en el lugar cuando escucha música proveniente de un pequeño parlante que estaba en su mano contraria, deja el parlante cerca de las luces led para posteriormente tomar su celular y dejarlo junto al objeto anterior.

—¿Jungkook? —susurra suavemente mientras el contrario se acerca y se da cuenta que llevaba una pequeña cinta anudada en su cuello ¿Realmente era su regalo?.

El pelinegro posa su mano en su hombro haciendo levemente presión hacia abajo para que tomara asiento en el sofá, entregando su vaso al castaño antes de darle un trago.

Taehyung no hace nada más que quedarse quieto en el sofá con un vaso en la mano, lame su labio inferior algo confundido anticipando lo que estaba por venir, se sentía ansioso y algo emocionado, siendo sincero nunca había esperado este momento pero si había fantaseado con algo así muchas veces por eso se pellizcó el brazo con disimulo porque no quería que fuera un simple sueño y ahí estaba.

Era real.

Tenía al chico que deseaba frente a él con una simple camisa negra y unos jeans del mismo color que se ajustaban tan perfectamente a sus piernas marcando esos muslos tan tentadores. Se sentía ahogado de esa aura tan seductora que estaba emanando Jungkook acaparando todo su ser con tan solo estar cerca a unos centímetros.

—Hyung, tienes que abrir tu regalo si quieres que el espectáculo comience —el menor dijo mientras tomaba la mano contraria y la llevaba a su cuello donde estaba la cinta.

Taehyung con dedos temblorosos deshace el lazo tan lindo, quitando la cinta de encima y dando el inicio para el infierno placentero que estaba por comenzar. La música había cambiado a una atrevida, sensual y lenta, Jungkook aprovecha ese cambio de ambiente y se aleja del castaño dando inicio a su show.

Con unos movimientos lentos al ritmo de la música, dejándose llevar por el sonido que inundaba en esas cuatro paredes subiendo la temperatura del ambiente haciendo contraste con el frío de la noche a las afuera de ese hogar, pasa lentamente su mano derecha de forma ascendente por todo su abdomen con la mirada fija de Taehyung en esta siguiendo cada movimiento, juega un poco con los botones que estaban al inicio de su camisa antes de abrirla solo los primeros torturando la vista del contrario que había suspirado.

Toma una silla posicionando su pie derecho sobre ella mientras se sujetaba en el respaldo y comienza un leve vaivén con su cadera de una manera tan exquisita que Taehyung se imaginó muchos escenarios tan indecentes con él al lado del pelinegro en una posición tan favorable, quizás algún día le invite a beber una taza de café para comprobar la teoría y llevarla a cabo.

Abandonó sus pensamientos en cuanto Jungkook deja la silla de lado avanzando hacia él de una forma tan amenazadora mientras desabrochaba su camisa por completo dándole una intachable vista de su abdomen tan tonificado que podría lavar la ropa en él, tenía unas ganas de pasar su lengua por toda esa piel y saborear esa tableta.

Cuando lo tuvo más cerca captó un piercing en cada pezón y casi pierde el aliento.

Mierda, no era su estilo pero se veía tan malditamente caliente.

Cualquier cosa de Jungkook le iba a encantar, sintió que el alma se le iba a salir de su cuerpo cuando el pelinegro posiciona el pie sobre el sofá repitiendo el mismo movimiento de cadera anterior cerca de Taehyung que de un momento a otro se sentía tan tímido y pequeño pero definitivamente quería morir ahogado alrededor de esos muslos.

—¿Quieres tocar hyung? —Jungkook dijo mientras se liberaba por completo de la camisa dejándola en el suelo.

Taehyung asiente tan animadamente que se sonrojó al creer que se veía como un depravado desesperado, pero quién no iba a querer tocar a ese semejante dios caído del cielo.

El que diga que no era un valiente.

Dejó el vaso que estaba entre sus manos en el suelo antes de llevar su mano hacia el abdomen del contrario palpando con una timidez la piel del pelinegro hasta llegar a su pecho pasando intencionalmente sus dedos por un pezón provocándole un jadeo y bajar lentamente su mano hasta el comienzo de sus pantalones.

No sabía si de esa forma se estaba torturando a si mismo o al menor pero ya no podía aguantar quería arder en las llamas provocativas de ese infierno tan malditamente caliente, supo que Jungkook quería lo mismo en cuanto se sentó a horcajadas en su regazo acercando sus labios a los del mayor pasando su lengua por el labio inferior y después morderlo.

—No sabes lo cuánto en este mismo momento quiero romper unas cuántas reglas de mi trabajo —susurró mientras movía suavemente su cadera sobre la otra sacándole un gemido al castaño—. Mierda hyung con esa expresión en tu rostro no puedo controlarme…

—¿Entonces qué es lo que te impide hacerlo?

Jungkook sonrió y se abalanzó sobre Taehyung para atacar sus labios de una forma tan hambrienta, tan desesperado por probar aquellos belfos como si fueran un fruto prohibido por el cual tanto tiempo esperó para obtener, profundizó el beso cuando el mayor llevó sus manos hasta su nuca alborotando su cabello.

La mezcla de alcohol con su saliva no era un impedimento para seguir comiendo aquella boca, explorando esa húmeda cavidad con su lengua por primera vez, cuántas veces se imaginó en esa situación pero esto era mil veces mejor que una simple fantasía y quería más de eso, quería beber su alma a través de ese beso tan apasionado pero la falta de aire en ese momento estaba siendo su enemiga, guio sus besos hasta su mandíbula bajando por el cuello lamiendo esa zona que estaba pulcra de cualquier marca.

Taehyung jadeaba desesperado porque ese maldito juego terminara y estaba a punto de maldecir al menor cuando este se levanta de su regazo para tomarlo entre sus brazos, aprovechó de enrollar sus piernas en la cadera de Jungkook y mordió su labio inferior al sentir la erección contra su trasero.

—Al balcón —dijo cuando el pelinegro volvió a atacar sus labios confundiendo cada pensamiento coherente de su cabeza—. Digo…mi habitación.

—No sabía que tenías esos fetiches hyung —dijo sobre sus labios antes de reír—. Algún día podríamos probar esa vista.

—Cállate idiota.

Guiado hasta su habitación a través de la oscuridad, tanteando el terreno para llegar a la cama, rieron al caer en esta como un costal de papas. De una forma desesperada Jungkook sacó el cárdigan y la camiseta tan linda que llevaba Taehyung, siguiendo con sus pantalones llevándose la ropa interior de paso. Parecía una bestia hambrienta necesitando ahora mismo ser alimentada porque iba a enloquecer en ese instante y queda totalmente asombrado admirando la figura del mayor.

Tan hermoso y a su disposición.

Esperando a ser tocado y no tardó en recorrer con la yema de sus dedos cada rincón de su cuerpo, memorizando cada parte, cada lugar quería recordarlo hasta el día de mañana y si era posible el resto de sus días porque no tenía pensado que esta fuera la primera vez y la última, quería que fuera la primera de varias acompañadas con caricias tiernas que llenaran su corazón y así darle todo el amor que tenía hacia él.

Taehyung con cada toque del pelinegro se encendía lentamente como si él fuera combustible que al mezclarse con las llamas ardía más, sus manos y sus labios sobre su cuerpo le hacían perder el control de los nervios que cada vez agotaban su paciencia, se sentía marcado por aquel chico que no dejaba de soltarle halagos y recorría cada esquina como si fuera un turista visitando nuevos lugares. Contuvo su aliento cuando el menor comenzó a besar y morder levemente la piel interna de sus muslos hasta llegar cerca de su erección, una maniobra tan peligrosa para su mente que estaba hecha un caos gigante por culpa de ese hombre que disfrutaba del trabajo que estaba haciendo.

Maldito engreído, que llenaba su ego con cada gemido que le daba en respuesta.

—Jungkook por favor… —Taehyung era un lío de gemidos y eso que solo estaba usando su boca acompañada de su mano.

—¿Por favor qué? —dijo sacando su miembro de la boca y continuar estimulando con su mano— ¿Qué quieres hyung? Dímelo.

—Fóllame ya… d-deja de jugar, maldito.

Se separó de Taehyung cuando este le indicó la mesita de noche para que sacara el lubricante y un preservativo, una sonrisa se formó en sus labios al ver un par de juguetes, lástima que esta noche no los iba a usar.

Volviendo a su antigua posición se dedicó a preparar con paciencia y delicadeza al mayor, moviendo lentamente sus dedos haciendo que llegue al límite pero él también estaba en esa misma línea y ya no podía esperar más así que con las últimas prendas fuera y el preservativo ya puesto profanó por primera vez esas tierras tan desconocidas, entrando lentamente sin contener el gemido al sentir su miembro ser aprisionado por esas paredes tan estrechas a pesar de la anterior dilatación.

Comenzó a moverse lentamente después de esperar que el contrario se acostumbrara, saliendo lentamente sin separarse por completo para entrar de un solo golpe dando directamente en el punto dulce de Taehyung quién era un manojo de emociones y de maldiciones.

Aferrándose a la espalda de Jungkook, marcando su espalda con sus uñas mientras le pedía por más y él menor no era nadie para negarse a sus peticiones así que solo lo complacía, apoyando una mano sobre el colchón y la otra aferrada a la cintura del castaño mientras movía sus caderas a un ritmo acelerado, provocando que el respaldo de la cama golpeara contra la pared mezclándose con el sonido obsceno de sus pieles al chocar.

Cada uno en su límite queriendo liberarse saciados de un éxtasis que fue capaz de llevarlos a las estrellas, Taehyung termina corriéndose sobre su abdomen sin haber sido tocado por sí mismo y con un par de penetraciones más, Jungkook acaba dentro del condón.

Ambos se toman su tiempo para recuperar el aliento que fue robado en la escena, con una sonrisa sin poder creer lo que acaba de pasar pasa su mano por la frente del menor apartando algunos mechones pegados debido al sudor, Jungkook besa sus labios con una ternura como si no los hubiera estado comiendo hace unos minutos atrás ¿De esto estuvo escapando tanto? Porque ahora mismo quería lanzarse del balcón de aquel apartamento, si era posible quería que esto pasara todos los días.

—Creo que ha sido uno de los mejores cumpleaños que he tenido…

—Se podrían venir más y mejores con este novio tan experto en movimientos —dijo alabándose a si mismo y saliendo de su interior causándole un gemido al estar aún sensible.

—¿Eh? —Taehyung frunce el ceño en cuanto el azabache sale casi escapando hacia el baño para deshacerse del preservativo— ¿Jeon Jungkook qué clase de petición formal es esa?

Sin evitar reír al ver al menor con una ceja alzada apoyado en el umbral de la puerta y una toalla en la mano para limpiarle.

Creo que iba a tener que omitir ciertos detalles a su madre sobre cómo empezó ese noviazgo y claramente agradecer a Jimin.

Jimin.

Pequeña sanguijuela traicionera iba a encargarse de su existencia, como que se llamaba Kim Taehyung.

Pero lo haría cuando acabara de disfrutar las caricias de su ahora novio.

❅❅❅

—Hyung ¿Crees que Taehyung en este mismo momento quiera mandarme al cementerio? —dijo mientras torturaba sus uñas con sus dientes, decir que estaba nervioso por eso era una gran mentira.

Estaba a solas con Kim Namjoon en su apartamento y eso era lo más lejos que había logrado sin que un tercero estuviera en el medio.

—Entonces tendríamos que apresurarnos en tener esa cita, Jiminie —le sonrió al más bajo mientras acariciaba su cabello.

Bueno, había llegado más lejos. Quién diría que ese chiquitín no podía conquistar a ese hombre estaría en una gran equivocación.

Bueeeno, la verdad estuve en un gran debate mental conmigo ya que no quería volver a traer esta historia de vuelta pero un lado bueno de mí me dijo: Pero Haku, hay varias personas que probablemente extrañen esta historia unu.

No me sentía bien con respecto a este os (antes era TS pero decidí quitar la segunda parte y dejarla como una) me abrumaba bastante que esta historia tan mala, recibiera mucha más atención (la brecha entre esta y LD/Lunae era inmensa, totalmente desalentador para mí porque las dos anteriores son mucho mejor, a mi criterio) siendo que no le puse mucho empeño, ni siquiera ahora me tomé la molestia de agregar cosas, solo corregí pequeñas cosas puntuales xD. Cuando creé esta cosa, fue algo demasiado chill y cero preocupación a cómo iba a quedar, con una trama bien rancia y un smut para nada bueno jsjsj.

No se me da bien escribir smut y esta historia es prueba de ello xD No juzgaré a nadie porque a gustos, colores¿? pero la verdad noentiendocómolesgustaalgotanmalo.

En fin, si veo que esta historia vuelve a recibir más atención, me veré en la obligación de eliminarla para siempre unu ajjsjs broma, solo no quiero que se repita lo mismo. Si me preguntan cuál obra me desagrada más, respondería sin dudar que esta está en mi top 1 porque me da un poquito de cringe.

Sin más quejas, cuídense.

-Haku.