lucadomina Luca Domina

Cuando el pequeño Williams se pierde en el bosque, Oliver lo busca con desesperación. Lo que desconoce, es la clase de monstruos que acechan en la espesura.


Horror Monster literature Not for children under 13.

#laguaridadelwendigo #horror #historiacorta #relato #psicológico #suspenso
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El monstruo


A medida que la penumbra envolvía al bosque, Oliver comenzó a pensar que estaba viviendo una pesadilla.

—¡William! —gritó.

La voz de Oliver se perdió en la espesura. Con el corazón en la garganta esperó una respuesta.

No la hubo.

Se le humedecieron los ojos y tuvo que esforzarse por no llorar. Sintió que algo se derrumbaba en su estómago, junto con lo que le quedaba de esperanza. Se mordió los labios, apretó los puños y propinó un golpe al tronco de un árbol.

Oliver buscaba a su hijo William.

Habían ido a acampar al bosque cercano a su ciudad, por insistencia del pequeño, para festejar su decimosegundo cumpleaños. Al principio todo transcurrió genial. Pasaron la mañana armando la tienda, recolectaron leña para la fogata, y explorando los alrededores del campamento. Pero para la tarde William estaba aburrido y con ganas de regresar a casa.

Por desgracia, Emma, su madre, no tuvo mejor idea que jugar a las escondidas para pasar el rato. Mientras cerraba los ojos y contaba hasta cien, su hijo se escabulló por los alrededores en busca de un escondite.

Y no volvieron a verlo.

Después de investigar cerca del campamento por una media hora, Emma comenzó a ponerse nervioso y decidió llamar a las autoridades; el móvil no tenía señal. Tras debatir sus opciones por un minuto, se subió al auto y se apresuró en ir a por ayuda.

Oliver se quedó buscando a William.

De eso, habían transcurrido seis horas.

Volvió a gritar el nombre del pequeño. Le ardía la garganta.

Nadie respondió.

A William se lo había tragado la tierra. Oliver no hallaba huella o alguna otra señal para guiarse; daba vueltas en círculos cada vez más amplios. Se recostó contra el tronco y se golpeó la cabeza una y otra vez intentando pensar en algo. La penumbra se retiraba temerosa y daba paso a la oscuridad de la noche. Oliver encendió la linterna y apuntó a un sitio al azar.

Un escalofrío le recorrió la espalda.

En la aureola de luz, vislumbró algo rojizo medio oculto en un matorral. Dio un respingo y echó a correr hacia allí. El corazón le aumentaba en revoluciones a cada paso, hasta casi sonar como un tambor dentro de su pecho. Se arrodilló, dejó la linterna en el suelo y sujetó aquella cosa rojiza que tanto conocía: era la campera de William.

Oliver se sintió aliviado como nunca antes.

Entonces, el alivio fue devorado por el pánico.

El dibujo en la espalda de la campera, uno de los autos de la película Cars, estaba desgarrado. Oliver trató de calmarse aludiendo a que pudo haberse roto con una rama, pero no lo consiguió. Tuvo un presentimiento que le heló la sangre; la campera había sido arañada, pero por unas grandes garras. Sacudió la cabeza de lado a lado y tomó la linterna para ver mejor.

Descubrió pequeñas manchas oscuras en la tela.

Acercó un dedo tembloroso y las tocó; estaban pegajosas. Oliver dejó caer la campera de su hijo, como si se tratara de un objeto maldito, y desvió la mirada.

Cuando estaba a punto de vomitar, algo se desplazó entre las malezas más adelante. Se puso de pie de un salto e iluminó el sitio donde creyó haber captado movimiento.

Una pequeña silueta negra atravesó el haz de la linterna.

—William —murmuró.

Tras un segundo de sorpresa, lo llamó a los gritos.

Nada.

De nuevo sacudió la cabeza para despejarse; su mente debía estar jugándole una broma. No tenía sentido que huyera de él; todo lo contrario, se lanzaría a sus brazos. Decidió que lo mejor era avanzar. Sujetó la mochila de William y rodeó el arbusto para echar un vistazo más adelante.

Después de caminar varios minutos, y con la voz afónica de tanto gritar, se detuvo frente a una cueva natural. El haz no penetraba la espesa oscuridad como si fuera la profunda garganta de una criatura gigante. Oliver tragó saliva y avanzó; encontraría a William, aunque fuera lo último que hiciera.

Poner un pie dentro de la cueva fue para él como pisar el purgatorio; sus mayores miedos lo esperaban.

El suelo rocoso estaba manchado de sangre.

—Oh Dios, te lo ruego, que sea la sangre de un ciervo —pidió en voz entrecortada.

Cada paso que daba tras el rastro de sangre era un martirio. La linterna parecía ser manipulada por un enfermo de Parkinson. De todas formas, el haz alumbró el final de la cueva. Oliver sintió un cosquilleo en cada milímetro de piel de su cuerpo, como si le clavaran un millar de alfileres al mismo tiempo. En el suelo, marcadas en el barro, descubrió pequeñas huellas de pisadas; William. Pero también, un par de huellas más grandes que solo podían pertenecer a un hombre adulto.

No tuvo tiempo para pensar en lo que significaban.

La mochila y la linterna se resbalaron de sus manos.

—William… —balbuceó.

Oliver se acercó arrastrando los pies. Las lágrimas se le escapaban de los ojos y se deslizaban hasta sus labios. Se desplomó de rodillas junto al pequeño niño.

O lo que quedaba de él.

Le faltaba un brazo y un trozo de su garganta también había desaparecido.

Oliver hundió el rostro en el pecho del niño.

—Es una pesadilla, una broma, no es real. No puede serlo…

Eso era, una broma. Una broma de mal gusto. Oliver, abrazando el cuerpo despedazado de William, elevó el rostro y comenzó a llorar a todo pulmón.

Lloró por horas.

Cuando las autoridades al fin lo encontraron, todavía lloraba con el pequeño William en brazos.


—2—


El pequeño rectángulo de la puerta se abrió. Dentro de la blanca habitación acolchonada, un hombre, vestido con una camisa de fuerza, se mecía atrás y adelante sin parar de llorar. Daba la impresión de que se ahogaría con su propia llanto en cualquier momento.

—¿Quién es ese? —preguntó el nuevo enfermero del hospital psiquiátrico. —Parece que se está sufriendo un gran dolor.

—Ese es Oliver —le respondió el encargado. —Sobre estas horas los medicamentos dejan de hacer efecto y comienza a llorar.

—¿Saben por qué? —inquirió, curioso, el nuevo.

—Según le ha podido sacar el psicólogo cuando lo visita, está traumado por haber hallado el cuerpo de su hijo semi devorado.

—Oh, Dios mío. Pobre hombre…

—¿Pobre? —el encargado hizo un gesto de asco. —Debería arder en el infierno.

—No entiendo…

El encargado cerró la rendija y miró al nuevo.

—Verás…

Era verdad que a Oliver la policía lo encontró llorando en una cueva con el cuerpo de un niño llamado William en sus brazos. Y lo cierto es que estaba semi devorado. Pero, lo que también es verdad, es que fue el mismo Oliver quien secuestró al pequeño cuando este acampaba junto a su madre en el bosque.

Y quien laceró el cuerpo a mordiscos…

Oct. 20, 2023, 10:31 p.m. 20 Report Embed Follow story
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The End

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Luca Domina Escritor de horror y suspenso. Te invito a leer y comentar :) A writer of horror and suspense. I invite you to read and comment :)

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JR Jetzabel Rodriguez
Dios!! Que buena historia, me mantuve pegada hasta el final... no me imagino viviendo algo parecido, enhorabuena, bien lograda!
August 27, 2020, 23:04

  • Luca Domina Luca Domina
    Muchas gracias, Jetzabel! Me alegra que te atrapara! y de nuevo gracias por comentar! :) August 27, 2020, 23:16
Jose Manuel Sánchez Herrera Jose Manuel Sánchez Herrera
Revivir cada día su pérdida debe de ser desgarrador. Muy buena historia.
August 01, 2020, 01:25

  • Luca Domina Luca Domina
    Ya lo creo! Quería jugar con eso de que la locura es un placer (seguro que no) Muchas gracias, Jose! Te mando saludos! :) August 01, 2020, 01:29
Daniela Corzo Daniela Corzo
Que buena historia, me gustó ese final inesperado 🙌🏻
July 21, 2020, 02:24

  • Luca Domina Luca Domina
    Muchas gracias, Daniela! Me alegra que te gustara! Saludos! :) July 21, 2020, 03:15
  • Daniela Corzo Daniela Corzo
    Le hice una promoción en mi instagram si deseas verlo 🤗 estoy como @danicp_escritora July 21, 2020, 03:18
  • Luca Domina Luca Domina
    Wow, muchísimas gracias :) ya te busco! July 21, 2020, 03:21
Tadeo Ibarra Tadeo Ibarra
Muy buena historia y me gustó el giro que le diste al final. 👌
July 14, 2020, 23:19

  • Luca Domina Luca Domina
    Muchas gracias, Tadeo! Me alegra que te gustara :) Te mando saludos!! July 14, 2020, 23:39
María Ramìrez María Ramìrez
Es tan intenso que casi puedo sentir el pánico del pobre Alberto. Muy buena. Lo mejor es que no lo cuentas todo
July 13, 2020, 15:05

  • Luca Domina Luca Domina
    Muchas gracias, María! Me alegra que te gustara :) Saludos!! July 13, 2020, 15:15
Rose Marie Rose Marie
Muy buena historia! Se podía sentir la angustia del protagonista y como el shock lo llevó rápidamente a la locura, resulta inquietante que nunca se supiera quién o qué le hizo eso al niño.
July 12, 2020, 18:44

  • Luca Domina Luca Domina
    Muchas gracias, Rose! Me alegra que te gustara :) El relato no podía superar las mil palabras por lo que quedó en misterio XD Igual si el resultado es inquietante, mejor no tocarlo :) Saludos! July 12, 2020, 19:17
Elizabeth Vázquez Elizabeth Vázquez
¡Excelente historia! Quedé fascinada. Buen trabajo Luca.
July 11, 2020, 20:50

  • Luca Domina Luca Domina
    Muchas gracias, Eli!! Me alegra que te gustara :) Saludos!! July 11, 2020, 20:54
Sebastian Silvestri Sebastian Silvestri
¡Muy bueno Luca!
July 11, 2020, 13:51

  • Luca Domina Luca Domina
    Muchas gracias, Seba!!! :) Se te extraña! Saludos!! July 11, 2020, 15:20
Is Bel Is Bel
¡Una historia increíble Luca! He sentido el agobio, el terror y dolor del protagonista. No me esperaba el final. Normal que se volviera loco...
July 11, 2020, 13:02

  • Luca Domina Luca Domina
    Muchas gracias, Bel! Me alegra que te gustara! Saludos! :) July 11, 2020, 15:21
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