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María L


Los pulmones de los niños se ahogaban en el profundo mar, atraídos por un enorme hueco, y llevados a otra realidad, que se combina con otros mundos, desapareciendo, dejando atrás a un niño, desconsolado mirando y soñando con las aguas y la muerte de sus amigos, intentando disfrazar la verdad, y contemplando la venganza de sus padres, tras haber perdido lo que más amaban.


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#fantasía #aventura #mundos #creatividad #seres
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Piratas en marcha

El tiempo pasó, sin remordimiento por lo que dejó, sin necesidad de volver atrás, cambiando todo a su paso. Y olvidando su anterior versión.

El sol brillaba, deslumbrante, y sus rayos, se reflejaban en el marco de un inmenso barco, las olas tocaban los bordes de aquél, y los pájaros circulaban como guardianes de las aguas, donde al pasar cerca de la nave, se podía ver como hormiguitas en un costado, a un pirata con una espada, y su presa atada con un buen nudo, sobre el mástil de la nave, pues así se hacían llamar los dos niños que jugaban a un costado del barco, Addy era aquel pirata armado, que con valentía y rigurosa voz, dijo firme y apoyando la punta de su espada sobre el cuello de su presa:

¡Arrodíllate grandulón!, y pide piedad por tu alma.

Mientras que su presa, George, atado a un mástil, intentaba arrodillarse sin éxito, echándose hacia atrás, aunque era un juego, George estaba temblando, puesto que se asustaba muy seguido, o mejor dicho se asustaba por todo, cuando llovía, se asustaba y se escondía dentro un mueble de la cocina, ya que decía que podía morir ahogado de tanta lluvia, también se asustaba cuando era de noche, pues pensaba que un lobo podía venir y usarlo como su cena, a la tarde, también se asustaba, porque pensaba que podía morir de aburrimiento, en fin…, George era un chico muy asustadizo, demasiado quizás. Mientras que Addy, era un valiente guerrero, o así lo creía él, le gustaba la música, y su misión era sabotear todos los barcos, hasta convertirse en un gran pirata y lo suficientemente rico como para poder vivir un milenio entero.

Cuando George se encontraba a pocos centímetros del piso, tras lograr conseguir bajar, vino un fuerte viento, y ¡zafff! se escuchó, y de repente apareció, la ama de los mares y los cielos, Lula, con su larga espada, y su arco en la espalda, se encontraba acechando a Addy encima de un cajón de frutas.

¡Lanza tu espada, y RINDETE vulgar ser y monstruoso!, dijo Lula con voz gruesa y típica de una capitana experta de los mares.

Su acechado, Addy, giro hacia la chica, por unos minutos intercambiaron unas miradas, temibles, los ojos se les habían achicado a ambos, excepto a George, que este asustadizo, por el contrario, se le habían agrandado. En esos minutos, nada se escuchaba, excepto el ruido de las olas y los pájaros, y por supuesto de la cocinera, que se escuchaba como lavaba los platos del almuerzo, que era tan fuerte aquel ruido, ¡que parecía que en vez de lavarlos los rompía o los tiraba!

El silencio se mantuvo tan estable como las miradas de los niños, hasta que de repente, la espada, de Addy, se dobló a la mitad (puesta era de cartón y Addy ya la había usado demasiado como experto pirata), y ante tal distracción, los ojos del niño y la pirata, se desviaron hacia la espada desformada, y no pudieron resistir la tentación de largar una carcajada ante aquella particular situación, los tres chicos dejaron sus roles de piratas y presas, y volvieron a su rol cotidiano de niños de 8 y 9 años(puesto que Addy era el mayor de todos, pero no por mucho, tan solo por un mes).

Addy, era el más grande de edad, y el segundo más grande de estatura, puesto que Lula le sacaba más de una cabeza. Rubio y con ojos celestes, era hermano de aquella reina de los mares, Lula, juntos eran hijos del señor y la señora Bill; su madre Carmen, era una bióloga que se encontraba en Europa, con fin de realizar una importante investigación, los niños querían saber, con su incesante curiosidad de que se trataba, pero su madre se limitaba a decir que eran cosas importantes y de adultos; mientras que su padre, no guardaba tanto misterio, su nombre era Sebastián, él era quien acompañaba a los niños en el barco, que a pesar, de estar siempre cerca de ellos, no podida compartir mucho de su tiempo, porque se dedicaba a las importantes funciones de ser capitán, de ahí que Lula sacara tantas características de aquella especial función. A diferencia de Addy y Lula, que les encantaban las aventuras, George, era un niño mucho más de hogar, le gustaba quedarse en casa, mientras comía unas papas fritas y disfrutaba de su programa favorito, donde la gente iba a exponer su talento, repetidas veces le decía a Addy que vaya a aquel programa a cantar, ya que la voz de Addy y como decían sus amigos era excepcional, pese a que George disfrutaba mucho aquellos momentos, solo duraban un poco tiempo de su día, ya que su padre, Edward era muy estricto con el trabajo de su hijo, siempre le daba clases particulares de lengua, inglés, ciencias, ciudadanía, y todo tipo de materia, aunque George era el mejor de su clase, su padre no se conformaba con un simple trabajo en el aula. Después de las clases de su padre, le tocaba jugar al ajedrez, con largas partidas, que podían llegar a prologarse desde las 8 hasta las 12 de la noche. Edward y George, iban de camino en busca de una criatura, ya extinta, al norte de Europa, puesto que su padre era un arqueólogo e historiador, y su duro trabajo, ocupaba la mayor parte de su tiempo y de su habitación, con papeles y libros, desordenados ante la vista de un extraño, pero para Edward no se podían encontrar en otro lugar, desparramados sobre la mesita de luz, en el estante, sobre la cama, ¡hasta debajo de ella! , algunos muy antiguos, mientras que otros, casi brillaban sus hojas de lo nuevas que eran, o tal vez, solo era una exageración de George.

Los tres niños jugaban cada mañana a Piratas y de vuelta a piratas, en verdad, les encantaba este juego. Después del desayuno, un poco de leche y pan caliente, hechos por la experta cocinera, y la única del barco, Holly, se dirigieron a jugar en su lugar predilecto, en un extremo. Todos desempeñaban su rol, pirata, presa y capitana. A la mitad del juego, cuando Lula, había salvado a George, del temible Addy, los dos piratas se quedaron peleando con sus espadas de cartón, mientras que George escapaba, subiendo hasta punta del barco, sobre los cajones de frutas, pescado y latas con comida, cuando de pronto, y sin ningún ante aviso, el barco dio una brusca vuelta, tirando a George, como si de una bolsa de papa se tratara, agarrado del borde de la nave, al final del ancla.

Lula y Addy, cayeron uno arriba del otro, golpeándose con el extremo de la nave. Al ver lo aterrorizado que se encontraba George, que no podida ni gritar del pánico, Lula, dispuesta a salvarlo, corrió hasta llegar al ancla, esquivando toda la mercadería que se encontraba como obstáculo, y haciendo equilibrio, como un profesional, para no resbalar y empeorar la situación. Al llegar al ancla, acomodó un pie delante del otro, y camino hacia la mitad del estrecho apoyo, en la mitad de aquél, las olas, le hicieron dar un impulso al barco, provocando que Lula, cayera y quedara en cuatro patas, con las piernas enrolladas sobre el ancla, y las manos apretadas, ella quedo por un momento sin siquiera moverse, mientras George, la miraba con desesperación e intentando no revelarse ante el sudor de sus manos, Lula siguió adelante con sus cuatro patas, cuando el barco dio otro impulso, esta vez más fuerte que el anterior, haciendo que Lula se quede dada vuelta, y deslizándola sobre el mástil, hasta llegar a la punta, donde choco con George, y tras eso se dieron un semejante golpe que provoco que los dos, cayeran como presas, hacia las profundas y descontroladas aguas del mar.

Addy al ver a sus dos amigos caer, se acercó al borde del barco, donde apoyo sus manos para agarrarse y miro hacia abajo, con la ilusión que, entre las profundas aguas, se vieran dos cabecitas, pero nada se vio, excepto el reflejo del sol sobre las aguas cristalinas, que de vez en cuando hacia que Addy se tenga que tapar los ojos. Addy espero y espero, con sus ojos celestes al regreso de sus amigos, sin mover la cabeza de su posición original.

May 22, 2020, 5:30 p.m. 0 Report Embed Follow story
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