EL PERDÓN QUE JAMÁS LLEGÓ. Follow author

u15843471221584347122 Nohemí Cabral

Cuando el subío a ese tren, sus manitas pequeñas tocaron el vidrio de aquella ventana sucia. Se llenó de fuerzas, miró hacia abajo y sonriendo le dijo adiós. La persona que se encontraba por debajo solo lo miró, no pudo reaccionar y por dentro se culpó. Esa criatura lo miraba con adoración y el hombre lo dejo ir, sabía que no lo vería pronto. Ese pobre niño insignificante para el, valioso para otros. Lo veneraba, cómo todo niño a su padre. El hombre olvidó que el niño crecería y nada olvidaría.

  Feb 08, 2021, 06:18.
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6 Comments
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CirKº ·. CirKº ·.
Bellísimo!! Muy triste! Me encantó!
February 08, 2021, 22:02

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