Corrí lo más rápido que pude, pero ella era más fuerte, más ágil. No pude hacer más que rendirme a sus pies, colocar mis rodillas a doloridas en el suelo; y cederme ante ella. A los dos minutos ya siento las mejillas húmedas como dos mares inundados; el corazón arrugado como un trapo sucio y las pestañas como dos parabrisas cansados. Yo sabía que volvería, y por un momento llegué a creer que la vencería.
#tristeza #depresión #lagrimasWe can keep Inkspired for free by displaying Ads to our visitors. Please, support us by whitelisting or deactivating the AdBlocker.
After doing it, please reload the website to continue using Inkspired normally.