El Banquero que Ganó el Nobel de la Paz Follow blog

avasconez Andres Vasconez Davalos Normalmente, la banca está asociada con tratar el capital monetario por sobre el capital humano. Por esto, un banquero que se preocupa más por la persona que por lo financiero, sería un buen titular en cualquier periódico del mundo, más aún, cuando su lucha fue tan grande que le hizo llegar desde Bangladesh hasta al Premio Nobel de la Paz. Muhammad Yunus, no es solo el padre de las finanzas humanas, sino también de la nueva manera de hacer negocios, donde el fin último de un empresario no es la utilidad, sino el solucionar un problema. Yunus dedicó su vida para eliminar la pobreza en el mundo. Gran desafío. Esta es su historia. 0 reviews
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El Banquero que Ganó el Nobel de la Paz
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El Banquero que Ganó el Nobel de la Paz

“Normalmente, la banca está asociada con tratar el capital monetario por sobre el capital humano. Por esto, un banquero que se preocupa más por la persona que por lo financiero, sería un buen titular en cualquier periódico del mundo, más aún, cuando su lucha fue tan grande que le hizo llegar desde Bangladesh hasta al Premio Nobel de la Paz. Muhammad Yunus, no es solo el padre de las finanzas humanas, sino también de la nueva manera de hacer negocios, donde el fin último de un empresario no es la utilidad, sino el solucionar un problema. Yunus dedicó su vida para eliminar la pobreza en el mundo. Gran desafío. Esta es su historia.”




A la hora de hablar de emprendimiento social, es imposible evitar mencionar al profesor Muhammad Yunus. Leer acerca de su lucha, es leer un relato de éxito, resiliencia, inclusión, y, sobre todo: convicción. Este hombre le demostró al mundo que es posible hacer negocios y al mismo tiempo salvar el mundo. No estoy hablando de fundaciones, estoy hablando de negocios sostenibles, donde lo más importante son las personas antes que los números. Donde existen utilidades, pero las mismas no son repartidas entre los propietarios, sino que son reinvertidas para solucionar el problema que atacan. Antes de Yunus y Grameen Bank, este modelo de negocios era impensable. Cambiar esto fue uno de los hitos más grandes de su historia.

Podemos comenzar a relatar la vida de Muhammad Yunus desde 1972. Este año, el entonces catedrático, volvió a su país natal, Bangladesh, para ser el director del departamento de economía de la Universidad de Chittagong, después de haber incurrido en el campo académico en los Estados Unidos. En 1971 Bangladesh se había independizado y, por lo tanto, quedó a la deriva. Esta situación afectó en gran medida a la economía del país, y sobre todo a las regiones rurales.

La Universidad de Chittagong se ubicaba justamente cerca de varios poblados rurales. Yunus decidió salir al campo y ver la pobreza con sus propios ojos, particularmente, en el poblado de Jobra. Es allí donde conoció una mujer, Sofía Khatoon, cuya historia inspiró su idea y lo llevó finalmente a querer cambiar el mundo.

Sofía trabajaba arduamente cada día elaborando artesanías de bamboo. Increíblemente, ganaba tan solo 2 centavos diarios. La única razón de su pobreza era su falta de capital. Khatoon necesitaba tan solo 20 centavos para comprar el material para producir las artesanías, pero su pobreza la obligaba a tener que pedir un crédito a un prestamista privado. Yunus se dio cuenta del daño que hacían los usureros a su país, cobrando tazas de interés de 10% diarias y forzando a los artesanos a venderles las artesanías a un valor muy por debajo del valor de mercado.

El profesor se dio cuenta de este problema y decidió averiguar cuanta gente pedía capital de los prestamistas privados. En una semana encontró 42 personas dentro de Jobra. Lo más sorprendente fue que la suma total del dinero que necesitaban, era tan solo 30 dólares. ¡30 dólares era el capital que se necesitaba para cambiar la vida a 42 trabajadores y sus familias! Sin dudarlo, Yunus les otorgó un crédito de su propio dinero. Esa pequeña aportación generó una gran diferencia en todo el poblado. Sin embargo, estaba consciente de que no podía seguir prestando su dinero ya que era limitado.

Debido a esto, Muhammad decidió ir a la fuente del problema: los bancos, quienes otorgaban el crédito a los más pobres. Yunus intentó explicar a los bancos que este grupo de personas estarían tan agradecidos por los préstamos que se les brindaría, comprometiéndose a pagarlos a tiempo. Los bancos no estaban dispuestos a entregar préstamos sin hipotecas o garantes. Yunus se ofreció a sí mismo como garante, y de esta forma consiguió crédito para aquellas personas que lo necesitaban. Las personas, tal como Yunus había previsto, pagaban de manera puntual y adecuada. La taza de pago promedio en Bangladesh era mucho menor (27 %) que la taza de pago de los pobres a quienes Yunus les prestaba dinero (98%), sin embargo, los bancos no creían que su modelo se pudiera replicar a gran escala. Su lucha continuó, y Yunus pasó casi 10 años tras los bancos, tratando de sensibilizarlos y comenzar a trabajar de manera responsable socialmente. Nunca recibió nada más que obstáculos y desalientos por parte de los banqueros.

Finalmente, en 1983, cansado de correr tras los bancos, Yunus decidió empezar Grameen Bank, un banco que trabaje tan solo para los pobres. Grameen tiene un target de personas de escasos recursos económicos, aquellos que no tienen ni siquiera tierras, o menos de un acre de tierra. Cada año, ha generado millones de dólares en utilidad, y sin embargo el objetivo de Grameen Bank no es monetario, es la gente. Por esto, el 90% del banco es de los mismos prestatarios. Es decir, pasan a ser dueños de la misma empresa que otorga sus préstamos. La mesa directiva también pretende tener representación de los usuarios. La junta está conformada por 13 personas y nueve de ellas son prestatarios.

Por otro lado, a más de sus esfuerzos combatiendo la pobreza, Yunus también trabajaba por la inclusión de género. En Bangladesh, los bancos no suelen prestar dinero a las mujeres. Si una mujer que se acercaba a pedir un préstamo, el gerente del banco le hubiera pedido cordialmente que trajera a su esposo para poder discutir de negocios. Por esto, comenzó a entregar préstamos a mujeres, encontrando oposición en diferentes sectores: los líderes políticos, los líderes religiosos de Bangladesh e incluso los mismos esposos de las mujeres. Antes que nada, los líderes religiosos (en un país predominantemente musulmán) argumentaban que dar un préstamo a las mujeres era violar la ley de Dios, por lo cual no pudieran ser enterradas de manera correcta y serían condenadas al tormento eterno. El mayor desafío de Yunus era el de romper un dogma de fe. Ni siquiera las mujeres querían recibir préstamos, sin embargo, comenzó a trabajar silencioso y constante. Poco a poco, más mujeres acudían a Grameen Bank en busca de oportunidades. Cuando el porcentaje de mujeres prestatarias en el banco incrementó, el banco también obtuvo oposición por parte de la Agencia Regulatoria Bancaria de Bangladesh. Dicha agencia envió una carta que ponía: “Hemos notado que un porcentaje considerable de sus prestatarios son mujeres. No entendemos la razón detrás de esto. Por favor remita una explicación.” Yunus, respondió que estaría gustoso de remitir esa explicación, sin embargo, agregó: “Antes de dar ninguna explicación, quiero saber si la Agencia ha enviado alguna comunicación a cualquier otro banco, exigiendo justificación de los altos porcentajes de los prestamistas hombres.” Además, recalcó: “Si toman en cuenta que, en todo Bangladesh, el número de mujeres prestatarias no excede el 1%, algo debe de estar mal con su sistema.” La lucha por la inclusión de género financiera de Yunus terminó siendo un hito para Grameen Bank. Hoy en día, el 97% de los prestatarios del banco son mujeres.

Después de años de trabajo, el mundo reconoció la labor de Grameen Bank y de Mohammed Yunus en 2006. El Comité Noruego del Nobel entregó el premio Nobel de la Paz del año 2006 a Muhammad Yunus y a Grameen Bank “por sus esfuerzos de crear desarrollo económico y social desde abajo.” El Comité también destacó que la visión a futuro de Yunus era eliminar la pobreza en el mundo. Un desafío de la magnitud de un personaje como el.

Los números de Grameen Bank son en realidad impresionantes a la fecha de hoy. Sin duda ha sido un canal efectivo para brindar oportunidades a los que menos tienen. Para el 2016, Grameen Bank contaba con 8.81 millones de prestatarios. 97% de ellos son mujeres de escasos recursos. La taza de devolución de los préstamos es de igual forma 97%, más alto que cualquier otro banco del mundo. De la misma forma, Grameen Bank se ha extendido ofreciendo servicios alrededor de 81,392 poblados, con 2,568 sucursales físicas.

A más del Nobel, tanto Grameen Bank como su fundador han sido galardonados con varios premios alrededor del mundo (http://www.grameen.com/awards/). Además, su metodología de los micro-préstamos confianza ha sido replicada en la mayoría de países y miles de organizaciones a nivel mundial.


Feb. 10, 2017, 10:34 p.m. 1 Report Embed 3
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