Siento un gran hueco en mi pecho. ¿Qué me pasa? Últimamente me encuentro así, vagando por un limbo lleno de fantasmas y de futuros problemas. Quiero volver a vivir, pero tengo miedo. Siento el vacío, cada vez es más profundo. Necesito ayuda... Necesito tu ayuda, pero no sé si sea recíproco. Dejé de creer en historias de fantasía y de romance, mi vida siempre ha sido un desastre, siempre encontrando sufrimiento. Duele. Te necesito. No para el dolor. No quiero morir... Por favor, ayúdame.

¡Es un letrero pintado con un graffiti! El dibujo es una flecha, vaya, qué amables los humanos por indicarme a dónde me tengo que dirigir. Observo cómo mis compis avanzan por el otro lado al no darse cuenta de ese detalle; ellos han perdido la cordura, se están descomponiendo al no comer carne humana. No quiero acabar como ellos, tengo que darme prisa... ¡¿Que?! ¡Mi pierna! ¡Se me ha caído... Otra vez! Que horrible, pues nada, a ver si con esfuerzo se vuelve a pegar...

Llevo más de 10 kilómetros recorridos... ¡En 3 días! Si es que estoy en los huesos, eso de estar descompuesta y no hacer ejercicio desde hace ya 10 años pasa factura... Observo a más compis buscando humanos, me comunico con ellos entre gruñidos, ya sabes, "idioma zombie". Vaya... No saben nada de nuevas presas, ¿acaso toda la humanidad se ha extinguido o se ha convertido en zombies? Creo que ya han pasado 2 meses, y es triste que sólo esté a las afueras de la ciudad. ¡Espera! ¡¿Qué es eso?!

Todos estamos hambrientos, pero no tanto como yo. ¡Soy la que está más hambrienta! Desde hace años que no vemos ni una pizca de carne. ¿Comer verduras? ¡Puaj! ¡Qué asco! Tengo una idea: recorrer este destruido mundo hasta encontrar humanos para satisfacerme. Dios, aún recuerdo el sabor de sus cerebros... Necesito probarlos de nuevo, para no perder la cordura y no ser una "zombie estúpida". Tampoco quiero descomponerme por no tener carne, no quiero... ¿Remorir? Como sea. ¡Es hora de aventuras!

Siempre estuvo en tus manos nuestro destino, aquel sendero que nos podía unir o separar. Pasaba el tiempo y conocías nuevos caminos, nuevos destinos llenos de mil aventuras que lamentablemente yo no te podía ofrecer. Así fue como todo acabó. Yo no era tu destino, ni estaba cerca de serlo. Nos separamos, hace años que no sé nada de ti, seguramente ya te habrás olvidado de mí, pero yo de ti no; sigo esperando como un tonto en mi camino, esperando verte de nuevo... Aunque sé que nunca vendrás.

Me he pasado toda la vida tomando un papel protagónico, el de mi propia vida. He tenido la oportunidad de adaptarme a un sin fin de papeles diversos: el malo, el mentiroso, el asesino... Sin embargo, mis compañeros de profesión me han enseñado qué caminos escoger y cómo mejorar mi actuación; a cómo destacar en este mundo, pero sobre todo, a ser una buena persona. Esta vida es como un teatro, todos tenemos un papel, pasamos por escenarios, hablamos e improvisamos con personajes. Sólo actuamos.

[HAY SPOILERS: CUIDADO] Surco las galaxias para llevar al niño que resguardo hasta los de su especie: los hechiceros. En mi destino, nunca pensé que cambiaría mi estilo de vida como pensamiento. Me has enseñado mucho, como amarte incondicionalmente como si fueras mi hijo. No eras nadie y te convertiste en mi todo. Ahora que nuestros caminos se separan, te digo adiós. Estarás bien, yo también. Mis lágrimas significan que te amo. Ahora te convertirás en un gran hechicero. This is the way.

No lo entiendo, otra vez no he sido escogido. Siempre he estado ahí para ti todos estos años tanto para lo bueno como para lo malo. ¿Por qué lo elegiste a él? Es la quinta vez que no me escoges... Te quiero. Por eso sé todo lo que haces, y sé que es lo que le sucederá a tu nuevo novio. Ahora está en tu casa, luego estará en el mar troceado en una bolsa de plástico. Quiero ser la siguiente víctima, que me elijas entre todos, sólo pido eso. Quiero ser tuyo. Y lo sabes. Entonces, ¿por qué él?

Todos me han dejado aquí para morir. Ya nadie confía en mí y comprendo aquel acto; ya que los he defraudado. Esta situación mundial ha llenado de desesperanza al corazón de la humanidad, por eso me han disparado y dejando en esta oscuridad. ¿Es mejor que muera en agonía?, ¿que ellos mueran? No, claro que no. Soy la Esperanza. Nunca dejaré a la humanidad, yo acompañaré a todos sus corazones y demostraré que viviremos. Es hora de levantarme y luchar por la vida.

¿Quién eres?, ¿que hace una chica como tú en este barrio? Eres una chica normal, vestimenta, simple, aparencia simple, pero... Algo me ha llamado tu atención. Te acecho desde hace varias horas, te noto... ¿Intensa?, ¿por qué? ¿A quién le tienes miedo? Si para ti soy inofensivo. La veo cruzar para ir directa a un callejón sin salida, se gira y observo su cara de pánico. Espera... ¿Acaso puedes verme? Ahora que te veo de frente... Te reconozco. Ahora entiendo tu pánico, tú me asesinaste.

Desde pequeño nunca creí en los superhéroes, me parecían historias fantasiosas sin sentido, personas inexistentes. Sin embargo, a mi hermano le encantaban y me intentaba enseñar sus valores heroicos, pero yo me renegaba a ello. Hasta que un día, él me salvó de esas personas que intentaron raptarme. Hoy, después de todo, creo en aquellos héroes; estoy ahora mismo visitando la tumba de mi hermano quien me salvó dando su vida por mí. Él fue, es y será, mi superhéroe.

Siempre he sido el personaje secundario tanto de mi familia, amigos y compañeros de clase. Nadie se interesaba por mí, nadie me veía; como si fuera un alma errante. Estaba harto de sentirme irrelevante, de ahogar gritos y sollozos para no despertar a mis padres. Decidí empezar a escribir, primero como escape, luego, para darme a conocer, para no sentirme alguien secundario. Aquí estoy. Joder, aquí estoy.

Siguen pasando los años y aún no me olvido de ti, intento desesperado buscar personas parecidas a ti; con tu misma sonrisa, ojos cafés, pelo, personalidad... Como una forma de condena por tener la maldición de no poder encontrarte de nuevo. Sé que nunca leerás este microrrelato, pero quiero dejar aquí lo que nunca pude decirte: Te quiero.

Huíste de mí, alejándote de todo lo que tenía que ver con mi persona, sin darme explicaciones, sin darme la posibilidad de decir: Lo siento. Para ti, fui el demonio que te atormentaba día tras día. Decidiste escapar, dejándome con mil preguntas que solo mis lamentos podían responder. Al final, lograste convencerme de que era el villano de nuestra historia.

Siempre quise un superpoder, uno con el que pudiese ayudar a mis seres queridos, salvarles cuando fuese necesario e incluso apoyarles, para que supiesen que nunca estarán solos. Al final, obtuve el superpoder, y lo llamé: Amor.

Aquel cadáver lo había incriminado, era obvio que se trataba de él. Era el único que se encontraba en la escena del crimen. Sólo quedaban 3 personas con vida, debían votar entre ellos o sino, morirían. Expulsaron al supuesto culpable de la nave, sin embargo, a Ángel le heló la sangre cuando recibió aquel mensaje: "Él no era el Impostor". Game Over.