Echo de menos tus oscuros ojos. Echo de menos tus labios rojos. Echo de menos tu pálida tez. Echo de menos tu desnudez. Y me parece oírte, como sirena llamándome. Tú, con tu sombra, que me sigues, desde donde estés. Y no puedo amarte. Y no puedo tocarte. Solo puedo escribirte. Pero, yo no soy Poe. No soy Poe. Y aquí sigo, esperándote. Esperándote, como aquel fiel amante, a mi querida amada, a mi dulce y hermosa, a mi vida y esposa, a mi dulce Anabelle Lee.

Enamorada a perpetuidad. Esa es mi condena. Este amor tóxico y corrosivo, que me cala hasta los huesos. Encadenada a la eternidad. Esa es mi pena. Este amor amor obsesivo y posesivo, que me cala hasta los huesos.

Y un día, un lunes, un Domingo, da igual, un día cualquiera, te levantas sin saber por qué has perdido las ganas de levantarte, preguntándote a dónde han ido tus sueños, tus motivos para seguir adelante. Un día cualquiera, te asomas al precipicio, y piensas porque estas aquí, nada te sostiene, nada te ata, y así te vas, la gente sigue su rutina, desapareces nadie te echará de menos, solo es un día cualquiera, nada más.

Agotada.Incomprendida Triste.Exhausta.Angustiada. Hastiada.Desolada.Desarraigada. SOLA, aún rodeada de gente. Así se siente una persona que lleva años luchando por sentirse y estar bien, en una sociedad que te impone el positivismo las 24/7. Estar triste está mal visto, si tienes un problema de salud mental, erea un/a loca/o, solo te queda callar, terapia y medicarte...cuando te preguntan por qué lloras o porque te encuentras tan mal, tú solo quieres decir, "Hola, soy María y tengo Depresión"...

Amar(TE) Enamorar(me) Querer(TE) DESEAR(te) HERIR(me) ENGAÑAR(me) Olvidar(te)

A veces, es fuerte como una montaña. A veces, es frágil como una hoja, que se mueve al compás del viento. A veces, es un mundo entero, una galaxia completa. A veces, es un pequeño átomo, una partícula del Universo. A veces, es mi todo. A veces, es mi nada. A veces, ella soy yo, me reconozco, y veo a la mujer que siempre he querido ser. A veces, ella soy yo, pero es una desconocida que ni me cae bien.

Me iré sola, como vine. Me iré, de repente, un día, sin más. Me iré, es lo único cierto. Quizás, algunos, me echen de menos. Quizás, otros, tal vez, me echen de más. Así es, el devenir de las Estaciones. Yo, soy Otoño, me seguirán Invierno, después mis hermanas, Primavera y Verano. Somos efímeras y eternas.

Empezó a escribir por puro deshaogo, era una forma de expresarse, como no podía hacerlo con nadie. Pasó del diario juvenil, a escribir poetuits, algún tuit viral, algún escarceo con premios de escritores noveles, a punto de ganar. Nada serio. Solo borrones, su literatura era como su vida, sin nada por concretar, solo seguía escribiendo, como un hábito que ya no puedes ni quieres dejar, aunque te consuma.

Paseaban juntos cada atardecer, se les podía ver tan enamorados, que su sola presencia ya inspiraba los más bellos poemas de amor. Sin duda, todos estaban de acuerdo, en que eran los perfectos amantes, nada ni nadie, podría nunca separarlos. Juntos, cada atardecer, se les ve caminando por el sendero, el que llaman de los Despeñados, entrelazadas sus huesudas manos.

Llevaba una doble vida, solo ella sabía de esa dualidad. Por fuera, sonrisa dulce, amante esposa felizmente casada, tierna madre amorosa. Por dentro, hiel, desprecio, amargura y resentimiento, hacia todo lo que la rodeaba, hacia un mundo que la asfixiaba, y no la dejaba se quien realmente era. Si... si, que llevaba una doble vida.

El Sol ya se había puesto, alguien lo llamaba apresurandolo a salir, no se había dado cuenta que era día 31 de Octubre, víspera del Día de Muertos, se arregló como de costumbre, sus mejores galas para ese día, cogió flores para su amada, que le esperaba ya en la puerta del panteón, para visitar a los familiares. -Apresurate querido, nos están esperando- dijo ella -Tranquila mi amor- respondió él con calma. No tuve prisa en vida, no voy a apresurarme ahora. La Muerte siempre llega a tiempo.

Creía que entre tu y yo quedarían puntos suspensivos, alguna vez hemos tenido un punto y coma entre nosotros, pero jamás pensaría que nuestra historia se acabaría con un punto y final. Quien lo diría, que al final, entre nosotros, solo quedarían signos de ortografía.

Es tuya Es mía Es nuestra No es mía No es tuya No es nuestra Nos amarra, nos ata, y a ella me agarro, como náufrago a tabla, porque es lo único que aún me une a ti. La culpa es mía, por creer que me querías, y tuya por dejarmelo creer.

Te horrorizas cuando me miras. Como Dorian Grey al ver su retrato Solo ves lo peor, defectos, arrugas, debilidad y decrepitud. Ya no soportas mirarme. Pero yo solo soy tú reflejo. Solo soy el espejo, en el que te miras cada mañana. Soy tú.

Quieres que me ponga ropa cara Quieres que vaya de Prada No tienes idea de nada Yo no soy esa persona Yo no soy ropa cara Soy esa camiseta vieja, con la que te sientes a gusto y en casa. No soy ropa cara

Solo él, la desnuda con su voz. Solo él, sabe sus íntimos deseos. Solo él, dibuja los surcos en su piel, que la llevan a perder el control de su cuerpo, por completo. Solo él, hace que pierda la noción del Tiempo, y de quién es. Solo él, puede hacer que sienta la llegada de una dulce muerte, que la estremezca, haciéndola arquear su espalda y caer exhausta. Solo él...

Si fueras capaz de desnudar mi alma, y abrazarmela hasta consumir mis miedos, podrías ver qué hay más allá, de un simple cuerpo desnudo.

Nos vendieron la historia del hilo rojo, que une almas gemelas, cuando en realidad, sólo sirve para abrir los paquetes de galletas.

Él le dijo que le enviara una foto de alguna "cosa rica", algo que al verlo tan rico quisiera comerlo de inmediato... Ella le envió una foto del potaje de lentejas que le había cocinado.

Hace ya cuatro años... Me dices que son ya cuatro años, los que llevamos sin vernos, en realidad nunca nos vimos en persona. Tú ves un reflejo que te muestro, una visión de sensualidad y pasión. Yo veo en ti lo que quiero ver, una vía de escape, a esta monotonía que me ahoga, como soga al cuello del ahorcado. Pero, ambos sabemos que esta ficción, este amor a ciegas, es un autoengaño, una venda de seda, colocada cuidadosamente en los ojos, para que ambos amantes disfrutemos de lo prohibido.

Dicen las leyendas que Matlacihua, toma la forma de una hermosa mujer, vestida de blanco, y en las madrugadas se les aparece a los hombre infieles, seduciéndolos y llevándolos hasta algún barranco, donde al mostrarles su verdadero rostro se despeñan y mueren. Ella es la diosa de la Muerte, la dama vestida de blanco, cual novia virginal, que se cobra venganza de aquellos que no respetan el sagrado vínculo del Amor. Cuídate mucho, querido, porque las mujeres despechadas le hacemos ofrendas.

-¿Qué tenemos aquí agente?, ¿homicidio? ¿sabemos ya la causa de la muerte? - Mi sargento, el hombre tenía un Ego tal alto, que ya no veía el suelo, iba todo el tiempo subido a su Ego, se iba mirando en la cristalera de este edificio, tropezó golpeandose con el bordillo de la acera y se abrió la cabeza, desangrandose. -Entonces, en el informe ponga "accidente y muerte por exceso de Ego".

A veces tengo la sensación de que soy un personaje de una novela, a medio terminar por mi autor, incompleto, desdibujado, que me va añadiendo o quitando a su antojo defectos, cualidades, recuerdos, sueños, anhelos e ilusiones. Hay días en los que no parezco yo. Hay días en los que no me reconozco. Hay días que parece que tengo la Vida en borradores.

A veces vienen a visitarme mis amigas, tomamos café, mientras miramos, por la ventana, como llueve, es reconfortante estar con ellas, me siento acompañada, me comprenden mejor que nadie, conocen mis miedos y preocupaciones, mis anhelos más oscuros, para ellas no tengo secretos. A veces, se quedan toda la tarde, hasta que anochece. Pero, a veces, no quieren irse, se quedan días, incluso meses, esta vez no se marchan, así que haré café, mis amigas, Soledad y Tristeza se quedarán indefinidamente...

Dicen que en la víspera del Día de Muertos, al atardecer, puedes ver en la playa de San Juan, al Pescador, echando sus redes. Las leyendas cuentan que si estas cerca del agua, puede atraparte y llevarte al fondo, es su misión, conducir las almas pérdidas de los ahogados, al lugar que les corresponde, y que no vaguen molestando a los vivos. Hoy es víspera, anochece, estoy esperándolo, aún no me he ahogado, pero ya casi me sumerjo, cuando unos brazos me alzan y veo al alzar la vista su calavera.