Ya caída la tarde, mi cuerpo gozoso con deseos infinitos de llegar a mi casa, alistarme para ese party tan esperado…
Tomé una ducha y luego me cambié, le escribí a mi amiga para que me valla a buscar; estábamos muy emocionadas, pusimos música a todo volumen. Llegamos en tan solo quince minutos. Luego de ese momento decidimos salir de casa para ir a dicha fiesta, cuando llegamos nos encontramos con nuestros compañeros de clase.
La fiesta fue muy divertida pero hubo un problema… No les pedí permiso a mis padres antes de salir.
Después me di cuenta que había obviado dicho detalle, llamé a mi madre para avisarle que estaba bien, pero ella no comprendió mi olvido.
—No voy a tolerar esa falta de respeto hacia mí y voy a estar en el lugar de la fiesta en 5 minutos— dijo mi madre.
Asustada, hiperventilando, no sabía qué hacer al igual que mis amigas, todas nos encontrábamos muy nerviosa.
Justamente en cinco minutos ya mi madre estaba bajando las escaleras, cuando de pronto escuché gritar mi nombre. Traté de pasar rápido pero de manera percibida para que no se dieran cuenta de que esa era mi madre.
Al llegar a casa estuvimos en silencio, había un ambiente de tensión entre ambas, yo tan avergonzada de lo ocurrido entré a mi habitación y en dicho momento mi madre entró a disculparse pero yo, aún molesta la perdoné.
Luego, de repente desperté y me di cuenta que todo era un sueño.
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