jortegon julian ortegon

primero dar gracias a Dios, por permitirme hacer esto, y a usted por leerlo, Un gran milagro y un testimonio de que Dios si existe, cree en el, el te ama, búscalo el te espera


Lebensgeschichten Alles öffentlich.

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MI HISTORIA, COMO UN MILAGRO

Pensé muchas veces, acerca de esto, de cómo narrar de la mejor manera, y de la forma más entendida posible, para aquel que se tomara un segundo de su tiempo para leer esto, en mis intenciones no estaba nunca llegar a hacer esto para buscar reconocimiento público, ni encontrar alguna cuenta bancaria a mi nombre llena de dinero, no, esa no era la idea al empezar a hacer esto. Le pedí mucho a mi Dios padre todo poderoso, que cuando yo sintiera el llamado a sentarme al frende de mi computador, a compartir esta pequeña pero sustanciosa narración, que el me diera sabiduría, y un poder grandísimo a mi alma para contar y decir con las mejores palabras esto, quisiera que en algún lugar del mundo si Dios lo permite, poderlo hacer llegar a un corazón que necesite no solo un palabra de fuerza, sino tratar de tocar fibras, para no desfallecer ante una situación como esta, coloco a mi Dios primero que todo y ante todo, porque gracias a él, soy yo el que puede contar esta historia y plasmarla acá, y no fue contada por otra boca, hoy tengo 30 años de edad, puedo asegurar, que este fue el proceso más difícil de mi vida, y no solo de mi vida, sino también de mi familia.

He visto por noticas, gente luchando contra infinidades de enfermedades, un cáncer, una infección, enfermedades terminales, a donde sabes que tu tiempo esta contado, he visto en hospitales gente morir, cada vez que escucho una ambulancia con su sirena, no lo puedo negar me da un escalofrío, tan grande, cierro los ojos y le pido al altísimo, que esa persona que va en ella, sea bendecida, para poder luchar ante esa situación o una peor. Momentos difíciles en la vida, tenemos que pasar, a veces tenemos que afrontar, la perdida de una familiar cercano, la perdida de algún negocio, algún robo, o hasta la perdida de una mascota, es inevitable no sentir dolor, tristeza, nuestro rostro lo demuestra, pues somos seres humamos, sentimos, lloramos, nos arrepentimos, a veces hasta pensamos en quitarnos la vida, pero sabes, amiga o amigo, puedo asegurarte, que la batalla contra la vida en una situación como esta, o como muchas, no depende de ti, depende de tu fe por Dios, tu amor a la vida, oración mucha oración, no te rindas, lucha por tu vida, lucha por llegar a conocer miles de cosas que Dios tiene preparado para ti en el libro de la vida, no la detengas por cuenta propia, somos hijos de Dios y él es nuestro padre, solo él tiene derecho sobre nosotros, pero te puedo asegurar, de que el libro que tiene el de ti, es de lo más lindo y hermoso, no lo rompas, léelo y practícalo y lo más importante amalo a él.

Y así comenzó esto….

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Hola.

Me llamo julian Esteban ahorita tengo treinta años y hace ocho años atrás tenía 22 jajajajaja…

Pero es ahí comienza todo

Cumplo en el mes más lindo del año, OCTUBRE el días siete.

En esos momentos mi vida era normal.

Mensajero, trabajaba en de las droguerías muy conocidas por muchos

Es duro cuando te levantas, y solo vez a tú al redor un montón de máquinas sujetadas a muchos cables, tus preguntas en ese momento son:

¿A dónde estoy?

¿Qué es esto?

¿Qué hago aquí?

Y la peor de las preguntas…. ¿Quién soy yo?

Mes de agosto, algo en mi vida cambio, 4:30 de la mañana de ese día, me disponía a trabajar como cualquier colombiano honrado, Salí de mi casa muy normal, con la bendición más grande que te puede dar tu madre apenas comienza el día, y es la bendición, que nunca puede faltar al cerrar la puerta, momentos que me gustaría vivir cada vez que pueda.

Si, algo cambio, como les dije, no fue obra de Dios, porque él no hace sobre nosotros nada malo, pero si del diablo, doce días en estado de coma, 6 meses hospitalizado, y dos años en recuperación, yo sé que en este momento muchos dirán….o lo que muchos me han dicho un siempre, iba tomado o con alguna sustancia psicoactiva, pues no, no era así, al final de cuentas nunca llegue a donde tenía que llegar, es una decisión muy difícil de tomar, el decir todo esto, cuando tú no tienes ni idea de lo que paso, mes de agosto hora indicada y hasta 30 minutos más tarde alcanzo a acordarme…los semáforos, el bosque, el colegio hasta hay normal, pero después.

19 días después, un parque, 6am, sin mis papeles, sin las llaves de mi casa, sin moto y me traían descanso porque mis zapatos tampoco estaban, la verdad no recuerdo que fue lo que paso, solo tengo el testimonio de mi madre, mis abuelos, mis tíos y mis primos, una historia médica, que cada vez que la leo, mis ojos se llenan de lágrimas y mi rostro de tristeza.

Gracias a la gracia de Dios, una persona normal, de esas que les gusta salir en la mañana a hacer ejercicio, vio un objeto que le causo curiosidad, se acercó a el muy lentamente, él, lo miraba de una forma desconfiada, pero al ver que era un muchacho con buena ropa, que no parecía que fuera un habitante de la calle, estaba golpeado en exceso y con un gran golpe que hacia visible en su cabeza, entonces esta persona no lo dudo dos veces, de llevarlo al hospital más cercano, gracias a Dios, estaba a media cuadra de donde me encontraba, ¿algo bueno o malo?, creería yo que entre todo, era algo bueno, porque si hubiera estado en algún otro lugar, más lejano quizás mi historia sería diferente o simplemente no la podría contar y quedarían como muchos más casos guardados y viejos que tiene la fiscalía.

Trauma craneal severo, con fractura en 3 partes, coágulos de sangre a punto de reventar, esa fue el dictamen que le dieron los médicos a mi familia.

Ellos quizás pasaron los días más angustiosos, días de incertidumbre, días de preguntas, pero sin repuestas, aun familiar, se comprometió a empapelar mi ciudad, y cada vez que veo un aviso de Se Busca, no lo puedo negar, me causa dolor, 3.500 fotos mías impresas, para colocarlas quizás en los lugares a donde podría frecuentar y a donde podrían haberme visto, noticieros, periódicos, canales de radio, en fin, la angustia de mi familia era muy grande, pero la oración y la fe, fue aún más grande, hospitales, medicina legal a donde no era para nada fácil, porque llamaban a decirle que había llegado un NN con las especificaciones parecidas a las que yo tengo, mis tatuajes con mi nombre y mi firma, duro verdad, estaciones de policía, hasta comandos militares a ver si en algún momento podrían dar con mi paradero.

La angustia de mi madre, que en esos momentos, me regalo el tesoro más grande y más lindo de toda mi vida, Mi Hermana, dejando atrás los regalos de mi infancia, paseos, carros, juegos de mesa y cosas materias, ella era el placer que siempre quise tener, ser hermano mayor, pero las cosas no estaban como muy bien en esos momentos, mi hermana, solo llevaba unos días de nacida, y mi madre estaba en posparto, pero la angustia de ella, era tan grande, que en esos momentos no le importaba nada, sino tener a sus dos hijos y juntos quizás como en un sueño de ella, visito barrios bajos, ollas de drogadicción, centro de la ciudad, y muy pendiente a que el teléfono de ella o de alguno de mis familiares sonara, pendiente también a alguna información por algún noticiero con una razón, pero nada, el último recurso que tenían era el que le había propuesto un Tio, que era empapelar la ciudad

Ya preparados, listos con todos los elementos para hacer esa labor, las fotos impresas, el pegante rebajado con agua, para que se adiaran a los postes, paredes y de más, cinta adhesiva para colocar en las tiendas de los barrios a donde dejaban poner el aviso.

Agosto, suena un teléfono, el de la casa para ser más específicos, pienso yo, que era como el llamado de Dios, diciendo, acaba de llegar un NN con las especificaciones que usted dieron ante fiscalía, mi mama desesperada con mis abuelos y los hermanos de ella ósea mis Tíos, lo último que pregunto fue que de donde era la llamada, Si la estaban llamando de un hospital, a donde la única referencia fue que se encontraba en UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), pero que estaba muy grave, que tenían que ir a reconocerlo a ver si era el muchacho.

No podía de la angustia, el dolor le carcomía las uñas, y el deseo de ella del saber, que yo podía estar en un hospital y que la llamada no era una más de la fiscalía, quizás a visitar y a hacer reconocimiento de un cadáver, ella preferiría mil veces verme en un hospital.

Llego ese día y se dirigió a donde había recibido la llamada, alguien interrumpió su angustia, y le preguntaron, - en el estado que está usted señora, si cree que pueda entrar y reconocerlo, pero lastimosamente dijo que no era capaz.

Así que entro mi Tio Lalito, con mucha fuerza, porque no sabían que podía encontrase en esa sala del hospital, lo hicieron colocarse una bata de color verde, con el logo del hospital, quitarse los zapatos, anillos, relojes, todos los cuidado respectivos para entrar a la UCI.

Al ingresar, dice el, que ve muchas camillas, con mucha gente pero en habitaciones propias, cada uno con su sistema de cuidados para el paciente que estuviera, maquinas, respiradores artificiales, y muchos muchos cables, el sonido intenso de muchas maquinas, como si fueran un reloj de esos viejos que marca la hora, tic tac tic tac tic tac entonces el doctor le dijo, siga por acá.

Y entonces hay estaba yo, más conectado que un arbolito cuando llega navidad, entonces sus ojos se llenaron de lágrimas, me vio y me identifico, por mis señales particulares, esto ayudaron a todo este proceso y el, pues era mi Tio, sale el con la voz entre cortada, mira a mi madre, y le dice, lo encontramos, es el, pero está muy delicado de salud, ya el doctor le había dado un dictamen médico y entonces de ahí pase de ser un NN a Julian Esteban Ortegón Lancheros, paciente de 21 años quien ingresa al servicio de cuidados intensivos traído por la policía nacional. Como NN vivo, al cual se adelanta trámite administrativo para la identificación a través de la fiscalía proceso el cual duro aproximadamente 15 días, (Así dice mi historia médica)

Y hay comenzó la lucha más grande mía y de mi familia, lucha que hoy en día aun me cuesta un poco, no mucho, pero aún recuerdo ese episodio, o lo que mi familia me conto tiempo después.

Tenían que hacerme una operación complicada, porque el golpe que recibí fue tan grande y tan fuerte, que mi cráneo que se dividió en tres partes, tenían que sacarme la mitad de mi cráneo, para que mi celebro, inflamara en su totalidad, después de eso, que vuelva a su normalidad y poder colocar todo en su lugar. Complicado verdad y muy fuerte, pero la fe de mi familia fue tan grande, y las oraciones llegaron a donde tenían que llegar a Dios el todo poderoso, el me mando unas manos Sagradas, unas manos Benditas, unas manos que pudieron hacer de esas cirugía una Bendición, (cabe agradecer que los servicios prestados por esta entidad, fueron los mejores), es llevado a cirugía el día veinte del mes agosto del dos mil once para craneotomía, para poder drenar el hematoma por el cual el paciente es dirigido nuevamente a unidad de cuidados intensivos para su recuperación y entonces continua la batalla. (lo dice mi historia clínica)

Las oraciones de mi familia cada vez se hacían tan grandes, la fe que tenía mi madre era mil veces mayor a la del mundo entero, ella, mujer guerrera, digo guerrera, porque estar en el estado en que estaba era muy complicado, pero Dios estaba obrando en ella y te aseguro que en mí también.

Todos los días, llegaba ella, a hablarme, a llorar, a orar junto a su hijo, postrado en una cama, como un vegetal, ella decía – hijo vuelve, regresa que te estamos esperando, tu hermanita quiere la veas crecer, tus abuelos te extrañan, tu casa, tus tíos siempre me preguntan por ti, me llaman cada cinco minutos, a preguntarme tu como ibas, si ya habías abierto los ojos, si ya habías vuelto de tu estado de coma, pero ella solo se preocupó por hablarme y sentirme hay, fuera como fuera, me dice ella, - yo te apretaba tu mano, te hablaba, te besaba la mejilla y al oído te decía, te amo hijo pero te necesito.

Iban a visitarme, hacían turnos con el Tio Lalito, porque ella en medio de todo se tenía que preocupar por esa chiquita hermosa que hasta ahora vio la luz del mundo, ella no paraba de llorar, pero mi mama la guerrera hay estaba, cumpliendo con todo su deber como mama, dicen que mis abuelos también fueron a visitarme varias veces, primos de ellos, primos míos, un único amigo que tenía, porque el resto que decía ser amigos míos, no supe de ellos, inclusive una novia que tenía, fue al hospital a verme y a cuidarme un poco, no lo olvidare.

Así pasaron unos días, entubado, ayudado a poder respirar por medio de una máquina, con cantidad de medicamentos, para todo y para el dolor, para la inflamación, para evitar un posible ataque de epilepsia, hasta para controlar los hongos que pudieran infectar mi proceso, no masticaba, por lo tanto, la comida tocaba por medio de una sonda nasogástrica, no controlaba mis esfínteres por lo consiguiente, me tenían que poner pañal y el sonido tic tac tic tac tic tac.

Un día, los doctores le dijeron a mi madre, después de un resumen de recuperación en medio de una junta médica, que todo tenía que ser un milagro, porque el accidente fue tan grave, que ellos están haciendo todo lo que esté al alcance para mi recuperación, fue duro para mi madre, porque en pocas palabras le dieron a entender que era mejor que me desconectaran y que descansara, era tanto el sufrimiento de mi madre, pero más grande era la fuerza y la fe que ella tenía, que no dudo de decir, él va a estar bien y el milagro se va a dar tic tac tic tac tic tac.

Pasaron un par de días, después de esto, estaba mi madre, mi padre, mis abuelos, mis tíos, entraron a visitarme, me saludaba, me abrazaban, me besaban la mejilla, me hablaban, pero era triste, porque era como hablarle a alguien que no estaba, y no los escuchaba, mi hermanita desde su inocencia hay estaba con el amor más grande puro y fiel.

Pero el milagro paso, julian esteban Ortegón lancheros, el que ingreso en estado crítico como NN vivo, aquel que estaba con sonda y pañales como niño recién nacido, como cuando llego mi hermana a este mundo, y con los mejores cuidados, Despertó, con solo un movimiento de una de mis manos, ya era un símbolo grandísimo, de que el milagro había sucedido, muy a lo profundo de mi, en medio de mi estado, creo que escuche un llanto angelical, como si Dios hubiera bajado de los cielos y en los brazos de el trajera un bebe, que con solo su llanto me devolviera la vida y entonces supe que era mi hermana, un ser angelical, ella se llama Laura Roció, Laura significa persona que ha logrado la victoria y roció es un nombre bíblico, así que ya saben tengo dos mujer guerreras y luchadoras hasta el fin de los días y lo mejor para mí.

El despertarme no fue nada fácil, hay que decirlo, doce días en estado crítico, más los días de recuperación, díganme si no fue un prueba muy grande, me desperté pero es ahí cuando llegaron las preguntas

¿A dónde estaba?

¿Qué es esto?

¿Qué hago aquí?

Y la peor de las preguntas…. ¿Quién soy yo?….

Si, no recordaba en absoluto nada, todo mi pasado se me borro, ven por qué digo que es como volver a nacer, mi mirada era vacía y dispersa, decía mi madre, solo apuntaba hacia un lugar, pero mis ojos esta abiertos, y con uno que otro sonido quejambroso, por el dolor creo, o porque necesita algo y esa era mi única forma de hacerme escuchar, como cuando un bebe llora y llora porque tiene hambre pero no puede hablar ni decir que es lo que tiene, así me pasaba a mí, tenía que hacer algún ruido para hacerme sentir, como no recordaba yo a mis padres, tíos, abuelos o personas cercanas, una trabajadora social (las amo), dijo que decoraran mi habitación con fotos de miles de momentos en familia, en el colegio, con mis amigos (pocos), y que me colocaran música mosat que eso me ayudaba mucho, la verdad sí , después me cambiaron de habitación, pero los cuidados seguían lo mismos, sonda, pañales, pero ya sin el respirador, pero el tic tac tic tac tic tac aún estaba hay, pero ya era más, para controlar mis latidos, mi pulso y que todo estuviera normal, ese fue otro gran paso mío, porque ya después de todo, no lo necesite más, pero igual tenía que estar al cuidado de alguien, por las mañanas estaba mi madre con ayuda de un enfermero (a), y por las noches los enfermeros del hospital, que atendían de mi de mis cuidados y me cambiaban el pañal, (chistoso no 21 años y con pañal). Pero así, fue y así paso, pasaron los días, recuerdo tanto que el hermano de mi Aguelita, el más alto de toda mi familia (Q.E.P.D), también estaba hay después de muchas terapias en la cama del hospital, dijeron que lo mejor era salir a que me diera el sol, el aire, que viera la luz de día, y salir de la monotonía, pero que no fuera afuera del hospital, mi tío, el hermano de mi abuela, me paseaba por el cuarto piso del hospital a donde quedaban todas las habitaciones a donde la gente como yo, se estaba recuperando y estaban venciendo una batalla, tal vez contra su muerte.

Llegamos con mi tío el grandulón, que media como dos metros, y yo sentado en mi silla de ruedas, incline mi cabeza y mire hacia atrás, y veo su rostro, el que con una mueca me saluda y pasa la mano de por encima de la mía para saludarme, no se me borrara ese recuerdo, porque creo que fue el primero después de haber olvidado todo, me llevo a una ventana de ese piso para que viera carros, el pasar de la gente, los animales y demás, pero para mí fue algo nuevo, por que como dije no sabía ni adonde estaba, ni que era lo que estaba pasando por esa ventana del cuarto piso, así que dentro de mi sentía que lloraba, volvía al cuarto, mis ojos y mi mirada era un poco más movida después de un tiempo, pero en ocasiones me quedaba ido, digo yo, que estaba pensando ¿Quiénes eran los de esas fotos? que tenía pegado a cada lado de mi cuarto, en cada pared de allí, ¿Quién era esos que estaban en una asado conmigo?, ¿Quiénes eran esas persona que estaban dentro de un cuarto conmigo? ¿Quiénes eran ellos?, los que aparecían en la fotos abrazándome y riendo a carcajadas. Mi profesora privada, mi madre, que aún hay ejercía su profesión, si, ella me hablaba y me los presentaba tanto por fotos como personalmente en cada visita, en eso entro una prima que con un gran abrazo me saludo y me decía miles de cosas, como por ejemplo, ¿Te acuerdas de mi? la prima de tu mama, y yo ido de los recuerdos, pero ellos entendían la situación y así me ayudaron mucho también, si mi madre, ella es docente, ama lo que hace, y me trataba a mí, como trataba a sus chiquillos de su colegio, con esa delicadeza, para realizar un cambio de pañal, o para bañarme, la verdad tengo la mejor mama del mundo, por que díganme, que mama no daría la vida por sus hijos, y ella lo hizo conmigo.

Después de haber despertado del ese estado de coma, a los que casi dure once días, la batalla fue un poco más dura, pero el deseo mío de crecer, de volver a estar con mi familia, de ver a mi tesoro hermoso crecer (mi hermana), esta era una de las motivaciones más grandes que tenía y que ahora tengo y siempre tendré.

levantarme de esa cama no fue fácil, porque mis piernas no me respondían, al principio parecía un vegetal, no hablaba, no me movía, como les dije, mi comida era liquidada, para pasarla por la sonda, entonces mi peso era 29 kilos, todo era por ayuda de otros, enfermeros o mi madre, que siempre estaba ahí, ella me decía mira, el que esta la foto a tu derecha es tu Tio mi hermano, y al lado de Él, tu Tia mi hermana y el esposo, esos dos que están sentados son tus abuelos, y yo la que te estoy abrazando, y el que tomo la foto era un inquilino de la casa de tu abuela, muy buena gente, y se llama como tú julian, y así sucesivamente, fotos de otros familiares, de la prima que fue a visitarme, y entre todas estas, había un angelito chiquito sentada en las piernas de un señor al que después supe que era mi padre, hombre luchador, fuerte, un ángel para mi mama de quien recibió mucho apoyo en todo momento (ya entenderán, perdí la memoria). Si era mi hermanita, con solo unos días de haber nacido, y fue la primera foto que ellos se tomaron, así pasaron los 6 meses, en mi hospital, con todos los cuidados, todos los médicos a mi disposición, recuerdo que cuando al hacer el cambio de turno, se reunían tres o cuatro doctores en mi habitación, para informales el estado que en entregaban el paciente y su evolución, medicamentos y de más cuidados, esto lo hacían al turno siguiente, y pañales y más pañales, yo creo que hay la cague más de lo normal.

Dicen que a veces la recuperación es mejor desde la casa, y lo corrobore, te puedes sentir más enfermo en un hospital, que la lado de tu familia, en tu casa, en tu cuarto, en tu cama, pero para que eso pasara, el hospital tenía que saber que yo estaba mejor, en pocas palabras tendría que salir corriendo, para que así me dieran la salida.

Tengo una Tia hermosa, es la misma que aparecía en la foto del asado, al lado de sus dos hermanos, mi mama y mi Tio Lalito, ella, conocía muy bien los servicios médicos y cuidados que se le tienen que hacer a un paciente en recuperación, si ella es ENFERMERA JEFE, resulta que puede recuperar un poco el habla, aunque eran muy pocas las palabras que podía decir, eso era ya otro avance muy importante en mí, entonces hablaron en el hospital, pero ellos decían, que si me dejaban salir así en el estado como estaba, que ya no era igual al que tenía, tenían que contratarme una enfermera 12 horas al día, y que en la noche no podía estar solo, fue un poco demorada esa diligencia, pues ya saben, eso tiene que ser verificado por el personal médico encargado de mí, y la verdad fue complicado, así que me quede otro tiempo no mucho pero otro más.

Recuerdo que la enfermera que estaba encargada de mis cuidados, yo tenía un apartico que era como un botón, tú lo oprimías, he inmediatamente llegaba la enfermera de turno para mira que se le ofrecía al paciente, lo oprimí tanto que como no me respondían, pues que levante una barandilla de la cama que protegían a los pacientes para no caerse y me voltie, pues adivinen que me paso, pues al piso fui a dar, otro día mi Tia, la hermana de mi madre, me estaba limpiando con pañitos húmedos, digo yo que fue la emoción de verla que le apreté un brazo con mucha fuerza como si fuera un gran pellizco, no me dijo nada, pero ahorita sí que lo recordamos, empecé a mejorar, ya mis palabras eran un poco más fluidas pues para ser sincero, era como un hablar pausado o por partes, la mirada que tenía que a veces era perdida, fue tomando a su normalidad, fui recuperando un poco la memoria con mi familia, recordando poco a poco, pero con la ayuda de las fotografías en mi cuarto que no fueron las 3.500, gracias a DIOS fui mejorando.

Un día más en el hospital, decidieron bajarme de piso, del cuarto piso a donde eran las persona que necesitaban cuidados especiales, y estar más pendientes que todos los pacientes del hospital, me llevaron al tercero, a donde estaban ya personas recuperas, no en su totalidad, pero que ya habían mejorado notablemente, porque habían sufrido algún tipo de operación y había una evolución grande, pero de algo tenían miedo los médicos, es que de pronto me diera una recaída, ataque de convulsión o algo así, ya que esto no avisa, eso que llaman secuelas, que solo dan y ya, lo digo porque lo vi y lo viví con alguien de mi familia, entonces a eso le tenían miedo los médicos, pero a donde me pasaron, era mucho más cómodo, pero compartía la habitación con otra persona, no fue por mucho tiempo, pero estaba acompañado, teníamos un televisor pantalla plana en todo al frente de nuestras camas, a lado izquierdo, teníamos un tipo de gancho a donde colgaban el suero y le suministraban los medicamentos a uno, y a otro lado teníamos una mesita de noche a donde nos colocaban agua y a veces la comida, aunque paso mucho tiempo para poder coger una cuchara, pues como me tenían que licuar los alimentos he introduciéndolos por la sonda, para poder ser alimentado, pero eso fue otro paso más a una gran recuperación, aunque tenían que ayudarme, colocarme babero, como los bebes, eso es volver a aprender, como cuando eras pequeño y en el jardín de tu barrio te enseñaban para poder hacer todo eso.

Un día, fue dada la salida, pudieron gestionarme la salida he irme para mi casa con mi familia, mi mama, mis tíos, mi hermana, y unos inquilinos que Vivian en la casa de mis abuelos, fue una de las mejores noticias, pero tenían que cumplir a cabalidad lo que el hospital les exigía para yo poder salir, toda la gestión, casi toda fue de mi Tia, ella busco al enfermera y la contrato, ya sabes que cada ámbito laboral se hacen contactos, y tenemos que obrar en buena fe, eso es muy bueno porque en algún momento los puedes llegar a necesitar, como paso acá.

Al salir del hospital, quedamos tan agradecidos, con todos, los doctores, excelente labor, las enfermeras muy bueno su trabajo, hasta los del aseo y los vigilantes, el agradecimiento que tengo con ellos y con ese hospital es tan grande, porque si no hubiera sido por ellos y por la persona que un día salió a hacer ejercicio, esta historia no la contaría yo y no la leerían ustedes.

Llegar a mi casa, fue un sentimiento muy grato, hasta los vecinos, salieron a recibirme, y aun ahora los veo; mi cuarto, mi cama, mi televisor, mis cobijas, cuanto las extrañe, el cuarto debidamente limpio, las cosas en su lugar como me enseñaron, (porque yo fui soldado de la patria).

Si, tenía una enfermera desde por la mañana hasta por noche, menos los domingos, ella también tenía vida social, y entonces la recuperación en su totalidad ya era mía, ya era decisión mía, tenía una amiga de infancia, que vive en EEUU, pero su mama que estaba en mi país, me visitaba y ella desde EEUU me mandaba tarros de vitaminas, tarros de leche, también estoy muy agradecido con ellos, el apoyo, el amor y las oración de cada uno de los que se preocuparon de mí, me ayudaron a salir a delante; pero tenía que ser realista, me recetaron cualquier cantidad de terapias, eso tenía que cumplir por haberme dado la salida del hospital, pero no me importaba, porque uno yo quería recuperarme, porque quería ser el guerrero de la familia, porque quería estar en mi casa. Terapias físicas, terapias de lecturas, terapias de habla, de reconocimiento, de memoria, todo tipo de terapias, terapias y más terapias; después de cada una de ellas, me tocaba consulta con el doctor que me opero, la verdad me le quito el sombrero a ese doctor, sus manos son benditas y su profesionalismo excelente, fue como el Dios que me sano.

Las terapias físicas, como no podía caminar, me tocaba en silla de ruedas desplazarme, un día me fui de paseo y conmigo llevaba mi silla de ruedas, fiel compañera hasta aun momento, momento duro también, por que los médicos decían que era complicado todo, porque el golpe mío fue en el eje central del cuerpo, la cabeza, que podría existir alguna secuela, o perder el habla, o la movilidad de alguna de mis extremidades, por no decir que de todas, las vista, o cualquier sentido de mi cuerpo, y podrían ser afectadas por ese incidente, cuando me fui de paseo a un pueblo de mi país, no podía caminar, mi cara un poco torcida, mi hablar no era muy entendido que digamos, y para comer ni se diga, pero mi madre y mi padre (Jorgito) estuvieron ahí, me ayudaron me paseaban en ella, y la alegría de mi mama era lo más hermoso de todo, porque en su rostro, podía ver la cara de satisfacción que puede tener una mama el ver a su hijo por primera vez, después de nueve meses intensos, como lo fue con mi hermanita, así lo vi yo y así me lo mostro mi Dios, tenía el compromiso de hacer terapias, muchas, y a la primera que fui fue a la terapia física.

Primer piso del hospital, entrada de urgencias, tenía acceso con prioridad, porque iba en mi silla, entrando a la terapia me registre, luego me llamaron, al escuchar mi nombre por el altavoz, fui hasta haya, me atendió una terapeuta simpática por lo visto, eso era como un tipo de gimnasio, tenía caminadoras, tenía bicicletas estáticas, tenía una zona a donde le colocaban a uno frio caliente y así varias veces, había una especie de pasamanos a donde ponían a la gente a caminar para recuperar su fuerza, y esa fue la primera que hice, las piernas me temblaban de una manera exagerada, no me podía mantener de pie solo, siempre me tocaba con ayuda de algo o de alguien, vinieron muchas terapias así, primero tenía que recuperar la fuerza en mis piernas, para pasar a otro nivel, pero así fue, ya después mandaron a una bicicleta estática, difícil porque si al principio me costaba mantenerme de pie, ahora imagínate, como tenía que hacer el movimiento de las piernas, para hacer que la llanta de la bicicleta anduviera, por medio de una polea que conecta de los pedales a la llanta delantera de ella, pero el esfuerzo y las ganas de hacerlo fueron tan grandes, que todo lo pude superar.

Un día iba llegando a un más de mis terapias físicas, al entrar me vio la terapeuta, y me dijo, - oye julian, tú no tienes por qué andar en esa silla, o es que te falta un pie para poder caminar, tú con tu recuperación y tu esfuerzo no es para que estés en una de ellas, a contrario lo que debes hacerle ejercicio a tus piernas, así que no quiero que vuelvas en silla-, y así fue, entonces la solución, empezando fueron unas muletas, que por cierto, bástate fue la ayuda de ellas, porque las podía manejar bien.

Pero también era agotador, porque mis fuerzas no eran las mismas, y todo era un proceso, pero con Fe en Dios, todo fue mejorando, de la bicicleta estática, pase hacer varias series de frio caliente y así, para recuperar la sensibilidad en mis músculos, también pase por una máquina de pesas, a donde tenía que forzar mis piernas, para recuperar la fuerza en mis extremidades superiores, cada vez con más peso, y el esfuerzo era más y más, pero la recuperación era cada día más notable, tanto para mí, como para mi familia y los médicos, asombrados de este gran logro, esa fuerza inmensa de querer salir adelante, de poder disfrutar de un partido de futbol, de poder ir a la tienda, de poder salir tomado de la mano corriendo de felicidad, esa, esa era la fuerza y la motivación que día tras día me llevaron a una muy buena recuperación.

Pero también estaban las terapias de coordinación, era tratar de concentrar mis movimientos con mis sentidos, como el poder meter la punta de un hilo, en el ojal de una aguja, como poder hacer esas planas, de niño chiquito para que no te salgas del renglón, como poder mirar a un punto fijo, y poder sostenerte en un solo pie, sin perder tu equilibrio, como poder armar un rompecabezas, para recuperar tu concentración, o tal vez poderte amarrar los zapatos unas y otra vez, puede que se vean cosas tan simples, pero si no las estudias, no las podrás lograr, Dios te ha traído al mundo para que aprendas cosas para tu supervivencia, y así tiene que ser todo en la vida, es un proceso de aprendizaje, que solo tú, decides si lo haces y aprender, o tendrás que depender de alguien más en la vida, para que te haga todo esto. Y de las terapias de habla, que me dices, es como niño de primero de primaria, a donde te enseñan las vocales, las letras y a conjugarlas, es volver a la primaria, en volver al cole, a donde tu mama te levantaba cada mañana, te alistaba tu lonchera, tu maleta y te llevaba de la mano para cruzar la avenía, para poder llegar al jardín, y la profe te decía, la D con la E DE, las M con la A MA, y así. Aunque no lo puedo negar, en ese momento era como un refuerzo para poder recordar y como para tener un soporte de que no había olvidado, los regaños de mi mama, cuando no sabía de pequeño escribir ni leer.

Terapias de lectura, para poder recuperar también la memoria, para poder tener un poco más de fluidez al hablar, un poco más de entendimiento ante alguna lectura, o un cuento o algo así, pero todas esas cosas fueron tan enceníceles, en mi vida, que muy a los 21 años, tuve que ser niño de nuevo, y volver a aprender y a hacer cosas de niño, cosas que por cosa del destino, tuve que volver a vivir.

A veces es necesario, volver a ser niños, volver a sentirnos como ellos, volver a ver la vida como ellos, con esa infancia, esa humidad, esa sencillez, esa nobleza que representa a un niño, recordemos que Dios nos dice en un pasaje bíblico, «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos». (Mateo 19:13-15), y hay supe la importancia y el poder que tiene esto, porque en medio de todo, el sentirme como estaba yo, lo tome como una Bendición de Dios, nacer, aprender y salir adelante, son motivos suficientes para levantar la cabeza y decir ante toda situación YO PUEDO.

Un día, después de una gran recuperación, de miles de terapias, a donde mis esfuerzos, de tiempo, y la dedicación, ya podía hacer ya las cosas por mí mismo, podía ir baño, me podía bañar por sí solo, ya podía comer, vestirme, he incluso amarrarme los zapatos, como me lo habían enseñado, después de varias visitas al médico, aquel que me salvo la vida, y del cual estoy inmensamente agradecido, ese joven que había llegado como un NN vivo, en estado crítico, y con avanzadas laceraciones, ese, que un día, postro sus manos, ante mí, para salvarme la vida y darme otra, hoy es un hombre nuevo, y con ganas de salir a delante, pero algo en mi había cambiado.

Una mañana, estaba en ese proceso, en el que ya me podía arreglar por cuenta propia, tome una cuchilla de afeitar, pues me salía barba, me mire al espejo, con amor en los ojos, por todo lo que ya había pasado, vi algo en mi diferente, una hendidura en la parte delantera derecha de mi cráneo, para ser más precisos a la altura de la cien, mis ojos se llenaron de lágrimas, mi voz entre cortada, llamo a gritos a mi fiel amiga, mi madre, le comente lo que me estaba pasando, lo que me había visto, era como cuando tú, pinchas con tu dedo una bomba y se te hunde el mismo y la bomba vuelve a su normalidad, así mismo lo veía yo, y así lo puedo explicar, momento de pánico, llanto, dolor, mucho dolor, pero era más sentimental, que físico, aparte de eso, mi cabeza contaba con una cicatriz de setenta y tres puntos, que delinean, por donde fue el corte para sacar mi cráneo y poder drenar mi cerebro, en esos momento, mis sentimientos pasaron del hombre luchador y fuerte, a una hoja de papel, que se desase en el agua, me juzgaba, maldecía, me daba golpes en el pecho, por haber pasado todo eso, mi físico había cambiado, mi pensamiento en ese momento fue de, -y ahora quien se va a fijar en mí, si mire como estoy, como quede, esa cicatriz y ese hueco, me dañan todo para poder conseguir una pareja – me sentí afligido, me sentí quizás como el ogro de esa película en el cual su destino era estar solo, mis ojos llenos de lágrimas, y mi mirada baja, porque solo pensaba, en que hay mi vida era esa, quedar para siempre solo.

Tenía un control médico, a donde mi mayor preocupación era esa, lo que me había descubierto y hay me tenía tan triste y me hacía sentir tan solo, y lleno de llanto, le pregunte al doctor, porque me había pasado eso, tenía miedo, igual que mi madre, porque no teníamos conocimiento alguno de lo que pasaba, entonces, cualquier cosa que pasara, ante mi salud, era consultada a él.

El con su profesionalismo, me mando a tomar una examen, una foto de esas que le toman a uno a la cabeza (TAC), para mirar que había pasado y poder tener una respuesta ante la preocupación que teníamos, resulta y pasa que en esa parte, hay un musculo, que solo se vitaliza por el movimiento, que tenemos, al hablar, al comer o al masticar, pero que como yo estuve tanto tiempo sin esa funcionalidad, pues él fue perdiendo su musculatura, por su falta de movimiento se fue secando, y que por eso pasa eso, al contrario del otro lado, que estaba muy normal, ya que no sufrió ningún tipo de golpe, ni presento ninguna afectación, entonces me dijo y me dio razón de porqué pasaba eso, pero su voz de aliento me conforto, porque me dijo que después de un tiempo todo volvería a su normalidad, que él no me dice cuándo, pero que va a ser así, y la verdad, como no creerle, después de todo lo que hizo por mí, aunque me dijo que había una solución ante eso, era colocar una aparato de metal, para sacar esa hendidura y que no se viera (platina), duro verdad, no sabía, que hacer en esos momentos, mi estado de ánimo bajo tanto pero tanto, que ya no sabía qué hacer.

Llegaron miles de preguntas a mi cabeza, miles de estados de ánimo encontrados, llanto, porque cada vez que tenía la oportunidad de poder verme a un espejo, mi razón de ser pasaba de lo más grande, a lo más bajo que podría haber enfrentado en ese momento; dentro de mí, le pedía a Dios fuerza y mi familia me la daba, pero no fue fácil, afrontar esa situación, fue de tiempo, de mucha fortaleza, pero lo más importante y lo que nunca me falto fue Amor, Amor por querer salir a delante, tener la gran dicha de ver a esa nueva criatura, crecer, reír , jugar, preguntar y de mas, son cosas mucho más grandes, las cuales, mi mayor ideal, era vencer lo que un día, cambio mi vida por completo.

A veces tenemos que pasar por momentos tan duros en la vida, momentos los cuales nunca estamos preparados para afrontar, pero me he dado cuenta de que en la vida, hay que hacerlo y afrontarlos, seguro de que de esos momentos, circunstancias, problemas y estados de ánimo, que de un momento a otro llegan a tu vida, y son para hacerte cada vez más fuerte, te hacen cambiar, a veces para bien o en otros para mal, no puedo decir que fue fácil, porque nada en la vida puede ser fácil, todo tiene que tener, o un precio o un sufrimiento, a veces hasta un sacrificio.

Pero también me di cuenta de que los milagros, existen, de que todo en la vida muchas veces deprende de un milagro, como paso en este caso, pero también tienes que llorar, tienes que sufrir, de eso se trata la vida, pero eres tu quien decide como la tienes que afrontar, no puedes pasar la vida echándote látigo, culpas ajenas, ni guardar resentimiento, ni odio, los recuerdos siempre van a vivir, pero va en ti, saberlos manejar.

Pero hay no termina todo, quizás solo es una parte de un gran sufrimiento y de una gran historia, la puerta a otra mucha más grande y bendecida, una puerta de la cual no existe poder humano de poder cerrarla, pero si una gran voluntad para poder entrar a ella, solo que como te decía, todo va tomado de la mano, con un sufrimiento y un gran sacrificio, pero no pienses en un sacrificio, económico, ni humano, no, solo de dejar cosas que afectan tu vida, tus relaciones, tanto en la familia como afuera de ella, tu salud, tu paz y tu tranquilidad.

Un día escuche algo, y creo que muchos lo han escuchado, después de una gran batalla, viene una gran victoria, y toda piedra colocada en el camino, te hace más fuerte, para afrontar la bendición que viene en camino.

No hice esto para pronto hacerme rico, ni mucho menos, pero si porque sé que en algún lugar en el mundo, alguien podrá necesitar una voz de aliento, como yo muchas veces lo he necesita.

Después de muchas cosas, vividas, sentimientos encontrados, y caminos abiertos, es como querer tratar de escribir otra historia en mi vida, es como comprar un cuaderno nuevo, para mejorar tu letra, así siento y así lo he visto hasta el día de hoy.

Tengo que darle gracias a Dios primero que todo, porque sin él, esto no hubiera podido ser, a mi madre, quien vivió, en carne propia este sufrimiento, a mis abuelos, tíos, primos, y todos aquellos, que hicieron posible que hoy yo pudiese sentarme enfrente de mi computador, a contar esto, a lo médicos, que sin duda, fueron Ángeles enviados del cielo, para sanar mis heridas.

tengo varios recuerdos de este capítulo en mi vida, lo de mi mente, que no lo olvidan, las cicatrices que me dejo este, las fotos, la historia clínica entre otros, me duelen verlos, alguien me preguntaba un día, porque no busque los culpables de esto, sabes, dije, No, no quiero buscar culpables, Dios mismo se encargara de hacer su justicia, gracias a él, hoy cuento de una salud excelente, no tengo por el momento, secuelas o cosas que las tengas que controlar, es más ni medicamentos, en conclusión estoy muy bien y bendecido

Éxodo 13:9

Y te será como una señal en tu mano, y como un recordatorio en tu frente, para que la ley del SEÑOR esté en tu boca; porque con mano fuerte te sacó el SEÑOR de Egipto.

Gracias a todos ustedes, hoy mi vida ha cambiado, porque puedo ser testigo fiel de que Dios, es el todo poderoso, y que no hay nadie más grande que él. Te lo aseguro.

Bogotá, Colombia

Julian esteban Ortegón lancheros

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21. April 2020 02:38 1 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Das Ende

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