Era una mañana como cualquier otra, un 3 de marzo de 2020 para ser más específico en la fecha y hora de aquel acontecimiento tan impactante en mi vida.
Dormíamos con mi esposa y mi gatita amy hasta que mi teléfono celular comienza a sonar interviniendo en la Paz de nuestro descanso matutino. Como era de costumbre, mi mamá estaba enviándome un nuevo mensaje de texto.
Este mensaje no sería un mensaje cualquiera como los que estaba acostumbrado a leer.
—¡hola hijo!, ¿como están?, ¿durmieron bien?—Pensé por segundo mientras mi cuerpo decían
— no hagas caso, sigue durmiendo mi rey— Porque si, a si me dice mi cuerpo cuando intento levantarme.
Pero cuando en ese instante logró vencer mi tentación de dormir, me doy cuenta que el mensaje que me enviaba mi madre no era nada más ni nada menos que en siguiente.
necesito asilo por un día.
Acto seguido, me envía una imagen con la foto del que hoy sería mi mejor amigo.
—¡Un gatito!— Grito desesperadamente mientras despierto a mi esposa del susto.
—¡vamos, vamos, debemos ir a buscarlo!
Nos vestimos rápidamente y emprendemos el viaje más corto de nuestras vidas, 4 cuadras hacia el supermercado donde trabaja la heroina de los gatos, o como le decimos a mi mamá "la vieja de los gatos", por la tan vista serie de Los Simpson. (es que si, tiene alrededor de 4 gatos más los que alimenta de la calle y de los vecinos).
Una vez llegados, vemos como el pequeño gatuno está dentro de una caja de cartón, con su comida y sus pelos todos alborotados por el miedo.
Con mi esposa levantamos al que en días siguientes llamaríamos cariñosamente "El Milaneso" —Si, ama las milanesas y además, según ella tiene forma de milanesa... Mejor no opinar.
Ese día se volvería tan especial, que pasaría de un asilo de tan solo un día a ya casi su primer mes en nuestro hogar, estamos a tan solo 2 semanas o menos de que Milaneso tenga una nueva hermanita, mi hija Emma Sophia esta por nacer y ya sería junto a Emma 3 mujeres en la casa. Mi señora, mi gatita de 5 meses Amy y Emma, mientras que tan solo somos nosotros los únicos varones y hombresotes de la casa, el milanga y yo.
Cuántas ganas tenía de conocer a un ser tan especial como él, aprendo tanto cada día de él, pero de lo que mas he aprendido en este mes, es como amar a otra persona sin siquiera poderle decir una palabra, he aprendido a decir te amo en miles de formas más tan solo gracias a este pequeño peludo amigo.
Esta es la historia que recién comienza de hecho, de mi mejor amigo, El milanga.
Vielen Dank für das Lesen!
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