Subo las escaleras,
y solo ajetreo y bulla al entrar.
Personas listas para seguir la rutina, mientras
otras se preparan para descubrir.
Solamente veo caras.
Unas felices,
otras serias
con aire de mosqueo.
Pero no hay nombres,
tampoco apellidos,
solo caras,
no hay prejuicios.
Me aíslo,
el sonido del acordeón acompaña
el pasar del olivar.
Mientras dos niñas,
soltando pequeñas risas,
calientan mi corazón,
trayéndome recuerdos
que no sabía que aún estaban ahí.
Vielen Dank für das Lesen!
Wir können Inkspired kostenlos behalten, indem wir unseren Besuchern Werbung anzeigen. Bitte unterstützen Sie uns, indem Sie den AdBlocker auf die Whitelist setzen oder deaktivieren.
Laden Sie danach die Website neu, um Inkspired weiterhin normal zu verwenden.