Preludio.
Lo mejor (y peor) de perderte en una ilusión,
es empezar a confundir la realidad y la ficción
viviendo en estragos de lúcida imaginación
disfrutando cada momento de breve pero honesta diversión.
Pero... un estruendo de sinceridad acaba tu glorificación,
dicho fin marca el comienzo de tu maldición,
un golpe funesto que invoca tenue perdición
y pues, inicia la perdida de una muy feliz alucinación.
Poema N°1: Divino Corazón.
Cual azteca piel morena,
O canto de nórdica amorosa
Egipcia silueta dorada
Griega actitud majestuosa.
En tus ojos encuentro mi Edén,
En tus labios mi propio Valhala,
Tu voz cual guía de Valkiria
Tus brazos como cuna en Esparta.
Usted mi astro mayor
Servirle un placer y honor,
Cual olímpica usted llena
De luz y brillo de estrella.
Si algún día alejado de ti estoy
Contemplaría mi Ragnarok
Mi alma en entregada rendición
Caería al Infierno sin opción.
Vielen Dank für das Lesen!
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