Cada vez que cierro los ojos puedo ver los ángeles de mi corazón moverse, revolotean con alas negras por todo ser. De momento me detengo y siento el aire en mi rostro mi cerquillo se mueve como las cortinas rojizas del cuarto de mamá; siento que puedo volar me subo sobre la mesa y me lanzo…..
…prammmmmmmm…
Oh no el búcaro de mamá.
-¡Kaaaaarrrlllla!
-No mamá no, no, no me tomes del brazo que me lastimas.
- ¿Te lastimo he? ¡Siempre destrozando todo, te mereces que te castigue!
-No, déjame.
Plasss……
-Vaya una nalgada para que aprendas.
Mamá siempre tuerce las cejas me grita y me da, yo solo quería volar, o aquella vez que quería ser una flor y estiré mis manos para florecer y tumbé el adorno que le regaló su amiga Ana, o cuando quise ser un canguro y rompí un muelle de su cama. Y cuando hice aquel dibujo de la familia feliz y se puso tan enojada que me puso de castigo la noche entera desnuda en un cuarto oscuro; mamá dice que yo solo la tengo a ella y que no puedo querer a mi tío ni a mis abuelos.
Ella a veces se pone muy brava cuando juego con Lila y Lolo porque dice que no existen, pero yo las veo y son dos niñas muy graciosas, se parecen mucho a mí. Lila y Lolo son hermanas ¡Yo quisiera tener una hermana! Ellas viven con toda su familia, abuelo, tíos, primos y con sus padres; dicen que todos juegan juntos y que dibujan las paredes y pintan flores, arcoíris y unicornios. A veces yo quiero mudarme con ellos porque mis padres solo quieren que me quede quieta en un sillón y no me mueva.
Ayer era el cumpleaños de abuela Cari y mi mamá va a llevarme hoy.
-Fíjate Karla no quiero ver que andes besuqueando a nadie allá.
A ella no le gusta que juegue con mis abuelos un día los oí discutiendo y mamá le decía a Cari que ella nunca fue su madre que su madre era mi bisabuela Carmen que fue la que la crió, parece que Cari la tubo muy joven y ella se ocupó de todo. Mamá no quiere a mi abuela y me dice que es mala y que yo tampoco puedo quererla.
Vamos por la calle y a lo lejos se distingue la pequeña casa carmelita de mi abuela; puedo oler el olor del café que se desprende por las ventanas. Abuela ha arreglado la casa vendiendo café, porque siempre fue muy pobre.
-Fíjate Karla dile felicidades a tu abuela, pero no te les pegues mucho que te sueno.
Fuera de la casa están mi tío y mi abuelo postizo porque el otro no sé donde está, ese se desapareció cuando mamá aún era pequeña. Pero mi abuelo postizo me da mucha risa porque es muy bajito y parece un gnomo de jardín. Mami me baja de la bici y ellos me miran con cara de ilusión, me volteo y miro a mi mamá y frunce el ceño. Apenas camino torciendo los pies.
-No me vas a saludar- dice el pequeño gnomo.
-No- digo, si pudiera te saludara pero me ganaría un castigo en el cuarto obscuro-No quiero.
Ambos me miran bravos como siempre, de repente siento frío, pero Lila y Lolo están a mi lado para darme las manos, ellas son realmente mis dos únicas amigas.
-Puedes hacerlo, entra – Dicen a coro sonriendo.
-Si lo haré.
-¿Dijiste algo?-pregunta mi tío- Pero yo no respondo, él nunca entendería quienes son Lila y Lolo, el solo piensa que soy una pesada porque no los miro.
Entro a la casa a saludar a Cari.
-Debes decirle felicidades, pero no muy motivada, recuerda- Dice Lolo.
Ella está en la cocina, desde aquí puedo ver su delantal rosa. Está sonriendo y trae chocolates en las manos para dármelos.
-Feliz Cumpleaños- Le digo, pero suena como si le hubiera dicho cualquier otra cosa, como buen día, hola, que tal o algo parecido. Se lo digo sin acercarme mucho, estoy segura de que mamá puede verme a través de las paredes.
Intenta darme los bombones pero la esquivo y salgo corriendo. Yo realmente no quería pero a Lila se le hacía agua la boca.
Afuera me espera ella, para llevarme a casa me monto rápido en la bici sin mirar atrás y me voy.
En la casa solo estamos mi mamá y yo; Lila y Lolo claro. Si no fuera por ellas me sentiría muy sola porque mamá siempre está entretenida en algo y yo ya no tengo a más nadie.
Mamá se sienta delante del televisor y yo me quedo sola en el portal.
-Hagamos algo-dice Lila.
De momento me quedo tiesa y pálida y en mi mente rebotan cientos de pensamientos.
-Karla.
-Karla
-Karla
-Karlaaaaaaaaaa- Lolo me da con la palma de la mano en la frente.
PPPPPPPPPPPPPPPLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSS
-Ya sé- digo- vamos a pintar las paredes.
-Oye y tu mamá- Me dicen asombradas mis amigas. -Ella que pinte también si quiere.
-jajajajajajajajaajajaja. Estás loca- Sonríen.
Busco los colores y comienzo a dibujar. Flores por aquí, mariposas por allá, la familia feliz, muchos amigos, una casa mágica y arcoíris, muchos arcoíris.
-Karlaaaaaaa!
Mamá me toma del brazo, me quita la ropa y me encierra en el cuarto en medio de la oscuridad.
-Lo siento- Me ponen las manos en los hombros las dos hermanas con ojos tristes yo estoy agachada en el piso con la cabeza baja.
Se miran y aprietan los labios. Pero yo me paro y saco de la oscuridad una varita mágica la giro a mí alrededor y mágicamente aparece un vestido tornasol en mi cuerpo.
-¿Cómo lo hiciste?- Pregunta asombradas.
-Ahora la oscuridad es mi reino, aquí puedo ser quien yo quiera y tener lo que quiera.
Giro la varita y todo se llena de estrellas voladoras.
-Voy a irme con ustedes
Levanto la mano y aparece frente a nosotros una gran puerta brillante.
-Vamos iremos a vuestra casa.
Lila y Lolo toman mis manos, entramos a través de la puerta y desaparecemos en la oscuridad.
Vielen Dank für das Lesen!