TRES MESES DE UN AMOR ILEGAL Follow einer Story

Amor mío…

    Que es tan incomprendido, a donde te has ido… Me has dejado una brecha aquí en mi corazón…

Abril 2017

5 DE OCTUBRE DE 2016

Como seria yo capaz de olvidar esa fecha, díganme loca o masoquista. Pero no lo logro olvidarle. Ese día siendo noche, lo volví a ver. Yo estaba caminando con un amigo en las fiestas patronales de mi pueblo, la verdad que no estaban nada mal –no es por presumir- pero quedaron geniales, no solo del hecho de que eran gratis, 100% gratis; o sea amigo, no es cualquier cosa, pero estaba muy bien y con artistas de lujo. En realidad, era la primera vez que asistía a las fiestas patronales sin ninguna supervisión de ningún adulto, pues en aquel entonces tenía 17 años y me encontraba trabajando dando clases de refuerzo.

Recuerdo muy bien que mi amigo llamado Julián, estaba conmigo y decidimos dar una vuelta por toda la plaza, la verdad no había nada que caminarle, puesto que no es muy grande y que además de eso le habíamos dado ya como 7 vueltas a la plaza, o sea un caso normal cuando no tienes nada que hacer.

La cosa fue cuando estábamos caminando, Julián me comentaba que estaba teniendo problemas con su novia Margarita, y no sabía cómo resolverlo, pero en realidad el problema no era ella, sino más bien su suegra que se metía en la relación, dando imposiciones a mi pobre Julián, y mi único consejo en ese momento fue que hablara con la mama de Margarita, –de buena manera claro está- y que aclarara muchas cosas que no le gusta, puesto que a él, con la constante manipulación –digamos así- se verían ambos más afectados en la relación.

Yo en esos momentos de análisis de su relación, pensaba en todos los factores que podrían afectarlos a ambos, y pues realmente no quería que ambos terminaran, simplemente por la frustración de verse obligados a ciertas cosas, y que también es un poco prístino[1] que solo de la convicción de la suegra de Julián, no podía tener amigas… erro mío… no podía estar con amigas en lugares públicos por mucho tiempo. Sinceramente no se imaginan el miedo que le tenía Julián a su suegra, pues a decir verdad Margarita y Julián ya iban a cumplir un año juntos como novios, y pues para mí, era fatuo[2] que la madre de Margarita estuviese como así decirlo a la contra defensiva.

Sinceramente lo que me contaba Julián, era que casi siempre su suegra tenía alguna imposición en el salir, de que si están en una fiesta y el lleva a Margarita y él se devuelve era problema, que si estaba mucho con los amigos… otro problema…, que no tenía tiempo para estar con ella… más problema… y muchas otras cosas.

No olvido que Julián ese día tenia varicela; bueno, ya le había pasado la enfermedad, porque ya se le estaban cayendo las conchas y no olvido que él y margarita discutieron ese mismo día, del porque él estaba “enfermo”, sinceramente no le vi sentido a las discusión, puesto de que él estaba mejor, y que era mejor para él era salir de este ambiente en el que estaba en su casa.

La discusión no fue muy fuerte pero para los ojos de sus suegra si, así que decidió llevarse a margarita de donde él estaba, Dios eso fue frustrante y además en la forma tan espantosa de como ella me miro, no sabía cómo sentirme, realmente esa mirada dio escalofríos, como si no me quisiera ver en su vida, y francamente yo no la quería volver atravesar en mi vida. También cuenta el hecho de que nunca en mi vida yo la había visto, esa fue mi primera y última vez con ella, desde entonces, actualmente no me la eh vuelto atravesar.

Julián y mi persona desdecimos seguir caminando, y mientras más vueltas le dábamos a la plaza, más personas nos encontrábamos, cabe resaltar que Julián no estaba del todo contento con lo sucedido con su suegra; pero quien lo estaría, obviamente que ninguna persona, y que así mismo de la forma tan indirecta como me trato, no podía ni imaginar cuanta ira podía tener mi amigo.

Haciendo recordéis del suceso, no olvido que dure aproximadamente unos cuarenta y cinco minutos subiéndole el ánimo, pues claro la vieja de mala leche nos dañó la fiesta, pero al final todo fue superado… no por mucho… la felicidad de Julián se fue por el caño, en cuando dábamos una vuelta más por la plaza, hay y solo hay la vio. Vio a su Margarita con su mama y su tía, claro ahí fue cuando le dije que tratara de evitar a su suegra; pues, de nada sirve estar de enemigo con los suegros.

Y no sirvió mucho el consejo, porque el en vez de ir para adelante, va es para atrás. Hay se le dio la gran idea de teníamos que pasarle por el frente; absurdo, realmente absurdo. No sé qué era lo que quería demostrar, y en cuando íbamos caminando y llegando a la entrada del palco le pregunte:

-      ¿Por qué quieres pasar al frente de ellas? Acaso ¿quieres que me maten?

Estaba alertada, no quería que me desgreñaran en plena fiesta una mujer paranoica, y lo único que me respondió:

-      Quiero que vean que soy un niño rebelde.

Y este que se chiflo, no lo podía creer, sencillamente no lo podía creer, una de las argumentaciones más absurdas que eh escuchado en mi vida…. Y viniendo de parte de él, más. Era más que claro que no estaba cuerdo, no del todo, y la única conclusión a que eh podido llegar era que le afecto mucho lo sucedido momentos atrás.

Conforme íbamos caminando, íbamos hablando del pro y el contra, y en el momento que estábamos en la entrada del placo –porque era de libre movilidad, y gratis- en esos momentos escucho que alguien me llama por mi apellido:

-      Márquez….

Simplemente miro para atrás, pero no veo a nadie, y me sentí extraña, siendo franca conmigo misma había escuchado que me llamaban por mi apellido. En eso decidí seguir mi camino, pero en ese momento vuelvo y escucho:

-      Márquez… Márquez

Miro para atrás de nuevo, buscando al causante de mi distracción, y es ahí cuando lo vi.

Vi a uno de los amores de mi vida, no sabía cómo contenerme, pues creo que chille de la emoción y me le lance encima, muy típico de mí cuando lo veo… Y mirándolo bien, pienso que los años no le pasan, a diferencia de mi –creo que cada día que pasa tengo dos años más encima- que exagerada soy, por DIOS. Pero, es inevitable, esa es mi esencia.

Cuando me separe de Carlos, lo único que hizo fue regañarme, y pues tampoco hace falte mencionar que deje a Julián, tanto caminando solo, como hablando…. Qué pena con él, pero es que o sea Carlos es Carlos, mi casi hermano mayor, de otro color pero no importa.

Carlos, lo primero que me dijo fue:

-      Tú si eres ingrata, como te olvidas de mí.

-      Pues yo no soy la única que tiene manos y dedos para escribir un mensaje en el Facebook…

Claro que repele su comentario, no era digno para que me lo dijera, francamente él es de la personas que si tu no le escribes, él no lo hará… jamás… de los jamases...  pues yo tampoco es que le escribiera, pero es que aburre siempre tener que escribir a alguien y que ni siquiera se tomen la molestia un día para hacerlo.

Luego yo de mi mini-disputa con Carlos hay me doy cuenta que no estaba solo, pues es de decir que él no vive en mí mismo pueblo, no. Él vive en el pueblo vecino que solo son unos 5 minutos en carro, bueno estaba con Yura y su novio, la cual no recuerdo su nombre.

Los salude de lo más normal de mundo, luego volteé para mirar donde estaba Julián, y ya se me había desaparecido de la faz de la tierra… no se para donde habrá agarrado, creo que se lo trago la tierra, y bueno, pues mire de nuevo donde estaba su novia y hay no estaba. De cierto modo me alivio ver que no estaba hay.

Cuando le puse de nuevo atención a Carlos, me pregunto que a quien buscaba, y claro le respondí que buscaba a mi amigo Julián, Carlos no sabía quién era y no le dio mucha importancia, luego de eso él me dice:

-      Manita, ayúdame a buscar a Esaú.

Y hay me helé, no podía creer lo que había escuchado… Esaú… Esaú estaba aquí… no lo creo… por DIOS, tanto tiempo y ahora es que tiene que aparecer. Lo único que le pude decir a Carlos:

-      Si manito, por supuesto… y ¿con que ropa vino?

-      Manita, no se… el solo me dijo que ya estaba aquí.

Genial ahora solo faltaba buscar a alguien en una multitud de gente, pero no sé si es que tengo un ojo biónico, o era que soy tan de buenas que cuando voltee para buscar lo vi… pero no creía que fuese él. Y lo único que le dije a Carlos.

-      Ese es Esaú.

-      ¿Dónde?

-      Haya... mira el de camisa amarillo pollito con gris… manito ¿ese es Esaú?

Esta más que claro que no creía que fuese el, sé que estoy ciega pero tampoco puedo tener distorsión de imagen… a ver cómo explicarme, Esaú tenia barba –más de lo que me gustaría que tuviese un hombre-, pues también estaba más gordo de la última vez que lo vi, y tenía un muy semblante diferente.

-      Carajo mija, sí que tienes vista. –esto fue lo que me dijo Carlos-

-      Hay manito, pero como sería difícil identificar a alguien que tiene una camisa amarillo pollito, cuando es una persona de piel oscura.

-      Pues si eso tienes razón.

Decidimos acercarnos en donde él se encontraba, y no me sorprendía que estuviese tomando, muy típico de él. Y mediante más me acercaba, mas mi pulso se aceleraba, más la respiración se volvía superficial, y la mente estaba que colapsaba. No sabía qué hacer, como actuar que decir, si saludarlo o no… no se… y no se…

Realmente estaba aturdida, no imaginaba volverlo a encontrar después de tanto tiempo, y menos en un momento así. Cuando Carlos y yo llegamos donde él se encontraba, lo salude de la manera más espontanea que ni yo misma me lo creo.

-      Hola Esaú.

Fue lo único que pude llegar a decir en ese momento… ridículo, lo sé, pero que más podía hacer, no sabía que más decir, y claro el me respondió, -sería muy descortés por parte de él que no me respondiese-.

-      Hola Ana, ¿Cómo estás?

-      Yo estoy muy bien y tu… ¿Cómo andas?

-      No nada, yo muy bien, y ¿Dónde estabas tú Carlos?... llevo bastante esperándote aquí.

-      Nombe, estaba esperando al novio de Yura, a que se apurara y me vine con él, y después recién llegado me encontré a vale… después le dije que me ayudara a buscarte. –le dijo Carlos a Esaú-

No recuerdo mucho de cuál fue la conversación que tuvimos después, lo que si no olvido, es que empezamos a tomarnos fotos, yo no quería tomarme fotos, estaba muy fea, yo solo fui casual-normal. Pero no… tenía que salir Carlos, ven a tomarte la foto conmigo… y que más me toco… luego me la tome con Esaú, y después los tres juntos.

Hablamos un rato más, fueron diversos temas tribales hasta que mi papa y mi mama me llamaron que ya era hora de irnos, pues ellos después decidieron irse a gozar fiesta, y pues yo no quería irme sola, está más que claro.

Al llegar a la casa el celular se estaba cargando, lo tome y le escribí a Esaú para que me pasara las fotos –ya que nosotros no lo tomamos del celular de el-. Después haberle escrito me fui a dormir, no sé qué fue lo que contesto tenía mucho sueño y mi cama estaba muy tentadora. Lo único que hice fue dejar mi teléfono hay en la mesa de noche y echarme a dormir, ya mañana será diferente.

[1] Prístino: sinónimo de viejo, antiguo, primitivo, arcaico.

[2] Fatuo: sinónimo de insensato, soberbio, inmodesto.