Kurzgeschichte
2
4.6k ABRUFE
Abgeschlossen
Lesezeit
AA Teilen

El día de mi muerte.


Veo mis venas abrirse al ver pasar un objeto delgado, plateado, brillante, y filoso por mis muñecas.

Mis brazos se sienten mojados por sangre y mi cuerpo por la fría agua de la tina.

Mis ojos se inundan de lágrimas como la tina de sangre, una gota recorre mi mejilla hasta llegar a la tina.

Recuerdos pasan por mi mente y hacen que quiera terminar con esto ya, el grifo calla mi lamento ahogado.

Me odio al recordar lo hipócrita que fui cada día al sonreír, rio irónicamente al pensar por un momento que debería decidir vivir, pero no tenía nada que pensar a lo mejor la decisión ya estaba tomada.

Miles de demonios pasan por mi mente riendo de mi cobardía, soy egoísta pero como podría vivir con una carga que se hace llamar vida.

Todos se preguntaran ¿por qué? pensaran que debí haber decidido vivir pero no saben cuántas veces retrocedí cuando no quería seguir, no saben cuántas veces lo pensé, no saben cuántas veces me aterrorice por lo que quería hacer, no saben cuánto luche contra mis deseos

Como poder vivir si me sentía tan estúpidamente vacía, si me sentía tan sola, me sentía tan invisible, si me recordaban lo lejos que estaba del estereotipo, como poder vivir si pasaba días sin comer y aun así me veía tan imperfecta en el espejo, sentía que eran poca cosa para este mundo, quería aferrarme pero mi vida se convertía en cada vez más vacía.

¿Cómo podría vivir así?

Preguntándome si mi vida tenía sentido, preguntándome cada día si alguien notaria mi ausencia, si me juzgaran por mi cobardía porque así es la sociedad donde te etiquetan por tu apariencia por tu dinero, por tus pechos, donde vuelven débil al fuerte donde mi padre fue criticado por su empleo y mi madre por su cuerpo. No, yo así no podría vivir así.

La tina esta tan roja como mi sangre, mi cuerpo pide ayuda pero yo solo guardo silencio.

A unos segundo de dar mi último respiro escucho a mi familia gritar mi nombre tras la puerta... veo como esta cae y los veo allí, mi madre desmayándose, mi padre quedándose parado sin hacer nada más que mirarme mientras lagrimas hacían evidente su dolor.

Mi hermano corre hacia a mí, mi cabeza reposa en su brazo sus lágrimas caían sobre mis mejillas juntándose con las mías. Sus ojos estaban como cristales, el azul cielo de estos se habían convertido en fríos como el hielo... Cuanto lamentaba eso

Mi cuerpo frio, mis muñecas adoloridas y mi garganta seca se esfuerzan y con el último aliento le digo...

-perdón, pero no pude más, quería acabar ya, no quería sufrir más, me sentía tan cansada pero eso acabara ya, te amo- y acaricio su rostro con mi mano casi helada

Y mis ojos se cierran lentamente soltando mis últimas lágrimas y me llevo la imagen de mi hermano frente a mí sollozando.

Salgo de mi cuerpo y me paro junto a mi hermano viéndolo sostenerlo que alguna vez fue mi cuerpo, noto mis pómulos marcados en mi rostro y me doy cuenta de lo equivocada que estaba, mi mano reposa en su hombro veo el dolor en sus ojos quiero acariciarlo pero mi mano sigue de largo; quiero abrazarlo, quiero besarlo, quiero sentir... quiero vivir



17. Dezember 2018 02:46 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
0
Das Ende

Über den Autor

Kommentiere etwas

Post!
Bisher keine Kommentare. Sei der Erste, der etwas sagt!
~