Kurzgeschichte
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5.3k ABRUFE
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Estaba a unos meses de morir; tenía un diagnostico que le daba una esperanza de vida que no pasaba de un año.

Empezó a recordar su vida y a preguntarse que cosas había hecho. Trataba de buscar algo digno de recordar, algo que lo volviera inmortal para la sociedad.

Desde niño tenía la concepción, la idea de ser famoso y que cuando muriera sea recordado por mucho tiempo.

Trató de destacar siempre, pero no era suficiente; trató de ser bueno, pero no era suficiente; intentó ser diferente y admirable pero no lo logró nunca.

Ahora que ya le queda poco tiempo de vida se ah desesperado, y busca con más ansias una manera de ser recordado.

Y en medio de esos sentimientos combinados, en esa explosión de impaciencia y ansiedad, se le aclaró en mente una nueva idea, pero esta vez muy escalofriante.

Esta idea tan funesta y macabra lo llenó de ánimo, hizo que se sintiera inmortal; ya quería tener sangre ajena en sus manos. Pues la gente mas recuerda un hecho malo, que uno bueno.

Él era una persona de buen parecido físico, era alto, delgado, ojos claros; además, vestía de manera elegante pues su trabajo se lo demandaba. Pero a pesar de ser así y además de percibir un cuantioso salario a tan corta edad no era feliz, ni ahora ni antes de saber lo que padecía. Su personalidad era solitaria y muy voluble.

Arrojó las cosas de la mesa y la limpió; buscó papeles, lápices y su laptop, puso todo sobre la mesa y apagó las luces dejando únicamente encendida una lampara de mesa que se encontraba junto a él, que por cierto no era muy potente.

Pasó algunos días buscando asesinatos, relatos de crímenes, y todo cuanto era relacionado; hacía llamadas muy extrañas y tenebrosas a diferentes personas. No fueron tantos esos días, pero si los suficientes para que aquel pobre hombre se volviera mucho mas loco de lo que ya era. Después de 2 meses ya lo tenia todo listo, era hora de matar.

El 31 de junio el doctor se decidió por completo en ir a visitar a nuestro pequeño asesino pues al parecer se había equivocado en el diagnóstico. El día que le dijo lo que padecía, estaba en un leve estado etílico y que ese error había ocasionado el colapso emocional de un nuevo asesino. El doctor fue a buscarlo personalmente para tratar de evitar que se le presentase algún cargo en contra.

Llegó cuando apenas los primeros rayos de sol aparecían, llamó a la puerta una, dos, tres, cuatro, y recién allí se abrió. No había nadie que le diera la bienvenida, solo una penumbra donde apenas si veía el piso. Entró con un poco de temor por el ambiente que daba una pinta de lúgubre, pero se le quitó rápido porque tenía que volver al hospital; dejó la puerta abierta y apenas duró unos 10 segundos en pie hasta cuando se escuchó un ruido seco y fuerte, seguido del desvanecimiento de un cuerpo.

El doctor abrió lentamente los ojos, estaba adolorido por las contusiones y heridas, reconoció una mesita con una luz tenue y de fondo unos ojos macabros, ansiosos, que lo observaban cuidadosamente y que de pronto empezaron a acercarse; fueron adquiriendo un rostro, un cuerpo, piernas, brazos, y en la mano izquierda había un cuchillo que a pesar de la luz tenue reflejaba su tan cortante filo.

El cuchillo fue tomando parte importante pues se acercaba a su cuello amenazante a ocasionarle una hemorragia mortal; quiso gritar, pero la mordaza estaba muy apretada; también intentó patear, gimotear, pero nada hizo que ese cuchillo detuviera su curso y su propósito.

Al día siguiente a eso de las 3 para mas tarde, llegaron 2 policías a la casa del seudo - enfermo pues había reportes de sonidos alarmantes y extraños. Cuando llegaron a la casa aun estaba la puerta abierta y entraron; el piso estaba pegajoso, se sentía un olor agudo y fuerte, todo estaba muy oscuro. Javier, el policía que dirigía, buscó un interruptor y lo activo. Fue el cambio de iluminación tan brusco que confundió a los policías, pero de poquito a poco las cosas fueron tomando forma y se llevaron una espantosa sorpresa.

Lo pegajoso del suelo era una mezcla de heces, sangre y muchas vísceras. Había 13 cuerpos tratados de la peor manera; todos estaban desnudos, algunos sin ojos, otros con la lengua en las manos, y con muchas heridas profundas.

Al final de todo fueron a una habitación y se encontraron con algo nuevo: había dos cadáveres con suturas en el cuello, brazos y piernas, y cuando se acercaron mas a observarlos confirmaron que esas partes no eran propias del cuerpo donde estaban. Esos dos cadáveres estaban al lado de la mesa en posición fetal y mirándose mutuamente.

Pero Javier miró algo escrito en una de las paredes, estaba hecho con sangre y decía una frase:” Aún escucho tu respirar y a tu corazón”.

Al finalizar la inspección salió solo un policía en pie quien tomo la patrulla y se fue sin rumbo fijo, y al cabo de unos minutos explotó cerca de un parque.

Después de dos días apareció en primera plana la noticia de una masacre jamás inimaginable y de una explosión que dejo mas muertos que en esa casa del terror. En la primera se narraba una casa donde se encontraron 13 cadáveres de desaparecidos, aparte de la del dueño de la casa y de un doctor, también se halló el cadáver del policía asesino; en la segunda narraba de una patrulla que explotó cerca de un parque y que mato a muchas personas, familias que quieran pasar un momento agradable allí.

Al final, no se descubrió el verdadero asesino. Pues este debería ser alguien que conociera cada momento que pasó y que supiera explicarlo tan bien, además que los haya espiado durante algún tiempo, y sobre todo que aprovecho una puerta abierta, no?

12. November 2018 04:54 1 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Das Ende

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sr sergio reyex
el asesino era el segundo policia?
January 10, 2020, 22:09
~

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