La Diagonal Follow einer Story

Cada uno de nosotros tiene escrito dentro de sí la esencia de su personalidad, una orientación natural del sentimiento, una idea de lo que es justo y de lo que no lo es.

Algunas personas ven esa esencia muy pronto, la asumen, miran al frente y caminan por el mundo según su propia ley, con el rumbo definido, las velas hinchadas, determinadas porque saben hacia dónde quieren caminar.

Innumerables vidas se pierden, quedan reducidas a cenizas porque hay seres que no encuentran su norte, o aunque lo encuentran, se sienten incapacitatos o incapacitadas, sin fuerza, para ser y comportarse como realmente desean. Siguen la corriente, se diluyen en el río que lleva más agua por miedo a la intemperie, por el vértigo a marcar su diferencia , a no seguir la norma, a la Disidencia.

Hay una imagen, un proyecto que formamos de nosotros mismos. Frente a ése ethos personal, se superpone el mundo que nos rodea.

Cuando no tenemos la suficiente fé en nosotros mismos, terminamos cautivos de aquello que Los Otros esperan de nosotros, lo que quieren que seamos.

La Diagonal es un movimiento de ajedrez. El Alfil o la Reina se desplazan, cortantes, sobre el tablero.

La Diagonal es también un movimiento de afirmación personal. Ocurre a hombres, mujeres, adolescentes, ancianos en un momento concreto de sus vidas. Puede ser a edad temprana, puede ser en la edad madura, o incluso en la vejez.

La Diagonal no es para espíritus gregarios.

La Diagonal es un proceso interno, que se gesta lentamente en el interior de quien finalmente la va a ejecutar. La Diagonal es un proceso de maduración, de duda, de test, una dura pelea interna.

La Diagonal brota como un manantial de agua y lava hirviendo del interior de la tierra. Se expresa el día en el que una persona, hombre, mujer, adolescente rompe sus cadenas, deja de fingir, abandona el papel que otros han escrito para que lo represente, deja de ser un peón en el juego de otro y finalmente sale a conquistar el mundo y a ser símplemente lo que uno quiere ser.

Y

Y ésa es la vocación y el destino de los llamados a ser libres.

En su coherencia, esa persona que se ha decantado sabe que tendrá que luchar porque la libertad personal es una dura tarea. Pero duerme tranquilo, o tranquila, porque gravita al fin dentro de su propia órbita.