Me he dado cuenta que me resulta necesario el encontrarme a mi mismo. El mundo de hoy está tan lleno de aceleración, de incongruencias... es tan díficil adaptarse. Y es que el estar enamorado es un viaje complejo. Por supuesto, cada persona tiene su propia manera de relacionarse con el mundo. Yo, por ejemplo, vivo cada día con una pasión intensa. O al menos eso es lo que creo... A veces pasa el tiempo, pasan acciones, pasan motivos, y en otros momentos, no sé ni quien soy, ni que busco. Es normal desconocerse ? Claro, eso implicaría que poseo una sabiduría profunda de lo que soy, una certeza por creer saber lo que me hace sentir vivo... Mi trabajo... mis amigos... el levantarme y tener energía de vivir una vez más la vida... Qué será de mi cuándo envejezca? He escuchado sobre la gerontofobia y el miedo de crecer y no tener placeres en la vida. No sé si me preocupa más el hecho de envejecer sin haber cumplido con mis expectativas de una vida apasionada o de llegar a la vejez y estancarme en un pozo de lágrimas desoladas e intraquilas... lágrimas provocadas por una soledad conllevada por el sin sentido de la vida.
Cada día me enamoro más. Y es que estoy cansado de la obsesión. Sí, se ha convertido en una cruda y apasionante obsesión. Y es que cuando vives cada momento de tu vida con tanta intensidad y placer, es más fácil que penentren en el alma esos recuerdos vívidos... esas memorias que te hacen sentir hasta lo más profundo de la alegría... y dolor.
Por supuesto que ya me ha pasado antes... Es algo usual de las personas que vivimos la vida como la vivo yo. Tan apasionado por los corazones de los demás... Estoy acostumbrado a que mi cuerpo decida expulsar hormonas de adicción, de placer, provocando uniones sinápticas entre las memorias de lo que puede o no ser una realidad. Pues claro, la mayoría de las veces los sentimientos son sólo mios... aunque desearía poder ser feliz. Soy consciente de que este flujo hormonal es finito, es decir, pronto terminaré recuperándome de este negro hueco. Empero mientras lo experimento, mi mente no deja de sentir el vacío típico de ese momento de desconsuelo, donde la pesadez de un sufrimiento te come cada orificio de tus huesos. Por qué tengo que sentirme tan vivo? Y es que cuando no siento nada, más bien mi alma pide sentirme herido... para volver a sentir, para volver a vivir.
Les expongo estos sentimientos porque lo he encontrado necesario. He descubierto una necesidad de plasmar en imágenes la intensidad de mis vivencias. Y para qué?... Para luego retomar una historia y que cuando me encuentre sentado en ese sillón.. pueda volver a mis recuerdos.. memorias de una juventud plena y llena de vida.
Vielen Dank für das Lesen!
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