Un viernes nublado y sombrío
aparente normalidad alrededor
a la expectativa de un hecho tardío
y caminando solo por un largo corredor
Sentí en mí una terrible ansiedad
vi por primera vez tus rizos de oro
sin imaginar entonces que ahora en verdad
eres tu por mucho lo que mas añoro.
El tiempo se congeló de repente
éramos tu y yo únicos en el mundo
y en ese preciso instante pasó por mi mente
que eras solo tú lo que deseaba en este mundo
Dos días sin ti fueron una eternidad
el tiempo, la espera, todo era asfixiante
dos días estuve caminando en la oscuridad
pero la espera rindió frutos en mi corazón palpitante
Un destello de luz en la tarde nos sorprendió
las luces de la función fueron nuestros testigos
tocándote sin parar tu bello cuerpo me llevó
a saber que estar sin ti era el peor de los castigos
La habitación era tenue, tu silueta frente a mí
tu figura, lo más maravilloso ante mis ojos
fuimos uno vida mía, lo daría todo por ti
aunque mi alma se resquebrajara en pequeños trozos
Una y otra vez tu magia me hechizaba
te volviste mi vicio, mi felicidad, mi vida, mi llanto
te amaré eternamente, aún si mi existencia acaba
no me alcanzaría la eternidad para amarte tanto
El día menos esperado a su hora llegó
a lo alto de los cielos el viento te hizo partir
duele dentro de mí ya que la vida optó
por llevarte a ti mujer que eras para mí
Eres y serás para mí siempre la elegida
espero impacientemente poder tenerte algún día
no descansaré jamás hasta saber princesa mía
que estarás conmigo siempre por el resto de mi vida.
Ronald Andrés Leguizamón
Vielen Dank für das Lesen!
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