El silencio colmaba el bosque. Únicamente se distinguía el aullido del viento entre las ramas de los árboles. Era un silencio inquieto, expectante. La noche prevenía a los dispuestos a escuchar.
Un monstruo de cuernos retorcidos se abría paso entre las sombras. Se encontró con una niña.
Cuando hicieron contacto visual, el monstruo retrocedió un paso y la niña sonrió con deleite y enajenación. Zarcillos de oscuridad brotaron de los dedos de la niña y asfixiaron al monstruo.
Y así, en un instante, el monstruo se convirtió en presa y la niña en monstruo. Como por arte de magia.
Vielen Dank für das Lesen!
Wir können Inkspired kostenlos behalten, indem wir unseren Besuchern Werbung anzeigen. Bitte unterstützen Sie uns, indem Sie den AdBlocker auf die Whitelist setzen oder deaktivieren.
Laden Sie danach die Website neu, um Inkspired weiterhin normal zu verwenden.