duranonlisley1654225300 Lisley Durañon

Margaret Llodith, una importante escritora inglesa, sufre una serie de eventos desafortunados, que la obligan a replantearse su filosofía de vida. Dudando en algún momento, si tiene un pensamiento coherente.


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El comienzo de todo

Solo escuchaba sus propias pisadas sobre la hierba húmeda y el ritmo de su corazón acelerado por la velocidad con que corría. Cada músculos de su cuerpo se tensaba con la marcha, y la transpiración se hacía evidente, era eso, o morir de hipotermia. Corría a través del bosque sin rumbo fijo, solo quería escapar. El viento simulaba una jauría de lobos al acecho. Escuchaba los chasquido producidos por sus botas húmedas en cada zancada. Ya no podía pensar. No podía coordinar ni formularse preguntas. Sólo corría en dirección contraria a lo que podría ser el peligro

- ¡Te voy a matar Ahhhg!- Ahora era presa del pánico. Sin apenas ser consiente repasaba en su mente las últimas 24 horas.

-¡Te atrapare !

- ¡eres débil !- Eso y más gritaban las voces en su cabeza, en la marcha uno de sus pies tropezó con una maraña de raíces y calló de bruces sobre la hojarasca. Sintió un fuerte dolor en la cien, y poco a poco la luz comenzó a desvanecerse.


Abrió los ojos Y trato de incorporarse, estaba en una cama y en cuarto totalmente desconocido, un fuerte dolor le hizo sostener su cabeza. En ese instante la puerta de la habitación se abrió.

-¿Qué ha pasado?- preguntó totalmente desorientada mirando a julius

- ¿Donde estamos? - él, con voz paciente, tomó una de sus manos mientras le dijo con profundo cariño

-tranquila, todo estará bien ¡ yo te cuido, sólo descansa!- Y de nuevo la realidad comenzó a diluirse.


abrió los ojos. Tomo el control remoto y encendió la tele, su última entrevista estaba en todas partes, se miro con cierto desagrado en la pantalla

- Hola, mi nombre es Margaret Llodith, tengo 34 años y soy escritora, autora del libro ."Del otro lado de la calle" best-seller gracias a ustedes- se veía sonreír con cirta repulsión- ¡te vez felíz pero eres una farsante!- se dijo a gritos así misma y en ese momento apagó la tele. De pie, junto a la puerta la señora Flint le anunciaba que el desayuno estaba listo. Hacía mucho frio en esa época en el norte de Gales. Ya no parecía tan buena idea haber escapado del bullicio citadino. Con la habitación aún en penumbras busco a tientas el móvil entre las mantas

-sin señal aún- dijo y lo dejo caer sobre la cama con un gesto de desagrado. Ahora con las pupilas dilatadas podía detallar la pequeña habitación que había rentado hacia un par de semanas atrás. Que extraña decoración para un hostal, aquello más parecía una antigua habitación infantil. Estantes con muñecos de madera, soldados, todo un ejército, muñecas rubias con vestidos de organzas, ahogadas en encajes, cajas de colores, muchas, demasiadas. El olor a roble envolvía todo mientras atravez de la ventana el bosque denso parecía infinito. Un segundo toque en la puerta la hizo estremecer. -El desayuno ya está listo, lo traigo a la recámara?- La señora Flint espero junto a la puerta en silencio, y al no obtener respuesta se escucharon sus pasos bajando las escaleras. La dueña del hostal, la había contactado desde Londres a través de su agente. Debía terminar el último libro encargado y el estrés no le permitía pensar con claridad, buscando un lugar para escapar de su hastío, se vio conduciendo durante horas para llegar hasta allí, la recibió la señora misma, era una mujer alta, de modales elegantes, su andar recordaba más al de una joven que al de una anciana, apesar de los años que aparentaba Tenía el pelo cano y corto sobre los hombros. Quizás en ese lugar podría escribir con claridad- Pensó Margaret mientras La escuchaba alejarse, no pudo evitar recordar a Ana en casa de los abuelos

-el piso de madera siempre delata tus pasos .

eso siempre decía su hermana Ana, por eso hizo enlozar todo su apartamento

- ¿y como llevarás el invierno entonces?- le pregunto Margaret , a lo que Ana respondió con su habitual desparpajo

- pondré alfombras en toda la casa, y punto.

Eran las 9 de la mañana. Decidió bajar a desayunar, estaba demasiado angustiada con el móvil sin señal y optó por llevarlo consigo, con la esperanza de que quizás abajo podría ser diferente-. Bajó las escaleras, demasiado angostas incluso para ella, que se consideraba una mujer de estatura media, e inevitablemente recordó la noche anterior, lo difícil que fue subir su equipaje. Las escaleras terminaban en un pequeño hall, decorado al estilo persa. Le recordó un cuento de las mil y una noches, dentro de aquel espacio vio algunos objetos que llamaron poderosamente su atención, parecía que en aquella casa había alguien con un especial interés por las armas, lanzas, hachas, arcos, flechas y espadas. Todo visiblemente antiguo pero muy bien conservado. Atravesó la pequeña habitación contigua y llegó al comedor donde se había dispuesto para ella más que un desayuno, un auténtico banquete. Margaret estaba acostumbrada a tomar solamente a una taza de cafe o té en las mañanas y aunque se le hacía agua la boca, sabía que no podría comer mucho de todo aquello. Tostadas, huevos revueltos, jamón, hongos fritos, tomates, fresas un verdadero full welsh breakast. Se acercó a la mesa tomó la taza con un poco de té y se quedó de pie junto al alfeizar de la ventana con la mirada perdida hacia el bosque

- ¿Qué estará pensando Julius? Me fui sin avisarle, pero es que a veces el es demasiado para mí, me exige como un tirano, siempre me dice que debo darlo todo, pero es que siento, que siempre lo estoy dando todo y lo único que consigue es angustiarme

pensaba que Muchas veces su sola presencia le parecía irritante, luego de 5 años de noviazgo todos esperaban el final en el altar. Pero Margaret siempre terminaba por escabullirse de esas situaciones. Ana siempre le reprochaba justamente eso la escuchaba decirle cada vez que tocaban el tema del matrimonio.

- ¡Para ser escritora eres bastante poco romántica!

-No entiendo que quieres decir,¿Ser escritor condiciona a una persona de alguna manera? ¿Dime, tu por ser periodista estás condicionada a meterte en la vida de los otros?

Ana le sostuvo la mirada unos segundos y salió de la habitación. Le costó todo el verano, hacer las pases con su hermana pero de alguna manera, no volvió a tocar el tema Julius-boda-niños.

La relación iva irremediablemente cuesta abajo. Quizas por un poco de culpa de ambos, cuesta abajo y a toda velocidad. Lo había conocido en su tercer año en la universidad, Julius había sido transferido a Manchester desde Cambridge, como pasante. Desde que lo vio entrar al aula ella y el resto de las chicas estuvieron sonrojadas toda la clase, era un hombre en toda la extensión de la palabra, tenía un espíritu un poco autoritario, pero eso lejos de probocar repulsion, a todas les parecía mas exitante. Alto, con un cuerpo al que le dedicaba horas de gimnasio unido a sus ojos obscuros hacían que su mirada profunda y siempre inexpresiva las hiciera temblar, eso precisamente era lo que cotilleaban por los pasillos de la universidad. Sumida en sus pensamientos de pronto notó como comenzaban a moverse los árboles cerca de la línea del bosque, tomaba sorbos del té y su curiosidad crecía mientras entrecerraba los ojos tratando de agudizar su visión, los arbustos parecían ser sacudidos desde las raíces Margaret mostraba cada vez más curiosidad por aquello que causaba tanto revuelo, seguro era una pelea entre cierbos, pegó su cara contra el cristal pudo sentir como este se ahumaba con su respiración y en ese momento decidió salir, estudió la zona y no había ningún animal ni muy grande ni que fuera una gran amenaza, atravesó el Hall y salió fuera de la casa, caminaba con lentitud, al salir fuera respiró profundamente y sintió el frío en sus pulmones, pasó con cuidado junto a las petunias del sendero. Iva muy despacio, lo que fuera cada vez estaba más cerca, la agitación de la maleza era cada vez más fuerte, de pronto algo saltó de entre los árboles era un lobo, Margaret quedó estupefacta por el susto y derramó parte del té. Allí quedaron ambos sin mover ni un solo músculo, Margaret sintió miedo, la criatura la miraba con fiereza mostrando sus grandes colmillos, tenía los ojos como fuego, lo escucho gruñir, el animal bajo la cabeza y adelantó una pata, al mismo tiempo que Margaret daba un paso atrás, sintió su corazón acelerarse, el lobo estaba cada vez más cerca, quizo correr pero sabía que era un suicidio. Entonces puso sus manos con la taza hacia adelante para tratar de contenerlo, pero éste lo vio como una clara señal de ataque y , saltó sobre Margaret derrumbandola sobre la hierba, llorando pedía a gritos auxilio, al parecer la señora Flint estaría dentro de la casa y no podría escucharla así estubo por espacio de 1 minut que pareció una eternidad. Estaba aterrada, lloraba desconsolada evitando ser mordida, luchaba contra la bestia, sosteniendo con ambas manos su cabeza pero poco a poco comenzó a sentír que estaba a punto de perder la batalla. El animal cada vez estaba más cerca de morder su cara, de repente escucho un sonido ...como campanas, el lobo miro hacia atrás volvió a mirarla fijamente, resoplo sobre su rostro y se adentro a toda velocidad en el bosque. Margaret quedó petrificada tratando de comprender lo que había sucedido. Pasados unos segundos reaccionó y hecho a correr hacia la casa al pasar por el jardín presa del pánico pisoteo el sendero de petunias dejando todo en un auténtico desastre. Llorando aterrorizada saltó los 3 peldaños de la entrada y cerró la puerta a sus espaldas. Con las piernas temblando llegó hasta el comedor y sintió dar otro vuelco a su corazón cuando vio a la señora Flint junto a la ventana, justo en el mismo lugar en el que ella estuviera minutos antes y se precipitó hacia ella, gritando y gesticulando fuera de si

- ¿Lo vio todo?, estoy muy asustada, ha sido lo peor de mi vida ¿POR qué no salió en mi auxilio? Pude haber muerto!- la mujer seguía de espaldas, Margaret hizo silencio, sentía la sangre fluir por todo su cuerpo, sentía los latidos de su corazón en la garganta.- ¿Usted no tomo nada del desayuno señorita Llodith? ¿No fue de su agrado ? -pregunto impasible la señora Flint - ¿Usted escuchó lo que le acabo de decir?- le respondió con evidente asombro Margaret, que ahora miraba a la mujer tratando de comprender lo que sucedía, sin dar más respuesta la señora Flint salió de la habitación Margaret la escuchó una vez más alejarse y sintió miedo. En ese momento el móvil que aún permanecía sobre la mesa comenzó a sonar, se abalanzó sobre el. Era Ana - Hola! Hola! ¿Cómo te va en tu retiro espiritual? Se escuchaban risas del otro lado - Ana respondio entre lágrimas y gritos- ¡Escucha, me ha atacado un lobo, la dueña de la casa no me ayudó se quedó mirando por la ventana y estoy muy asustada- Ana estaba sorprendida pero le dijo al reaccionar- ¡Sal inmediatamente de ese lugar! No lo pensó 2 veces subió a toda velocidad a la habitación tomo sus maletas gracias a dios que no había desempacado aún. Con la agitación y la prisa rodó escaleras abajo. Y Todo se hizo cada vez más obscuro.


II

Sentado en un café Julius hacia tiempo para su cita con el señor Holfman, había esperado mucho para este momento, y ya estaba a punto de conseguirlo. La posibilidad de trabajar para el, siempre había sido su principal objetivo. Desde que su madre le confesara aquella verdad que había destruido a su familia. Estudió cada detalle de aquel encuentro. Trabajar para Holfman True. Cia fue su único interés para estudiar informática. Sabía que sí se convertía en uno de los mejores de su año captaría la atención de ellos. El slogan de Cambridge, "Piensa fuera de lo convencional" evidentemente, solo hechó más leña al fuego de su planeada venganza. Retrocedió levemente la manga de su blazers y consultó el reloj, según sus pronósticos y basado en la puntualidad alemana que caracterizaba a su futuro jefe estaría llegando en 5 minutos.

Julius freik fue seleccionado el mejor alumno de su año, graduado con honores como ingeniero informático con una brillante tesis en EDI (intercambio de datos) lo que hizo que la H.T.Cia se adelantará a cualquier otra empresa para contratarlo. Ya el tenía sus propio planes, pero desconocía cual sería la estrategia del señor Holfman al invitarlo a su primera cita de negocios fuera de la empresa y de una manera tan informal.,De todas formas la mañana anterior al recibir la llamada de la secretaria anunciándole la cita, de una manera tan apresurada, lo tomo como una señal del universo y accedió a tener el encuentro en el café ........muy discreto además.

-Buenas tardes, señor Freik- Un hombre de unos 50 años, esbelto, de complexiónes fuertes, y muy apuesto, vestído con una meticulosa elegancia, había llegado junto a él y le estendia su mano, mientras sonreía. En ese instante julius se levantó ligeramente de su silla, a tiempo que estrechaba la mano del hombre un poco confundido por la sorpresa. A lo que el, con la palma de la otra mano abierta hacia el joven le pedía que continuará sentado. Tenía una actitud jovial. Se desabotono el abrigo y un hombre de traje gris que hasta ese momento no había visto se acercó y lo tomó. Luego se alejó a una distancia prudencial pero sin dejar de mantener contacto visual con ambos. Al mismo tiempo se acercó un mesero,

- hallo herr holfman ¿qué decea?

-Hallo, Steve , para mi lo mismo de siempre

- ¿ Y para el caballero?

-Solo una taza de té por favor- respondió Julius con una cortes sonrisa.

-Puedo apreciar que es usted muy conservador.

-¿Qué le hace parecer eso, señor Holfman?

-su gesto con la mano, diciendo solo té- he imitó el mismo amago que el joven había hecho anteriormente y agregó una pequeña carcajada, Julius pudo notar como los ojos del señor Holfman se entrecerraban leyó en alguna parte, que esto siempre denotaba una sonrisa verdadera, por lo que también sonrió mientras contestaba

- No es que sea un tanto conservador, creo que es más bien una influencia cultural, en mi opinión, la elección de lo que ingerimos tiene que ver con el ambiente de las personas, o con el contexto donde nos hemos desarrollado.

- ¿Quiere decir que proviene de una familia inglesa tradicional y conservadora. Donde sería un verdadero sacrilegio escoger una taza de café, por encima de una taza de té. Debo sobreentender que el señor Freik nunca pisaría un terreno desconocido entonces?

- disculpe mi falta de modestia, pero usted conoce todas mis capacidades, sino, no estaría aquí.

- es usted zagas, un estupendo conversador, pero además habla con pasión y suavidad- respondió el señor Holfman a tiempo que fruncía los labios y levantaba una de sus cejas, gesto que siempre adelantaba una profunda observación a su interlocutor, en ese momento se acercó el camarero a la mesa colocando frente a su cliente avitual, una taza de café amargo y una copa de brandy y junto a Julius una taza de té y una pequeña tetera con leche, ambos agradecieron con un gesto leve de sus cabezas y esperaron estar completamente solos.

-Es un buen lugar, no muy concurrido, con un excelente servicio, quería tener una entrevista, personal, diferente digámos que quise salir del contexto para que nuestro encuentro fuera más dinámico.

- Le estoy muy agradecido por su consideración.

- Es consiente de que no solo busco genios, sino también gente trabajadora ¿Cree que puede aguantar ese ritmo?

-Le aseguro que estoy capacitado, mi trabajo es mi mayor pasión.

-Ese es un buen punto, la pasión es sin duda la mayor motivación para el crecimiento en cualquier ámbito. Creo que la implementación de su trabajo de tesis en nuestra empresa será algo revolucionario, estuve leyendo varios informes y estamos de acuerdo que la EDI nos proporcionaría grandes beneficios

- por su puesto, se reducirían los plazos de comienzos, los niveles de inventario y los ciclos de realización y todo esto se traduciría en una reducción de costos podría tener menos personal haciendo el trabajo de muchos mejor remunerados y más capacitados

- No exageraron nada nuestros asesores en cuanto a usted, su madre estará muy orgullosa

Julius sintió un ligero nerviosismo ¿Qué sabría sobre ellos? recuperó la calma y respondió casi instintivamente

- Si señor mi madre está muy orgullosa de mi, pero estoy seguro, que no más que su familia de usted, que ha puesto el nombre de su compañía en uno de los puestos más prominentes de toda Europa. El señor Holfman terminado su café, tomó un pequeño sorbo de la copa de brandy

-Sabe algo señor Freik, conozco a cada uno de mis empleados, me he sentado por 25 años en esta mesa con cada uno de ellos, para mi es muy importante conocer al trabajador y a la persona y sabrá que psicológicamente un café es menos impositivo que una oficina. Me gusta ver a las personas desde diferentes ángulos. - el señor Holfman se inclinó ligeramente hacia adelante y en un gesto cómplice le preguntó

- ¿Qué le ha motivado en la H.T.Cia para quedarse junto a nosotros, con tantos contratos prometedores que sé, que le han ofrecido?- su respuesta fue tajante e inmediata

- ¡Usted!- El hombre lo miraba ahora con gran curiosidad

-Expliquese, por favor.- dijo mientras bebía otro sorbo de brandy.

- Es muy sencillo, usted ha logrado sin ayuda de terceros, mantener a su empresa en los primeros lugares comerciales, por 25 años, usted posee el 90% de sus acciones la heredarán sus hijas, cuando usted lo crea conveniente, aunque por lo que he visto en las redes sociales, el interés de las chicas está muy alejado de las actividades de la H.T.Cia. El otro 10 % está dividido entre su cuñado y su esposa y si estamos de acuerdo en que la ropa sucia se lava en casa, pués tiene a su cargo el 95% de las acciones de su empresa, lo que ha mi juicio lo hace uno de los hombres más ricos, inteligente y además con una estrategia comercial de la cual estoy dispuesto a nutrirme. Usted puede ver que soy un hombre joven y todos tenemos nuestras propias ambiciones.

- ¡Ha, el dinero, no lo había pensado, Además veo que está totalmente informado, sobre nuestras particularidades - dijo Holfman con sierta ironía y bebió el último trago de brandy

- No solo es el dinero, - alegó Julius y y se reclinó en la silla con elegancia

- Como usted se interesa por sus empleados, creo conveniente informarme de mi empleador. También sobre su calidad humana, debo resaltar, que es digna de mérito. Conocer a cada uno de sus empleados e invitarlos a una informal entrevista también dice mucho de sus valores, y de eso también quiero aprender.- vio dibujarse una sonrisa en el rostro del hombre

- Muy bien señor Freik, debo admitir que he quedado impresionado, pero si me disculpa debo marcharme. Tengo otro compromiso no menos importante- diciendo esto se puso de pie y estrechó la mano del joven- Puede pasar cuanto antes por la oficina de Recursos humanos, lo estarán esperando. Espero que seamos la escuela que espera -El hombre que había permanecido hasta ese momento alejado se acero al mesero y saco un sobre de dentro de su saco, lo ofreció, este lo tomo con un gesto de aprobación y una nerviosa sonrisa, luego se acercó con el abrigo el señor Holfman al tiempo que este miró a Julius

- ¿Puedo adelantarlo a algún lugar señor Freik?

- No gracias señor, he aprovechado para encontrarme aquí con una amiga más tarde, le agradezco el gesto.

- Ok, nos vemos entonces- le dio la espalda y camino hacia la puerta que le abrió el hombre del traje gris mientras se despedía del camarero con un gesto cortes del brazo,

-seh dich später Steven

. Se volvió para dirigirle una última sonrisa, Julius lo vio alejarse y tomo asiento nuevamente. Apretaba su mandíbula con fuerza mientras con una mano arrugaba el mantel, su cara recordaba El Ángel caído de Cabanel. La misma furia en la mirada y las lágrimas a duras penas contenidas.

3. Juli 2022 23:36 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Fortsetzung folgt… Neues Kapitel Jeden Montag.

Über den Autor

Lisley Durañon Fotógrafa, pintora y artista gráfica. Escritora comprometida

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