Kurzgeschichte
0
1.0k ABRUFE
Abgeschlossen
Lesezeit
AA Teilen

El amor en tiempos de pandemia

Fue ese día, en medio de la pandemia cuando la conocí, se encontraba de pie en la acera, con su cubrebocas, a la espera de una cita desconocida, paciente y tranquila cubierta con una gran variedad de tatuajes excéntricos y artísticos que se encontraban en distintas partes de su cuerpo.

Se retiró el cubrebocas, tenía una mirada coqueta y un vestido que acentuaba su belleza y sensualidad.

Mis sentidos se exaltaron al máximo, estaba perplejo y emocionado.

Pronto comenzamos a charlar, fluía una energía relajante, una conversación sin silencios incómodos, ni pláticas forzadas.


Era como volar por los cielos viendo al horizonte y sintiéndonos libres de expresar cada pensamiento, cada palabra y cada enunciado, sin miedo de ser juzgados, sin miedo a equivocarse, sin miedo a expresar una idea.

Las citas pasaron y poco a poco se fue gestando una conexión de confianza entre ambos, disfrutamos cada segundo sin preocupaciones, como si en esos momentos el universo hubiera detenido el tiempo para que nosotros intercambiaramos cada palabra, cada suspiro, cada roce de labios y cada caricia de nuestros cuerpos.


Jamás había sentido esto por una persona, de pronto se olvidaban los problemas, se olvidaban las deudas, se olvidaba el trabajo y sólo existía una razón que elevaba las ganas de vivir, las ganas de gozar, las ganas de crecer. Esa razón era ella, me motivaba a ser mejor, me motivaba a tener metas, me motivaba a tener ganas de ser inmortal.

Con tal de verla no me importaban los riesgos del virus mundial, con tal de verla no me importaba el dinero gastado, con tal de verla no me importaba el tiempo usado, porque al estar a su lado me recargaba la energía como ninguna otra fuente de poder.

Llegó el momento de conectarnos física y espiritualmente, fue un momento mágico, un momento irrepetible, invocando pasión y placer en un sólo lugar.

Cómo si fuera la primera vez, así sentí ese momento de entrega.


Al terminar no había sensación de vacío, ni sensación de culpa, sólo fluía un vibra de cariño y ternura acompañados de un sentimiento único de apego y romance.

Ella tenía una fortaleza tremenda, su motivación eran un par de estrellas que le hacían disfrutar la vida al máximo.

La llevaban al límite y eran una de sus razones principales para levantarse cada día, para soportar desvelos, para soportar empleos pesados, para así poder llevar combustible a su hogar y seguir alimentando los sueños de las pequeñas.

Después viajé unos días con ella, a muchos kilómetros de mi ciudad natal y me sentía como en casa a su lado.


Disfrutaba cada momento del viaje como si estuviera en un sueño, como si estuviera sedado con dopamina, como si estuviera en un estado de felicidad infinita.

De igual manera nos fundimos como un sólo ente, no sólo era pasión ni deseo, era más que eso.

Ya de regreso seguimos con algunas citas esporádicas, pero poco a poco se fue diluyendo la conexión entre ambos, más no el sentimiento que tenía hacia ella, cada que la veía parecía la primera vez que la conocí, la primera vez que nos entregamos, la primera vez que platicamos.


Vi que estaba muy mermada por sus actividades, el esfuerzo físico que hacía era tremendo, y cada vez nos alejamos más y más.

Me sentía impotente e inutil, mi indecisión de llevar la relación a un siguiente nivel posiblemente claudicó la esperanza de estar de nuevo con ella.

Quería verla y ella no podía, sin embargo la entendía y lo sobrellevaba.

Intenté platicar con otras personas, buscando algo que pudiera llenar la vació que tenía sin ella, sin embargo fracasé rotundamente, jamás sentí con otras personas ni una décima parte de la felicidad que ella despertaba en mí, lo intentaba una y otra vez, sin embargo mi pensamiento siempre se dirigía a ella, a los recuerdos, a los abrazos, a los besos.


El día de lo inevitable llegó, se rompió la relación, se rompió el apego, ya lo predecía pero cerraba los ojos para no querer aceptarlo. Fue un momento difícil, un momento gris, un momento que jamás desearía que llegase.

Tal vez nunca tuve una relación de pareja tradicional con ella, tal vez fue una relación superficial, tal vez fue una relación de plástico donde no existían conflictos ni peleas como en la mayoría de las relaciones, sin embargo, para mí fue un momento épico que ha marcado mi vida y que me ha hecho vivir al menos unos instantes de grandeza, de inmortalidad.


Me he arrepentido de muchas cosas en la vida, sin embargo, una que me ha dolido más es no haberle dicho que la quería, de no haberle dicho que la amaba, de no haberle dicho lo que he escrito en estos párrafos, tal vez por cobarde hacia las consecuencias de lo que pudiera traer en el futuro, tal vez por miedo a destrozar algún orgullo.

El amor acaba como dice la canción, sin embargo para mí nunca murió el deseo por la carne y por el beso, una charla con ella aunque fuera de pocas palabras o de pocas ideas profundas compartidas sólo era el pretexto para pasar tiempo con ella, era el pretexto para observar su rostro, para apreciarla, para contemplar cada rincón de ella como una obra de arte jamás vista, cómo si cada que la veía se reiniciaran mis recuerdos a ese primer encuentro en la acera.


Cada palabra que escribo en este momento sana un poco el alma fragmentada y dolida, no culpo a nadie del resultado, pero si estoy consciente que me faltó regar y alimentar la relación, poco a poco se fue marchitando, me siento culpable de no haber tomado la responsabilidad de la relación.

Espero que estas palabras sirvan de inspiración para alguien, y así evitar perder a la persona más valiosa que han tenido, la más valiosa que han tocado, la más valiosa que han besado…


FIN

7. April 2022 05:19 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
0
Das Ende

Über den Autor

Kommentiere etwas

Post!
Bisher keine Kommentare. Sei der Erste, der etwas sagt!
~

Verwandte Stories