daikideltax1646367517 Meider

Una pareja casada se encuentra al borde de la ruptura. Unidos hasta la actualidad únicamente por preocupación a su hija, al final ellos llegaran a una dolorosa conclusión luego de una discusión. Para su mala fortuna un accidente cambiara toda su situación repentinamente, y el esposo descubrirá la verdad de la extraña e irreal condición que ocultaba su esposa.


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La verdad de mi esposa

La situación habitual de siempre.

—¡Te quedaste bebiendo toda la noche! ¡Te pedí de favor que volvieras temprano para festejar el partido de tu hija! —grito ella con una tonada que me irritaba oír.

Era una mañana amarga como todos los días, discutiendo como siempre en nuestra sala principal.

—¡¿Y qué quieres que haga?! ¡Es mi jefe! ¡¿Crees que recibiría un aumento si no me llevo bien con él?! —dije furioso. Ya estaba harto de aquellos típicos reproches.

—¡No necesitamos tal aumento si no te vamos a ver nunca! Solo te pedí un día en familia, ¿es eso tan complicado? ¡La niña te estuvo esperando toda la noche!

—Dices eso pero bien que sabes cómo derrochar el dinero. ¿Crees que no se que has estado gastando en secreto?

—... ¡No tendría que gastar si estuvieras más con nosotras! —dijo ella con una pausa antes de responderme. Sabía que mis sospechas eran ciertas.

—No solo fue por mi jefe. ¿Sabes porque me junté con ellos ayer?

—No, no me importan tus negociaciones de trabajo.

—Ya veo... —dije mirando hacia otro lado relajado para luego volver hacia ella—. ¿Con quién estabas esa vez en la calle?

Hubo un incomodo silencio por parte de ella, su expresión cambió a una de asombro, y pude notar como su mano había comenzado temblar levemente.

—¿Q-que? —fue lo único que pudo decir.

El sordo golpe de mi puño contra la mesa causó que ella reaccionara de un sobresalto. Intentó mantenerse firme y serena, pero era obvio que el golpe le había afectado.

—¡Te vieron en la calle con otro hombre, y me vienes largar sermones!

—¡Espera por favor, puedo explicarlo!

—¡Me importa una mierda tu explicación! ¡Te andas arrastrando con otro y tienes la cara de criticarme, no puedo creer lo bajo que has caído!

—Yo no... —comenzó a excusarse, pero el ruido de la bisagra de la puerta nos alertó al instante, y como si fuera una orden divina dejamos de gritar.

Al otro lado de la puerta se encontraba nuestra hija Mia la cual se encontraba asustada e inquieta y con lágrimas en sus ojos. Mi esposa no tardó en reaccionar y se acercó rápidamente para abrazarla. Yo solo me mantuve mirando para otro lado.

Si bien estaba enojado, no iba a gritar frente a mi hija.

Agarre mis cosas y me prepare para irme al trabajo. Tenía muchas cosas que quería decirle, pero si la situación no lo permitía entonces no querría verla a la cara en lo que resta del día.

Pase cerca de ellas para atravesar por la puerta a su lado y así dirigirme a la entrada. Mi hija sollozaba en los brazos de su madre, y mi esposa hacía todo lo posible para no terminar haciendo lo mismo.

Antes de abrir la puerta de la entrada pude escuchar una frase a mis espaldas que odiaba mucho oír, seguida de otra que si bien esperaba, me daba escalofríos de solo escucharla.

—Antes no eras así... —afirmó ella con una voz apagada, más como si se lo dijera a sí misma—... Quiero el divorcio.

—De acuerdo —finalice yo y sin más me marché de allí.

***

El día transcurrió normalmente en la oficina de la empresa, aunque aquella última frase seguía en mi cabeza mientras trabajaba.

Apenas iba en mis treinta y ya estaba por divorciarme. Si me viera mi yo del pasado seguro estaría decepcionado.

Para empezar nunca me emociono la idea de casarme, pero luego de haber salido con la misma persona desde secundaria era obvio que eso iba a pasar en algún momento, y no fue hasta mis veinticinco que nació mi hija que tuvimos que casarnos al año siguiente por insistencia de nuestros padres.

Amo mucho a mi hija como para decir que preferiría cambiar el pasado, pero al menos me gustaría evitar el terminar casándome con mi esposa.

Mientras me encontraba perdido en mis pensamientos, una mano se posó sobre mi hombro provocando que girara instintivamente. Se trataba de mi compañero de trabajo, el cual estuvo conmigo bebiendo anoche.

—Oye Ethan... —dijo mi compañero algo nervioso.

—¿Qué pasa? —pregunte con total desinterés. La verdad es que no tenía ganas de hablar con nadie.

—Sobre lo que te dijimos ayer... ¿hablaste con ella?

—¿Por qué preguntas?

—Aunque fuimos nosotros quienes te dijimos sobre eso, sería genial si pudieras escuchar su versión por si acaso. No quisiéramos que esto vaya a mayores entre ustedes, ya que en verdad creemos que hacen buena pareja.

—Gracias por su preocupación, pero ahora no quiero hablar de eso. Además, solo para que lo sepas, no voy a perdonar una infidelidad.

Mi compañero se vio algo triste por mi declaración, pero aun así me dio una leve palmada en la espalda y procedió a retirarse en silencio.

¿Qué escuche su versión? Por favor, ella solo estaba conmigo por obligación, era obvio que en algún momento me engañaría. Si no fuera por nuestra hija, ya nos habríamos separado hace mucho tiempo.

¿Siquiera porque estábamos juntos en secundaria? Nunca fui bueno recordando cosas, pero estoy seguro de que ella tampoco lo recuerda, así que da igual. solo espero que todo este proceso del divorcio termine pronto.

En ese momento mi celular comenzó a vibrar en mi escritorio.

«Maldición, probablemente sean sus padres»

Suficiente tuve ya esta mañana que ahora me toca pelear contra el jefe final antes de almorzar.

Si bien mi suegro es un caso aparte del cual lo único que hace es sentarse en el sofá para ver televisión, mi suegra era todo lo contrario. Como solo tuvieron una hija ella se volvió la defensora de su primogénita, tanto así que fue ella la que convenció a mis padres para que nos casáramos, y ahora debía hacerle frente.

Me esperaba un día agitado, pero bueno, mejor apurarse y terminar lo antes posible con todo esto.

Sostengo mi celular y noto en la pantalla que se trataba de un número privado. Que extraño, habría jurado que era mi suegra. ¿Será algún cliente de otra empresa?

Contestó el celular y lo siguiente que oí me helo la sangre más que cualquier otra cosa que me haya pasado hoy, o en mucho tiempo.

***

Atravesé los pasillos de aquel pálido lugar con prisa, pero a su vez con calma.

Era una situación complicada para mí y tenía muchos sentimientos encontrados, pero pensar en lo triste que se pondría mi hija me daba la suficiente determinación como para tomar todo con la seriedad que merecía.

—Usted es el esposo de la señorita Chloe, ¿verdad? El doctor lo está esperando adentro —dijo una enfermera al lado de la sala a la cual me dirigía, y con el permiso de ella entré a la habitación.

—Ethan, ¿no es así? Lamentamos mucho lo sucedido —dijo el médico que me interceptó ni bien entré.

—¿Cómo está ella? —pregunte enseguida.

—Relájese, su vida no corre riesgo alguno —el médico trago saliva, parece como si hubiera pensado mucho lo qué iba a decir al verme. —Parece que sufrió un accidente automovilístico cuando volvía de dejar a su hija en la escuela. La maestra de su hija fue la que nos dio su número para contactarlo.

Me relaje con la primera noticia, pero el médico aún parecía algo nervioso, como si se estuviera preparando para decir algo más.

—¿Hay algún problema con ella? ¿Dónde está?

—Está reposando en la camilla del fondo... Ella, parece que sufrió una fuerte contusión en la cabeza, y debido a su otra condición parece que sufrió un caso especial de amnesia.

En ese momento mi mente explotó, era más información de la que estaba preparado para recibir.

Casi tartamudeando intento hallar sentido a lo que me dijo.

—E-espere, ¿me está diciendo que perdió la memoria?, ¿y de qué otra condición me está hablando?

El médico me miró algo sorprendido, como si no esperara que le fuera a decir eso.

—¿Usted no lo sabe?

—¿Saber que?

—... Según el informe médico, su esposa tiene una extraña condición de retención de memoria involuntaria, mayor conocida como memoria fotográfica.

La lluvia de información no paraba de caer. Si bien era shockeante saber que ella tenía amnesia, más lo fue saber que tenía una condición de ese tipo sin habérmelo dicho nunca.

¿Me estará queriendo tomar el pelo?

—Un momento doctor, ¿esa condición no se contradice con la amnesia?

—No necesariamente, ella posee sus recuerdos intactos, pero la amnesia causó un desorden en ellos... Mírelo de esta forma: sus memorias son como una saga de películas en orden. Lo que hizo la amnesia fue tomar una película al azar y reproducirla.

Lo que planteaba el doctor era completamente irreal, tanto así que estaba esperando el remate para decirme que era una broma, pero tal remate nunca llegó.

Aun así no podía creer una sola palabra de lo que decía.

Podría haberlo considerado si hubiera sabido antes de esta extraña condición, o si hubiera habido alguna señal de que la padecía, pero nada, ella nunca...

De repente un extraño recuerdo llegó a mi mente.

Antes de pedirme el divorcio, ella dijo una frase que con frecuencia me decía.

"Antes no eras así"

Maldita sea, solo una frase hacía falta para hacerme dudar sobre todo esto, ya no se que mas pensar.

Por el momento, pongámonos al tanto con esta situación.

—Entonces doctor... ¿Qué película reprodujo el cerebro de mi esposa?

Ante la analogía, el doctor solo se limitó a decir "sígame" y me llevó a la camilla de mi esposa, la cual estaba tapada con una cortina. Haciendo un lado esta última con las manos, el doctor me hizo pasar y cerró la cortina diciendo "por favor tómese su tiempo"

Allí estaba.

Chloe se encontraba mirando hacia la ventana, tenía una bata de paciente y una venda que cruzaba su cabeza de lado a lado. Al notar mi presencia ella se volteó para verme, y su reacción fue más de lo que podía manejar.

—Esos ojos, tu ceño y tu cabello... ¿E-eres Ethan? —dijo sorprendida

—Hola Chloe —dije por mera formalidad, aun no olvidaba lo de esta mañana.

—Los doctores dijeron que vendrían a buscarme... P-pero no creí que fueras a venir tú... —expresó algo inquieta y si mis ojos no me confunden, un poco ruborizada.

—... ¿Cómo te sientes?

—Pues... Bien, algo confundida. Los doctores me explicaron un poco la situación.

Chloe se veía inquieta y me tiraba ciertas miradas como si quisiera pedirme algo.

—¿Qué pasa?

—Em... Ethan —dijo nerviosa juntando sus dedos como un niño—. Quizás no sea el mejor momento... pero ¿Puedo preguntarte qué edad tienes ahora?

—Tengo treinta años.

—El Ethan de treinta años...

—¿Qué tiene de especial?

—Nada... Lamento si te incomode.

Así es, mis sentidos no me estaban engañando. Mi esposa estaba actuando tan tímida como un novio primerizo conociendo a sus suegros.

¿En verdad esperan que me crea toda esta actuación? Por favor, no soy tan ingenuo. Además, la gente no puede cambiar tanto de un día para otro.

... ¿O si puede?

—... ¿Y qué edad se supone que tienes? —pregunte sin rodeos.

—Oh... Cierto, tú no lo debes saber... Tengo dieciséis —dijo algo apenada. Leves recuerdos de una joven Chloe tímida llegaron a mi cabeza. Si esto era una actuación déjenme decir que son todos unos espléndidos actores, aunque el premio se lo daría al médico a mejor dramatismo.

—Déjate de tonterías, tu hija está preocupada y tú andas aquí jugando.

Chloe de repente me miró con sus dos ojos abiertos como un plato.

Parece que el teatro está llegando al clímax.

—¿hi-i-i-hija? ¿Tengo una hija?

—Si. Nuestra hija.

Chloe pasó de ruborizada a estar roja como un tomate, luego cubriendo su cara cayó sobre su almohada con la gracia de una pluma

¿Dónde conseguirán esos efectos para la piel?

—Ya estoy harto de estos juegos, vístete. Mia nos está esperando en casa —dije ya sin paciencia y la sostuve del brazo. Cuando aparté la mano de su cara vi algo que me llamó mucho la atención.

Chloe se encontraba llorando y no era un leve sollozar como solía hacer en momentos muy particulares, es más, son pocas las veces que he visto llorar a mi esposa, pero ahora era distinto, estaba en un auténtico torrente de lágrimas.

Nunca la había visto tan vulnerable en mi vida.

Ante mi accionar, Chloe comenzó a secarse las lágrimas rápidamente con sus mangas.

—Lo siento... No quiero causarte problemas ahora mismo, pero lo que me acabas de decir me hizo tan feliz que mis lagrimas salieron por si solas.

—¿A qué te refieres? —pregunte esta vez realmente confundido.

—Es que, he fantaseado con la idea de tener una familia contigo tantas veces que... —comenzó a decir haciendo su mayor esfuerzo para no quebrarse, lo cual me hacía dudar cada vez más de toda esta situación—. El saber que se volvió realidad... me hace sentir tan feliz que no puedo controlarlo.

Esto es increíble.

¿Enserio están haciéndome creer que esto en verdad esta pasando?

Mi esposa nunca fue así cuando vivíamos juntos, es más, ella nunca fue tan abierta conmigo en estos últimos años.

Ella es el tipo de persona que si le preguntas si le gustó la comida, te responde con un "si, está rico" con una amarga expresión que dice lo contrario.

Hasta una vez peleamos porque apartó las verduras del plato de comida que preparé, para luego enterarme por sus padres que es alérgica a las berenjenas...

...

Ok, más allá del hecho de que acabo de entender que se poco de la vida de mi esposa, eso no quita que esto si es algo digno de ser nombrado, y lo de las berenjenas también.

—Lo siento... Gracias... —continuó diciendo entre lágrimas.

Pensando detenidamente la verdad es que no le encuentro beneficio a esto solo por una simple broma. No hay mérito alguno para ella en crear todo este absurdo escenario.

—Fue a los dieciséis que comenzamos a salir —dije repentinamente. Ya no se ni que estaba haciendo—. ¿Es así, verdad?

—Si... —respondió mientras secaba sus últimas lágrimas—. Quizás no lo recuerdes, pero para mí fue algo reciente... hace dos semanas yo... pude decirte lo que sentía, y comenzamos a salir...

—... ¿Fuiste feliz esas dos semanas?

—Si que lo fui... y estoy feliz de saber que estamos juntos incluso en la actualidad —declaró con una sonrisa—. Gracias... oh, lo siento, pero siento una gran necesidad de agradecértelo.

—No tienes porque.

Y en verdad no tienes porque.

Puede que todo esto sea absurdo y a su vez poco creíble, pero si llegase a ser verdad entonces...

La joven Chloe no sabe que todo lo nuestro... ya termino.

4. März 2022 04:28 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Fortsetzung folgt… Neues Kapitel Alle 15 Tage.

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