gerendo01 Gerendo 01

Dos chicos intentan violar a una chica... ¡Y no creerás lo que ocurre a continuación! :D One-shot.


Fan-Fiction Erotisch Nur für über 18-Jährige.

#humor #terror #comedia-de-terror #comedy-horror #inverse-rape #comedy
Kurzgeschichte
0
493 ABRUFE
Abgeschlossen
Lesezeit
AA Teilen

Tal harás...

Una chica de unos 19 años estaba volviendo a su casa después de comprar, llevando el bolso con la correa colgando del hombro. Era algo tarde, y el sol ya se estaba poniendo. Para atajar, la chica decidió desviarse de la calle principal y pasar por un callejón estrecho y poco iluminado. Aunque era estrecho, el callejón era bastante largo, por lo que tardaría algo más de dos minutos para llegar al final. Sin embargo, cuando iba más o menos por la mitad, unos metros delante suyo, de detrás de unas cajas de madera salió un chico de unos 23 o 24 años, con una sonrisa malévola. La chica se detuvo y dio un paso atrás. Al girar un poco la cabeza vio que unos cuantos metros detrás suyo se acercaba otro chico, de unos 21 años, con la misma sonrisa malvada que el otro. Los dos chicos se empezaron a acercar cada vez más a la chica, la cual empezaba a asustarse. Sin poder huir a ningún sitio, la chica se arrinconó en la pared, quedando acorralada por los dos chicos.

–Po… Por favor, no me hagáis daño. – Dijo la chica, asustada. – O-Os daré todo lo que tengo, pero por favor, no me hagáis daño.

–Pobrecilla, – dijo el mayor de los chicos. – no nos interesa para nada tu dinero. – La chica empezó a asustarse más, pensando que eran unos asesinos que simplemente la querían matar. – Lo que queremos es follarte.

La expresión de la chica cambió a sorpresa.

–¿Cómo?

–Que vamos a follarte. – Dijo el chico más joven.

–No… No puede ser… – Balbuceó la chica.

–Sí, sí que puede ser. – Dijo el mayor. – Y más vale que no te resistas o será peor.

–No… No… ¡No me lo puedo creer! – Gritó la chica rebosante de alegría, sorprendiendo a los dos chicos. – ¡Nunca hasta ahora nadie me había pedido tener sexo! Hasta ahora siempre era yo la que se lo pedía a los demás. ¡Nunca me lo había propuesto nadie! ¡Acepto encantada!

Los dos chicos se mostraron extrañados.

–Oye, chica, ¿que no lo entiendes? – Dijo el joven. – Vamos a violarte.

La chica asintió rápidamente y feliz.

–Adelante, violadme todo lo que queráis. ¡Vamos, ¿a qué estáis esperando?!

Los dos chicos no entendían cómo es que aquella chica estaba tan feliz de que la fueran a violar. Pensaban que lloraría y suplicaría que no lo hicieran, o que por lo menos lo haría a regañadientes solo para que no le hicieran daño. Pero de ninguna manera se pensaban que estaría feliz de que la violaran.

Al ver que los chicos no tomaban la iniciativa, la chica se lanzó contra el joven y le bajó los pantalones de golpe, junto con los calzoncillos, sorprendiendo al chico, y empezó a chuparle el pene.

–¡O-Oye! ¡¿Qu-Qué haces?!

–Estoy chupando tu polla para que se ponga dura y podamos follar. – Dijo la chica sacándose el pene del chico de la boca. – Está tan blanda que así no entrará.

Dicho esto, la chica siguió chupando su pene. El mayor estaba alucinando. Ver cómo esa chica le estaba chupando el pene a su amigo hacía que se le empezara a ponérsele duro a él, mientras que al joven se le empezaba a poner duro también por la mamada que le estaba dando la chica, el cual, pasada la sorpresa inicial, dejó que la chica siguiera chupándole. El mayor, ansioso, se bajó rápidamente los pantalones y los calzoncillos.

–¡Oye, chica! ¡Rápido, chúpame la mía también!

La chica dejó de chupar el pene del joven y empezó a hacerlo al del mayor, mientras que al joven empezó a masturbarle con la mano izquierda. Los dos chicos no daban crédito. No entendían cómo esa chica, no solo estaba feliz de que la fueran a violar, sino que hasta ella misma tomó la iniciativa. Pero en ese momento eso les daba igual. Estaban disfrutando con el sexo oral y manual que les estaba dando la chica. El mayor, al que la chica le estaba dando una mamada espectacular, lamiendo por delante y por detrás el pene del chico, así como el glande y el prepucio, estaba excitándose demasiado, lo cual hizo que no pudiera aguantarse las ganas de ir más allá.

–¡N-No aguanto más! – Dijo empujando a la chica por los hombros, tumbándola en el suelo, para justo después bajarle la falda y las bragas y meterle su pene en la vagina.

–¡Ah! ¡Sí, sí! – Exclamó la chica.

El otro chico, no queriendo quedarse al margen, se acercó a la cara de la chica.

–¡Oye, sigue chupándome la polla!

–Claro. – Dijo la chica, que lo hizo sin perder ni un segundo.

–¡Ah! Sí, aaaaah…

El mayor de los chicos movía sus caderas cada vez más fuerte, metiendo su pene cada vez lo más profundo que podía en la vagina de la chica, mientras el joven agarraba la cabeza de la chica, moviéndola adelante y atrás fuertemente para que la chica le hiciera una buena felación.

–Ah, ah… Me voy a correr… – Gimió el mayor sin dejar de mover con fuerza las caderas.

Pocos segundos después finalmente se corrió, soltando su semen dentro de la chica cada vez que su cuerpo se contraía debido a los espasmos del orgasmo, y poco después lo hizo el joven, llenando la boca de la chica de semen, que tragó todo lo que pudo. Este se dejó caer al suelo, agotado. Mientras, la chica se lamió los labios para terminar de tragarse el semen que no hubiera entrado, y llevó su mano a su vagina, separándola, viendo como salía semen de ella.

–Vaya, te has corrido un montón. – Dijo dirigiéndose al mayor.

–Esto no ha sido nada, aún puedo más. – Dijo este haciéndose el chulo. – Esta vez voy a darte por el culo.

La chica asintió.

–Adelante.

Oír esto hizo reaccionar al joven.

–¿E-Eso significa que la vagina está libre?

La chica asintió.

–¿Quieres metérmela? – Dijo separando su vagina con las manos. – Vamos, ven.

Aunque el chico ya tenía el pene flácido, solo con oír esto fue suficiente para que se le volviera a poner erecto en cuestión de segundos. Sin dudarlo ni un momento se acercó a la chica y le metió el pene dentro. Mientras, el mayor hizo lo mismo por el culo de la chica.

–¡Ah! ¡Sí! ¡Aaaaah! – Gemía la chica.

Los dos chicos también gemían, pero no tanto como ella. Parecía que era ella la que estaba disfrutando más.

El chico mayor, desde detrás, apretaba y pellizcaba el pecho y el pezón izquierdo de la chica, mientras el joven chupaba y lamía el derecho.

–¡Ah, sí! ¡Aaaaah, más!

Haciendo caso a la chica, los chicos incrementaron sus movimientos y la fuerza de estos, hasta que al cabo de un rato terminaron por correrse de nuevo, llenando otra vez la vagina de la chica de semen, y esta vez también su culo. Los dos chicos se dejaron caer al suelo, exhaustos. El joven soltó unas risitas.

–Joder, tío, esto ha sido increíble

–Y que lo digas. – Respondió el otro. – No ha salido como esperaba, pero estoy satisfecho.

–Bueno, vayámonos. – Dijo el joven, levantándose. El mayor asintió y también se levantó.

–¡Hagámoslo otra vez! – Exclamó la chica, con una sonrisa enorme en su cara, sorprendiendo a los chicos.

–¿Quieres hacerlo otra vez? – Preguntó el mayor.

La chica asintió. Los dos chicos se miraron extrañados, y tras unos segundos se encogieron de hombros, como diciendo: “¿Por qué no?” y se acercaron de nuevo a la chica, con la cual volvieron a tener sexo otra vez.

La follaron de todas las formas que se les ocurrieron, penetrándola por la vagina, la boca y el ano, lamiéndole los pechos y la vagina, y chupándole los pezones y el clítoris. Finalmente los chicos terminaron por correrse dos veces más cada uno.

Completamente agotados, se dejaron caer al suelo, intentando recobrar su ritmo de respiración normal. Cuando lo consiguieron, el mayor habló.

–Joder, tío, menuda pasada.

–Ya te digo. – Respondió el otro. – Ojalá todas las tías fueran así.

Los dos chicos se rieron.

–Bueno, ahora sí que deberíamos irnos. – Dijo el mayor levantándose. El joven asintió y se levantó también.

–¿Ya os vais? – Preguntó la chica, claramente triste. – Es muy pronto, hagámoslo más veces.

Los dos chicos la miraron extrañada. El mayor habló.

–¿Pero qué dices? Ya lo hemos hecho cuatro veces, no podemos más.

–¡Pero yo aún tengo ganas!

–Pues hazte una paja, o busca a otro chico. Nosotros nos vamos.

–¡No podéis! ¡Quiero hacerlo más!

–¿Pero qué pasa contigo? – Dijo el mayor empezando a molestarse. – He dicho que no queremos más. Anda, adiós.

La chica, molesta, agarró al chico por el hombro y lo giró, enfadando al chico.

–¡Oye, he dicho que…

El chico calló de golpe al ver que la chica le había puesto una navaja en el cuello.

–¡Tú!

El joven reaccionó rápidamente lanzándose contra la chica, pero esta lo esquivó y le dio un codazo en el estómago, haciendo que cayera al suelo. El mayor aprovechó para intentar golpearla en la cabeza, pero la chica reaccionó rápidamente esquivándolo y le clavó la navaja en el estómago. El joven se levantó rápidamente para atacarla, pero la chica reaccionó dando una patada por la espalda al mayor, tirándolo al suelo, haciendo que el joven tuviera que esquivarlo, lo cual aprovechó la chica para apuñalar al joven por detrás, también a la altura del estómago, para después ponerse delante suyo y darle un rodillazo para tirarlo al suelo, dejándolo al lado del otro.

En el suelo, los dos chicos soltaban gemidos ahogados mientras tenían sus manos en sus heridas. No sangraban mucho, ni eran graves, pero dolía mucho. La chica se acercó a ellos y blandió la navaja, asustando a los chicos, sobre todo al ver la expresión de sus ojos.

–He dicho que vamos a hacerlo más veces.

En ese momento los dos chicos sintieron el verdadero terror.


La chica estaba cabalgando sobre el pene del chico mayor, metiéndolo lo más profundo que podía con cada embestida, mientras chupaba con tanta fuerza el del joven que pensaba que se le iba a desprender la piel. Al igual que antes, los dos chicos gritaban y gemían, pero esta vez era de dolor en vez de placer. Tras un buen rato, los dos chicos terminaron corriéndose de nuevo, eyaculando esta vez muy poco semen, pues ya habían gastado la mayor parte de sus reservas antes. Los dos chicos respiraban agitadamente, agradecidos de que aquello por fin hubiera acabado.

–Otra vez.

Escuchar eso les heló la sangre.

–¿Qu-Qué…

–Otra vez. – Dijo la chica con una expresión que le hacía parecer una yandere. – Quiero hacerlo otra vez.

–Pe-Pero… Es imposible… – Dijo el joven. – No podemos más.

–Tonterías. – Dijo la chica. – Con la edad que tenéis me vas a decir que no podéis más.

Tras decir eso empezó a masturbarlos, cada uno con una mano, apretándoles tan fuerte el pene que les hacía daño.

–¡Aaah! ¡Para, para! – Gritó el mayor.

–¡Eso duele! – Gimió el joven.

Ignorando sus súplicas, la chica siguió masturbándoles, sin conseguir que sus penes se pusieran duros, molestando a la chica.

–Tsk. Los hombres no duráis nada. – Dijo soltándoles. – Suerte que siempre llevo esto conmigo por si acaso.

La chica sacó de su bolso un paquete y sacó de este un par de pastillas de viagra. Los dos se asustaron al intuir lo que era eso.

–E… Eso es… – Empezó a decir el mayor, pero no pudo terminar, pues la chica le metió la pastilla en la boca y se la hizo tragar por la fuerza.

El joven intentó resistirse, pero debido a que estaba herido fue fácil para la chica hacerle tragar la pastilla por la fuerza a él también. Solo tuvo que pasar poco más de medio minuto para hacer que los penes de los chicos empezaran a ponerse duros, sorprendiendo a ambos, pues supuestamente la viagra tarda media hora o más en hacer efecto.

–¿Qué… ¿Qué es esto? – Preguntó el mayor, asustado. – ¿Cómo es que funciona tan rápido?

–Esto no es viagra normal. – Dijo la chica, sonriente. – Es un producto experimental pensado para sustituir la viagra al tener efecto más rápido. Aún no está a la venda, ya que todavía está en fase de pruebas, pues aún no se ha identificado qué posibles efectos adversos podría tener.

Eso asustó más a los dos chicos.

–¡¿Q-Qué dices?! – Exclamó el mayor. – ¡¿Nos has intoxicado?! ¡¿Qué nos has metido?!

–¡¿Y si dices que está en fase de pruebas cómo es que lo tienes?!

La chica rápidamente puso su navaja en el cuello del joven, callándolo de inmediato, y con una cara terrorífica les dijo:

–Hacéis demasiadas preguntas. – Dijo, para después añadir con una sonrisa terrorífica: – Vamos a follar.

Los dos chicos, aterrorizados y heridos, no podían hacer nada mientras veían como la chica se puso encima esta vez del joven, y empezó a moverse rápidamente arriba y abajo, introduciendo todo lo fondo que podía dentro de su vagina el pene del chico, mientras este gritaba por el daño que le hacía la chica, ya que lo hacía muy bruscamente y con mucha fuerza. En ese momento, el mayor, aprovechó que pensó que la chica estaba distraída violando a su compañero para levantarse sigilosamente y huir. Pero por desgracia para él, la chica no estaba distraída, y sumado a que estaba herido, hizo que no pudiera correr lo suficientemente rápido, con lo que la chica la agarró por el tobillo, haciéndolo caer al suelo, y tiró de él.

–¿Y tú dónde te crees que vas?

La chica entonces agarró fuertemente los testículos del chico y los apretó, causándole mucho dolor, y se metió su pene en su boca, sin dejar de apretar los testículos del chico, de diferentes formas y en diferentes lugares, mientras este lloraba de dolor.

–¡Aaaaah! ¡Ah, aaaaaaaaah, aaah! ¡Lo siento, lo sientoooooo!

La chica, ignorando los gritos del chico, siguió apretándole los testículos mientras le chupaba el pene. Eso mientras no paraba de mover rápidamente sus caderas para meter dentro de ella del pene del joven, que, al igual que su compañero, no podía hacer nada aparte de gritar.

A pesar de que los chicos ya no estaban sintiendo ningún placer, el efecto de esa viagra experimental hacía que sus penes siguieran duros, y al estimular la chica sus penes hacía que estos se corrieran pasado un tiempo, aunque no sentían ningún placer al hacerlo y ya no eyaculaban nada de semen debido a haberlo gastado todo las veces anteriores. Tres veces los hizo correr de esta forma, cambiando cada vez el agujero por el que se metía los penes.

Los chicos estaban tirados en el suelo, con lágrimas en los ojos, en parte por el dolor de las puñaladas que les había dado la chica, y en parte por el dolor que la chica les hacía a sus penes. La chica suspiró y se pasó el brazo por la frente para limpiarse el sudor que tenía en ella, haciendo que los chicos creyeran que por fin había terminado.

–Bueno, veamos qué tenemos aquí. – Dijo abriendo su bolso. Tras buscar unos segundos, sacó de él cinco consoladores y vibradores de distintos tamaños (aunque todos muy grandes) horrorizando de nuevo a los chicos al comprender que no había acabado.

–No… No… – Sollozó el mayor, aunque el joven pensaba lo mismo.

El chico intentó arrastrarse para huir de allí, pero la chica lo agarró por el tobillo y tiró de él, poniéndolo de cara al suelo. El chico notó el consolador en la entrada de su culo.

–N… ¡N-No!

Haciendo caso omiso al chico, la chica empezó a meter el consolador lentamente en el culo del chico, haciendo que este gritara cada vez más. Cuando toda la punta entró, la chica empujó fuertemente el consolador, haciéndolo entrar todo de golpe, haciendo que el chico gritara aún más. Seguidamente, la chica empezó a moverlo hacia fuera y hacia adentro rápidamente. Así a palo seco, sin vaselina ni nada, causándole tanto dolor al chico que creía que le iba a desgarrar el ano por dentro. El joven solo podía mirar horrorizado, pues sabía que él era el siguiente. Efectivamente, su temor se confirmó cuando la chica le miró con una terrorífica sonrisa. La chica cogió un vibrador de unos 4 centímetros de ancho por 18 de largo, y lo encendió, empezando este a moverse lentamente en todas direcciones, horrorizando más al chico.

–N-N… No… Por favor… No…

Ignorando al chicho, la chica lo agarró con fuerza, separándole las piernas para tener fácil acceso a su culo. La chica cogió el vibrador y se lo metió por completo en su ano, haciendo gritar al chico, que notaba como su ano no paraba de moverse por dentro por efecto del vibrador. Los dos chicos no paraban de llorar.

–¡Po-Por favor, para! – Gritó el mayor. – ¡Por favor! ¡Te lo suplico!

–¿Por qué? ¿Es que tú hubieras parado si te lo hubiera pedido? – Dijo la chica con una mirada tan seria que daba miedo. – Vosotros queríais violarme. ¿Hubierais parado si os lo hubiera pedido? ¿Aunque os dijera que me estuvieseis haciendo daño? Aunque os lo suplicara, ¿habríais parado? – El chico no pudo decir nada, en parte por el dolor, y en parte poque la chica tenía razón. – No, ¿verdad? ¿Entonces por qué tendría que hacerlo yo?

Comprendiendo que la chica no iba a parar, los dos chicos no pudieron hacer nada más que seguir gritando y llorando de dolor. Por más de 15 minutos estuvieron así, con la chica cambiando los consoladores y vibradores que les iba metiendo, mientras al mismo tiempo seguía violando a los chicos, metiéndose sus penes en su vagina, boca y ano.


La chica apagó el último vibrador encendido, mientras los chicos seguían sollozando tirados en el suelo.

–Po-Por fin ha terminado… – Pudo balbucear el joven.

–¿Terminado? ¿Qué decís? – Dijo alegremente la chica. – Esto apenas acaba de empezar.

Los dos chicos se horrorizaron al ver que la chica sacaba otra cosa del bolso, pero se extrañaron ante lo que vieron. Era una especie de pequeña cuerda hecha con bolitas de plástico de color verde, siendo de 5 milímetros en su parte más ancha, y de algo más de 10 centímetros de largo.

–¿Esto no es algo pequeño para que nos lo meta por el culo? – Preguntó el joven, dirigiéndose a su amigo, aunque la chica contestó antes.

–¿Por el culo? No, esto no es para el culo.

En un principio los chicos no lo entendieron, pero cuando lo hicieron se dieron cuenta de que se equivocaron cuando pensaron antes que sintieron el verdadero terror. En este momento supieron lo que es de verdad sentir el verdadero terror.

La chica se acercó lentamente al joven y le agarró el pene.

–No…

Con la otra mano cogió la cuerda de bolitas y la puso en la punta de su pene.

–¡No!

La chica sonrió de una forma terrorífica y empezó a empujar la cuerda.

–¡Noooooooooooooooooooooooooooooo!

·

·

·

Los dos chicos fueron encontrados la mañana siguiente por una persona que llamó a una ambulancia, al ver su lamentable estado y que estaban heridos. Los dos chicos fueron llevados al hospital, donde los ingresaron en una habitación, estando solo ellos dos.

Los chicos les explicaron a los médicos que les atendieron todo lo que les había hecho esa chica, llorando mientras lo recordaban, aunque convenientemente omitieron la parte en la que intentaron violarla.

Tras unos chequeos rápidos, uno de los médicos les dijo que se quedarían en observación unos días, hasta que se sintieran mejor, ya que, aparte de las puñaladas, no tenían ninguna otra herida grave, ya que ni sus anos ni sus penes se habían desgarrado, solo tenían unas pequeñas heridas provocadas por los juguetes sexuales de la chica, pero nada que no pudiera arreglarse con unos días de reposo.

–En fin, tengo que irme. – Dijo el médico. – Tengo que visitar a otros pacientes. Enseguida llegará una enfermera para cuidar de ustedes.

Los chicos no tenían fuerzas ni para asentir, y simplemente se limitaron a cerrar los ojos, aliviados de que el horror hubiera pasado.

–Ara ara, pero mirad quién tenemos aquí.

Los dos chicos se horrorizaron al reconocer inmediatamente esa voz. Rápidamente abrieron los ojos, suplicando estar equivocados, pero no. Allí estaba esa chica, vestida de enfermera.

–Realmente el mundo es un pañuelo, ¿no creéis?

Los dos chicos intentaron gritar, pero estaban tan asustados que no podían decir nada. La chica cerró la puerta de la habitación y se acercó a ellos con la misma sonrisa terrorífica del día anterior.

–A… ¡Ayudaaaa! – Gritó finalmente el mayor cuando recobró la capacidad de hablar.

–Da igual cuánto grites, estas habitaciones están insonorizadas.

La chica se subió a la cama donde estaba el mayor y gateó hasta quedar encima suyo, mientras el chico tenía una expresión de miedo total en su rostro y empezaba a llorar. La chica, con la misma sonrisa que ayer, se pasó la lengua por los labios.

–No os preocupéis. Voy a cuidar muy bien de vosotros.

Los dos chicos se horrorizaron aún más, si es posible, y empezaron a llorar.

–¡Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!


Tal harás…


FIN

17. September 2021 14:11 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
0
Das Ende

Über den Autor

Gerendo 01 Este es mi perfil de Inkspired, aunque mi cuenta principal está en FanFiction, donde escribo historias basadas en personajes existentes. También tengo una cuenta en FictionPress, donde escribo historias originales. Link de mi cuenta de FanFiction: https://www.fanfiction.net/u/8429754/ Link de mi cuenta de FictionPress: https://www.fictionpress.com/~gerendo01

Kommentiere etwas

Post!
Bisher keine Kommentare. Sei der Erste, der etwas sagt!
~