dalng_63 𝐃𝐚𝐥𝐢𝐚 🌙

Los errores del pasado atormentan el presente. No importan los años o los siglos que transcurran, siempre estarán cerca pero nunca juntos. ✓Portada realizada por @ncthearts. • Secuela de Pecado Concebido. • Contenido homosexual. • Leve smut/drama.


Fan-Fiction Bands/Sänger Nur für über 18-Jährige. © Todos los derechos reservados

#Kookv #lemon #inkspiredstory #chicoxchico #homosexual #Taehyung #Jungkook #one-shot
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Fragmentados

Roma, Italia.

07/12/2020, 17:47 PM.


La oscuridad comenzaba a apoderarse del nublado cielo, el bosque se encontraba desolado entre el frío infernal, el silencio y la paz fue quebrantado por el crujir de las hojas y ramas que eran aplastadas ante el apuro del joven lleno de desesperación y miedo.

Miedo...

Era lo único persistente en el lugar, sobre todo en el castaño que corría despavorido. Un joven buen mozo, de belleza sublime pero condena tortuosa.

Condena que le atormentaba desde antes de nacer.

Su respiración era agitada, sentía el retumbar de sus latidos, la adrenalina recorriéndole el sistema, las olas expansivas de calor le eran agobiantes. Detuvo sus pasos en un intento por recuperar el aliento.

Grave error.

Su cuerpo fue jalado y azotado abruptamente contra uno de los robles. Jadeó de dolor.

—Jeon —murmuró con voz quebradiza al ver frente a él la presencia de un hermoso pelinegro.

Se estremeció ante la mirada tan fulminante del joven, aquella que le robaba el aliento y que deseaba que le perteneciera solamente a él.

Taehyung analizó cada una de las facciones del pelinegro, su ceño fruncido, su amenazante mirada y sus apetitosos labios le eran encantadores era casi perfecto de no ser su cazador.

Jungkook sonrió victorioso ante la mirada aterrorizada del castaño.

—¿Me temes? —preguntó cínico.

—No —espetó Taehyung —, no eres rival para mí —habló intentando ocultar su nerviosismo.

—¿Seguro? —insistió risueño Jungkook.

—S-sí —respondió maldiciendo por la irregularidad de su voz.

Ante la poco convincente respuesta del menor, Jungkook se acercó lo suficiente para sentir a Taehyung encogerse en su lugar.

—Trece años conociéndote —esbozó Jungkook con voz gruesa —, y aún no puedo entender cómo mierda logras provocarme con acciones tan estúpidas.

Taehyung tragó duro.

—Mírame —decretó. Odiando el efecto que Jungkook causaba en él, Taehyung se enfrentó a los inquietantes ojos del joven.

Un excitante escalofrío les recorrió al conectar sus miradas.

—¿Volverás a huir? —preguntó Jeon con el semblante endurecido, por el regreso de esa sensación que lo inquietaba.

—No —contestó por inercia, arrepintiéndose de lo dicho casi al instante.

—¿Te gusta el infierno?

Aquella pregunta desconcertó a Taehyung.

—Probablemente —respondió sin desviar la mirada.

La altanería de Taehyung molestó a Jungkook, pero para su desgracia era uno de sus encantos. Sin pensarlo dos veces, Jungkook tomó por la nuca a Kim y hundió sus labios en un violento beso.

Taehyung chilló ante el brusco movimiento, sentía como su boca era perturbada por la prodigiosa lengua de Jungkook, cerró sus ojos intentando seguirle el paso.

Ante la torpeza del castaño Jeon sonrió gustoso, sin embargo, no tardó en recibir un tenue gruñido por parte de Taehyung ante su torpe acción de interrumpir el tan aclamado beso.

—Si no te gusta el infierno ¿Para que coqueteas con el Diablo? —entonó cínico tras cortar el beso.

Lo dicho molesto a Taehyung, pero esto no fue impedimento para retomar el beso el cual pronto fue dominado nuevamente por el pelinegro.

Caricias indebidas y los lascivos chasquidos de sus labios tomaron partido, la temperatura subió. Una vez más sus pieles suplicantes exigían unirse y fundirse en su precioso infierno, ardían ante el tacto del contrario. Estaban jodidos.

Ambos eran su destrucción y salvación.

Solo ellos podían entender su mórbida relación.

Trece años juntos, trece malditos años encadenados y seguían sintiendo la misma adrenalina al conectar sus miradas, al tocarse y unir sus labios.

Su unión dolía.

Pero era tan necesaria que asfixiaba.

Taehyung ante el recuerdo mordió con salvajismo el labio inferior de Jungkook logrando que sangrara. Éste tan solo gruñó sintiendo los labios del menor comenzar a succionar la herida.

—¿Y quién te dijo que no me gusta? —respondió retador.

Jeon sonrió, pues había logrado corromper a Taehyung justo como él deseaba. Justo como lo necesitaba.

—Vayamos a casa —Jungkook gruñó tras sentir a su querido castaño frotándose contra él sin pudor. El castaño asintió pero no sin antes devorar la boca de su amada perdición.

Ambos amantes fueron hasta la cabaña en donde desde hace años sus almas se unían.

Al llegar entre tropezones y risillas se dirigieron hasta su habitación.

La ropa rápidamente fue despojada de la anatomía de Taehyung, el cual en poco tiempo fue recibido por la acogedora cama, la única testigo de sus pecados.

Jungkook rápidamente subió a esta abriéndose paso entre las hermosas piernas del castaño. Al conectar sus miradas logró percatarse que los ojos del menor le miraban con lujuria y deseo.

Un ronco gruñido escapó de sus labios, al sentir la temblorosa mano de Taehyung sobre su pantalón.

Kook... —jadeó avergonzado ante la penetrante mirada del pelinegro.

Jeon comenzó a deshacerse de su ropa bajo la atenta mirada del castaño, al terminar dirigió sus labios hasta el rostro del menor, lo beso con delicadeza, mientras que sus venenosas manos se deslizaban por las perfectas piernas del menor y repasaban el camino una y otra vez hasta escabullirse entre sus nalgas en busca de la necesitada entrada.

Al encontrarla sonrió satisfecho y tras un último beso introdujo uno de sus dedos a la deliciosa cavidad, ganando en respuesta un chillido por parte de Taehyung, al notar la incomodidad del menor con gran agilidad posicionó al castaño en cuatro.

Nalgueo al menor antes de separar su dotado trasero logrando conseguir una gloriosa imagen que sin esfuerzo sería grabada en su memoria. Acercó su rostro con la intención de devorarla.

¡No! replicó Taehyung sonrojado hasta las ojeras —. Por favor no Kookie —. Más sus súplicas no fueron escuchadas —¡N-no...Ngh! —gimió ahogadocon el rostro enterrado entre las sábanas, mientras la cálida lengua del pelinegro le recorría las entrañas.

Jeon deseaba devorarle, marcarlo como suyo. Solamente suyo.

Las entrañas del menor se removían gustosas ante la profanación de su entrada, la lengua de Jungkook con gran agilidad recorría y jugaba con la palpitante cavidad; los gemidos que emitía su pequeño ángel le eran simplemente delirantes.

La vergüenza pasó a segundo plano para Taehyung en cuanto Jeon detuvo las sucias jugadas.

Taehyung chilló ante el vacío que sintió, por instinto intentó levantarse pero esto fue impedido por una fuerte nalgada en su costado izquierdo. Gimió.

—Esto apenas comienza, cariño informó Jungkook, dibujando una sonrisa llena de orgullo al lograr estremecer a Taehyung.

Por otro lado el castaño deseaba sentirlo, y ante la lentitud de su acompañante alzó aún más su trasero y sin decoro comenzó a restregarse contra el duro falo de Jeon.

Necesitado incrementó el ritmo.

A Jungkook tal acción le era excitante, le encantaba ver a su pequeño ángel desesperado, tomó su falo y arremetió contra el menor sin tener consideraciones.

—¡Mmmph! —gimió Taehyung mientras arqueaba su espalda tras sentir la fuerte penetración del mayor y sin poder recuperarse su cuerpo fue azotado con una serie de embestidas violentas pero certeras.

El sonido de sus pieles chocar, el aroma a sexo y las morbosas palabras de Taehyung enloquecian a Jungkook.

Pero sabía que solo obtendría la gloria al ver a su pequeño ángel vuelto un desastre gracias a su causa. Comenzó a mover sus caderas de manera irregular, Taehyung sintió el repentino cambio del ritmo, más no se quejó pues seguía siendo igual de gratificante.

O al menos así fue hasta que Jeon encontró su punto dulce haciéndolo enloquecer en éxtasis.

¡Mierda!, ¡Ahí!...¡Hmmp!¡A-Aahí!

El juego se había vuelto violento, la habitación pronto fue invadida por los lascivos gemidos que emitía Taehyung siendo estos acompañados por los roncos gruñidos de Jungkook.

¡Más!, ¡Más!, ¡Más! —suplicó Taehyung desesperado por llegar.

Jungkook continuó con las brutales penetraciones deleitándose de la vista y la melodiosa voz de Taehyung, sin poder resistirse atacó la espalda del castaño y enterró sus dientes en la tersa piel.

Taehyung sumiso ladeo su cabeza, lo cual hizo sonreír al mayor.

Muérdeme pidió sollozante —, por favor Kookie —. Y como si se tratara de su esclavo Jungkook obedeció.

La increíble versatilidad de Taehyung le era excitante a Jungkook.

El ansiado cosquilleo en su parte baja llegó e inmediatamente se percató de que Taehyung también estaba en su límite, pues las paredes anales del castaño estrujaron su falo sin piedad.

Sus labios suplicaban por sentir los contrarios, tomó con brusquedad de la nuca al castaño acercándolo hasta él.

—Que te quede claro, eres mío y de nadie más, ¿de acuerdo? —musitó Jungkook mientras seguía tirando de la castaña cabellera. Sus cuerpos se tensaron y antes de que el orgasmo les azotará Jungkook unió sus labios en un torpe beso.

Fue así como ambos ahogaron sus gemidos y gruñidos de placer, al tiempo que sus penes chorreaban semen con descaro. Entre temblores y deleite ambos sonrieron tras separarse, una vez más se sentían completos.

No importaba ni su estatus, ni su familia, ni su apellido, ni siquiera que fueran clanes enemigos.

Nada de eso importaba.

Tan solo ellos en aquella habitación.

Jungkook salió de Taehyung el cual gimió quedito al sentirse vacío. No volvieron a cruzar palabra alguna. Sin embargo, Taehyung se acurrucó contra el pecho del pelinegro, quedándose dormido en cuestión de minutos.

El pelinegro lo observó con intensidad, cada una de sus facciones le eran encantadoras, extendió la mano en busca de la sábana que cubriría su desnudez.

Una vez más lo miró.

Te am...—susurró el castaño entre sueños, Jungkook se petrificó.

En sus planes no estaba depender de alguien y mucho menos de Taehyung.

Observó una vez más el sereno semblante del menor. Tensó su quijada.

—Si es verdad que estamos atados nos volveremos a encontrar, ¿cierto? —murmuró antes de levantarse de la cama, vestirse, tomar sus cosas y salir de la habitación, no sin antes dejar una nota sobre la mesita de noche y besar por última vez los labios rojizos del menor.

Su corazón se estrujaba con cada paso que daba fuera de la habitación.

Las horas pasaron y Taehyung comenzó a removerse entre las sábanas, ya que la frialdad de estas le incomodaba. Extendió su mano por inercia en busca de la calidez del cuerpo contrario pero tan solo encontró un vacío sobre la cama.

Asustado abrió sus ojos abruptamente, sintió sus entrañas removerse.

—¿Kook? —nombró asustadizo. Era la primera vez que lo abandonaba sin decirle algo.

Intentó levantarse pero la hoja que reposaba a su costado lo detuvo. Tembloroso la tomó.

Sus ojos pronto bailoteaban sobre el trozo de papel entintado, con cada palabra, con cada frase, con cada reglón sentía su ser desmoronarse, cada fibra de su cuerpo rogaba por ir detrás de él.

Pero...¿Lo haría?

—¿Cuántas veces seguiremos pasando por esto? —pronunció dolido Taehyung dejando caer la hoja sobre el suelo —¿Cuántas veces me seguirás usando? —prosiguió sintiendo las lágrimas rebeldes deslizarse por sus mejillas —. Yo te amo...

Sin duda, se pertenecían. Eran el complemento del otro.

No importaba el papel que jugarán, sus cuerpos solo reaccionaban ante el toque del otro, pues la condena continuaba.

Una condena que los mantendrá atados por la eternidad.

No importaba las vidas que pasarán.

Ni los siglos.

Sus destinos se cruzarían tarde o temprano.

Tanto dolor y destrucción se habrían evitado, pero la mala decisión de un cura en el pasado los condenó de por vida,

Una decisión que seguía cobrando vidas, y todo por caer en las redes de un satánico.

22. April 2021 03:01 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Das Ende

Über den Autor

𝐃𝐚𝐥𝐢𝐚 🌙 "Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos." —Maquiavelo. Wattpad: @DalNg_63

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