SECRETO BAJO CERO Follow einer Story

Día 1: Hola, mi nombre es Dante Carlo Mosú, esperen, cerrare la cortina, pues el sol ya hizo de las suyas, y está cubriendo fuertemente mi recamara, no sé qué esperar de este día, pues mi madre se va por 2 semanas a un retiro, sin duda una de las cosas más difíciles e interesantes que me tocara pasar, pues mi madre es mi razón de vivir, ella me ha enseñado tantos buenos valores, que estar lejos de ella me causará mucho conflicto interno, sin olvidar que tendré que lavar mi ropa, hacerme de comer, ja, estoy acostumbrado tanto a ella, pero por ninguna razón le permitiría no asistir a ese evento el cual ha esperado con ansias, pues mi madre es muy creyente a todo ese tipo de cosas.

“Dante, ya levántate, ven a desayunar”.

Si, conózcanla, ese grito es de mi madre, tengo tanta hambre que no será necesario que me grite 2 veces como la mayoría de los días, y ese gran aroma a café por las mañanas siempre me despierta más el apetito, es un café especial, lleno de amor.

“Hola mamá”, siempre la saludo dándole un fuerte beso en la mejilla y un abrazo caluroso. “Por fin se llegó el día mamá, no sé qué hare sin ti, tendré que lavar, planchar, hacer comida, lavar los platos” le decía mientras con los dedos de la mano iba contando cada tarea del hogar por realizar.

“Barrer, trapear, lavar el baño, regar mis plantas, limpiar el armario”

Woow no había visto la gravedad del asunto hasta que a mi madre se le ocurrió enlistar las actividades que yo no había contemplado, pero ¿Qué va? Todo vale la pena con tal de ver a mi madre descansada, que se libere un poco de todo el estrés que ocasiona estar encerrado en casa, y lo sé porque aún no empiezan mis días solo y ya estoy estresado.

“¿Y a qué hora vendrá mi tía Caro?” Sí, mi madre se ira al retiro con su hermana, mi tía Carolina, aunque les toco vuelos diferentes, irán al mismo destino, es la única hermana que tiene, bueno y mi tía Magdalena, que asesinaron hace más de 10 años.

“No lo sé, supongo que no debe tardar en llegar”

“Para bañarme antes de que llegue, que vergüenza que me vea en pijama aun” y sí que era para dar vergüenza, ya eran más de las 11 de la mañana y yo aun ando en pijama.

“Ay mijo, pero sí de todas las maneras te ves hermoso”

Si, halago que no vale, porque es de mi madre, ellas siempre ven hermosos a sus hijos, aunque no es la única persona que me lo dice, no es por ser narcisista, pero feo, feo… no soy.

“Saliste a tu madre, alto, cabello negro, pestañas largas, sonrisa perfecta, y con eso de que te encanta el gimnasio, no necesitas estar bañado para verte bien”

Pues sí, ese soy yo, me encanta el gimnasio, comer bien, cuidar mi cuerpo, no sé a quién saque los ojos grises, pues mi madre los tiene más café que el color del mismo café que estoy tomando en este momento, pero bah, tal vez de mi padre. “Mama ¿saque los ojos de papá?” Perdón, tenía que preguntarle amigos.

“Ya sabes que no me gusta hablar de ese hombre”

Ups, a veces olvido que mi mamá tiene un gran desprecio por mi padre, y bueno, la entiendo, a veces hasta yo lo detesto, pues nos abandonó a nuestra suerte cuando yo tenía 6 años, estamos hablando de mmm…. 21 años, casi 22, desde entonces mi madre es la que se ha encargado de mí, yo no sé si mi padre ya haya muerto, este perdido en el alcohol, o ande de fiesta en fiesta, y la verdad es un tema que hace años dejo de preocuparme, pues yo soy feliz con mi mamá, y ella es feliz conmigo, nos cuidamos y queremos mutuamente, por esa razón sigo viviendo con mi madre, porque estamos el uno para el otro, yo creo que es el amor madre-hijo más grande que pueda haber en el mundo, ja, aunque supongo todos los hijos y todas las madres piensan igual de sí mismos.

“Sabes mamá, este retiro me recuerda al que yo fui por un par de días, cuando tenía 10 años, donde conocí a Ana, creo que así se llamaba, ¿Lo recuerdas?”

“Así es hijo, se llamaba Ana, pero no recuerdo más, ni siquiera sé que fue de ella”

“Yo tampoco” Y si, ya hace tantos años, que no sé qué fue de esa chica, ni de los demás amiguitos que había formado en aquel retiro. Vaya parece que han tocado la puerta de la casa. “No te molestes mamá, yo abro, seguramente es tía Caro”

“Hola Dante ¿Aun en pijama?”

Diablos, había olvidado ir a bañarme antes de que llegara mi tía. “Hola tía, si, perdón, voy despertando, pásale a desayunar, mi mamá hizo unos cupcakes con café o leche”

“No hay problema mijo, siempre te ves guapo, y si acepto, pero solo un cupcake para acompañarlos a desayunar, por eso de la dieta”

Bah, los halagos de las tías tampoco son válidos ante la sociedad, y menos si nunca tuvo hijos, pues creo ser lo más cercano a un hijo para ella, o bueno al menos es lo que siempre he sentido, y lo que siempre me ha dicho, y le creo.

Creo que me sentaré en el sofá, ya estoy lleno, no quiero regresar a la mesa.

“¿Y ya estás listo Dan? Para estar solo dos semanas completas”

Nuevamente me lo tuvo que recordar mi tía “Pues sí, ¿qué más me queda no?” lo dije en tono de broma, claro, no quiero que mi mamá vaya a pensar mal y se vaya a incomodar.

“Eso si hijo, pues los boletos ya están comprados, y Argentina nos espera, aparte velo por el lado amable, el 27 de Marzo es tu cumpleaños, y ese día llegaremos, así que ese día temprano tocaremos tu puerta para decirte FELIZ CUMPLEAÑOS ¿verdad Rosa?”

“Así es mijo, ¿Quieres otro cupcake Caro?”

Lo bueno que la tía solo comería 1 cupcake, creo que ya lleva más que mi mamá y yo juntos, ja, y eso es verdad, mi mamá regresará exactamente en mi cumpleaños, así que por esa parte estoy tranquilo.

“Hijo tráeme las maletas por favor”

Ya se va mi madre, wow, que pesadas están las maletas, creo que hablarle al servicio de taxi para que venga por ellas y las lleve al aeropuerto.

“Hijo cuídate mucho, no se te olviden mis plantas, siempre las riego por la mañana, y las macetas las muevo al jardín para que les dé el sol por la tarde, en el refrigerador hay suficiente comida para una semana, y cuando se acabe toma lo que necesites de la tienda, y anótalo para reponer el dinero”

Todavía no se iban y ya estaba temblando de nervios, era una sensación extraña, ah, y había olvidado mencionar que tenemos un minisúper, donde vendemos abarrotes, carnes, frutas, verduras y dulces, esa es la tienda a la que se refiere mi mamá.

“Te quiero mucho mijo, pórtate bien, y nada de traer a chicas desconocidas a la casa, cuídate siempre, y te dejo mi amuleto, para que siempre lo guardes y te cuide, dejare aquí mi celular, ya que igual en el retiro no lo podré usar, tu tía llevará el de ella, pero lo tendremos que dejar al cuidado de alguno de los organizadores, cualquier cosa mándame un mensaje al número de Caro, seguramente en cualquier descuido podremos responderte, te dejo los ahorros bajo el colchón del cuarto viejo, y si necesitas mas ya sabes dónde está la llave de la caja fuerte de la tienda, en ella tenemos otros pocos ahorros, eso sí Dante, únicamente si es de urgencia, no llevare mucho dinero, pues tu tía lleva un poco más, y el retiro ya incluye hospedaje, traslados y comidas”

Era imposible no derramar una lagrima, pues dejar de verla por 2 semanas era mucho, lo más que duré sin verla fueron 3 días, cuando tenía que ir a hacer tarea de la preparatoria, tome su amuleto, el cual era una cadena simple de oro que le regalo mi abuela a sus 3 hijas, mi madre me persigno, me dio un beso en la frente, tomo sus maletas y se fueron al aeropuerto.

Día 2: ¿Quién demonios puede estar molestando a esta hora? Si, se escucharan sonidos en la madrugada, como cualquier otro día, supongo sería algo normal, pudieran ser gatos, perros, hasta alguna lagartija, pero ¿Mi celular? apenas las 8 de la mañana y mi celular ¿ya está sonando?, oh es un mensaje de mi tía o mi mamá, al parecer ya llegaron al destino, y ya están instaladas en el lugar correspondiente, eso me tranquiliza, y claro no olvidó mamá recordarme acerca de sus plantas y de abrir la tienda a las 9.

Ya regué sus plantas, Bohemian Rhapsody puede ser una buena canción de fondo mientras me baño, el agua está a una temperatura muy buena, ni fría, ni caliente, si, fue buena opción poner esa música, pues me recuerda a mi madre, es una de sus canciones favoritas, diablos, se acabó el shampoo, creo que tendré que lavarme el cabello con jabón corporal, mi primer error como chico independiente, con mi madre aquí, jamás faltarían esos artículos de higiene personal y menos si están disponibles en nuestra tienda, en fin, un día sin shampoo no creo que me deje pelón, al menos tengo aun pasta dental, es un avance.

Ya son las 9:00 de la mañana, es hora de abrir la tienda, sin duda será un día pesado, pues suele ser el día en que más movimiento hay, y ahora sin mi madre me tocará hacer doble trabajo, tanta gente extraña que pasa por aquí, es imposible no pensar en la cantidad de historias que tiene este lugar, pues cada persona está viviendo su propia batalla.

10:00pm - Después de un largo día de labores pesadas, por fin termine, es hora de cerrar, pero no sin antes acomodar algunos abarrotes que la gente dejó en un lugar equivocado. Oh… parece que suena mi celular, tal vez sea mi madre para preguntar que como me fue con las ventas.

“Bueno”. Vaya forma tan original de contestarle a mi madre ¿No? Ja.

“Hijo soy tu tía”

Oh, oh, ¿Qué pasa?, mi tía se escucha preocupada, llorando, alterada, asustada, y no sé qué tantas emociones más, esto empieza a preocuparme.

“Hijo nos acaban de secuestrar, a tu mamá le acaban de dar dos balazos en la cabeza, su cuerpo quedó destruido en acido, ayúdame no quiero terminar igual, soy tu única familia, lo único que sé es que el hombre que disparo se llama Frank Lomatheu, o al menos ese fue el nombre al que se referían a él, hijo… hijo... hunde a ese desgraciado, húndelo….”

“¿Puedes callarte Nicolás?”

“No, por favor noooo”

“¿Tía? Tía…..” Nunca había gritado tanto la palabra “Tía” pero ¿Que paso? ¿Lomatheu? ¿Quién era ese hombre que le grito a Nicolás que se callara? ¿Quién es Nicolás? Mi madre ¿Muerta?