hogikoi yoongay

Es en la madrugada, del primero de septiembre cuando nace un niño hermoso, de gran talento e inteligencia, que lo primero que ve es a su padre joven e inexperto quien lo sujeta. Y es en su transcurso de la vida que aprende el verdadero significado del amor que se lo enseñan sus dos padres. ....................................................... ↬ oneshot ↬ sope/yoonseok/hopegi/hopega es lo mismo ↬ fluff/angst


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Kurzgeschichte
13
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ÚNICO

HoSeok corría por todos los pasillos del hospital. No se detuvo a escuchar a la enfermera por completo, sino que apenas dijo en qué piso estaba YoonGi corrió por todo el cuarto piso buscándole, lo encontró en la sala de espera color rojo con avisos de bebés e información del ciclo de embarazo coloreado de un rosado suave en las paredes mientras el mayor se comía las uñas. Cuando llegó y se sentó a su lado Min por fin espabiló y le abrazó de inmediato.


—Demonios HoSeok, gracias por estar aquí. Me estaba muriendo.

—No es para menos, ¿No quisiste entrar? —YoonGi negó, solo se acurrucó sobre el hombro ajeno a punto de llorar.

—¿Qué hago? ¿Seré un mal padre?

—No lo creo, eres un buen hombre. Serás de esos padres que consienten a su bebé en todo. Todo el mundo tendrá la culpa menos él, así es como te veo.


YoonGi también deseaba aportar a la conversación, decirle a HoSeok que sería un padre igual de bueno o quizás el mejor de todos, pero ver a Jung con hijos le daba asco. Imaginar a HoSeok con alguien, con una pareja se le estrujaba el estómago y su corazón rugía, no, no podía ser tan egoísta.

Ambos eran colegas del mismo edificio, Min era ingeniero de sonido que se la pasaba detrás del computador siempre, el novato que a pesar de tener años de expertiz se había integrado hace poco a la compañía. HoSeok era el ejecutivo de relaciones públicas que, al contrario fue uno de los que vieron crecer a la empresa, el primero que le dio la mano, el primero que conoció y definitivamente su más grande amor.


Lo tenía todo, todo a lo que Min le gustaba y le volvía loco, tanto que colocaba en juego su matrimonio de un año con una muchacha que había conocido en la universidad, pero ese amor se sentía tan vacío ahora que conocía el de Jung. Sin embargo, él era un hombre de bien que se negó a avanzar en esta "segunda relación" un millón de veces, donde Jung le tenía paciencia y seguían estando en este balancín de emociones. Aunque cualquier luz de esperanza se fue cuando la esposa de YoonGi, con quien en ese entonces, cumplían dos años de matrimonio, esperaba un niño de tres semanas.


HoSeok se despegó tan brutalmente que YoonGi juraba haberse tambaleado con el corazón completamente roto y deshecho. La indiferencia suya mezclada con los celos propios, la decepción y la inseguridad del ser padre que trajo la gran noticia se le hacía imposible verlo de una manera positiva. No podía pedirle a Jung más tiempo tampoco, era un muchacho en sus veinticuatro años, soltero, guapo, inteligente, con un trabajo estable y una personalidad espectacular, era un sueño, pero su mente no podía dejar de pensar que era su sueño y el de nadie más.


Y es que, ¿Cómo no sería distinto cuando sabe que su único consuelo es él? Qué le llama envuelto en lágrimas de tensión y él le contesta, rápido y en un par de minutos se encuentra a su lado consolándole, no podía dejarle ir.


—Min YoonGi, puede pasar a ver a su niño.


El pelinegro se secó las lágrimas de inmediato y se levantó apenas, HoSeok le sujetó y caminaron juntos hasta la sala en donde sólo era permitido que entrara el padre. Fue un golpe para ambos lo dicho por la enfermera, marcando a Jung una vez más que él no era parte importante de la vida de YoonGi, pero asintió y esperó en el pasillo.


Min avanzó, su esposa tenía a su bebé a la par mientras lloraba y le sonreía cariñosamente a su marido para que le viera.


—Es igual a ti Yoon, tiene tus mismas mejillas y...


No pudo escuchar nada más, solo se acercó al bebé de apenas nueve meses que con una suave caricia a la piel sobre la sábana le abrió los ojos, tan grandes y negros que le conmovió de inmediato golpeando su pecho tan fuerte que le hizo llorar de felicidad. La pareja lloró por lo menos unos diez minutos hasta que comenzó la traslación de habitación a una más cómoda, también se llevaron al lactante para medirlo y hacerle su primer chequeo médico.


YoonGi salió de la sala con una sonrisa de oreja a oreja tan contagiosa que HoSeok también le sonrió y escuchó detenidamente todo lo que el pelinegro había visto adentro mientras los dos salían del hospital. Min no se callaba, no hasta que llegaron al estacionamiento y se sentaron en el mismo auto, Jung ofreciendo llevarle hasta su casa.


—Si quieres puedes quedarte en mi casa, por las molestias o yo en la tuya, como desees.

—Ah... Yo, YoonGi.

—Si no quieres, no importa. Lo entiendo, ha pasado un tiempo y debe ser incómodo para ti-...

—Tengo a alguien, YoonGi —HoSeok suspiró, cerrando sus ojos y estirando su cuello hacia atrás, no tenía la valentía en mirar al mayor a los ojos —. Yo... Por fin he tomado la decisión de dejarte ir. No quiero seguir interfiriendo entre tú y tu familia, menos ahora que tienes un niño.

—Lo sé. Eres demasiado bueno como para hacerlo y yo, soy lo suficientemente egoísta para suplicarte que no te vayas.

—Min-... —replicó enojado

—No soy nada sin ti, Seok-ah —murmuró a la par de comenzar a llorar, limpiándose con la manga de su traje de oficina —. Sé que me estoy volviendo loco, sé que soy una mala persona por hacerte esto, por no terminar con HaNeul antes-...

—¿Dejarás a tu niño por un capricho, Min?

—No eres un capricho, te juro por mi vida que jamás me había sentido tan vivo que a tu lado.

—Tu hijo es más importante que yo ahora, basta. Terminó lo nuestro ahora, por mí y por ti.


HoSeok manejó enojado todo el trayecto mientras YoonGi lloraba en silencio, las lágrimas caían solamente y el viaje fue tan malditamente corto que cuando el castaño estacionó en frente de la casa que compartía con su esposa, lo que supuestamente debía elegir, se quedó en el auto buscando la mirada del menor que se la dio después de estar tres minutos en silencio.


—No me mires así —las cejas de HoSeok estaban rectas, el ceño arrugado y la mano cubría su mentón y la mitad de sus labios, sus ojos difuminados en un potente negro frío y serio —. Hobi... por última vez.


El menor suspiró y miró fijamente la calle con lo ojos llorosos, dio otro suspiro y le sonrió a YoonGi de una forma tan falsa que dolía más que el enojo. De igual manera se acercó a él y le abrazó fuerte, pasando sus manos por los hombros mientras que el más moreno las apoyaba en su espalda. La última caricia seguido de un beso potente y triste, húmedo y frío que se sintió efímero.


El pelinegro bajó del auto y se quedó en la acera hasta que el automóvil se fue hasta lo más lejos que sus ojos pudieron distinguir, se abrazó cuando llegó a casa y se recostó en su fría cama tan amplia que era tan grande como la sensación de vacío, y con el anhelo a que quizás ese pequeño niño le llenara algo de esa profunda oscuridad.

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Jung manejaba a una velocidad baja, el estar cerca de las llanuras a un lado de la costa con la briza del mar entrando por la ventana que desenredaba sus mechones ahora negros oscuros tan largos que le golpeaban los pómulos suavemente, las gafas oscuras en el rostro y vestido con una camiseta hawaiana naranja, verde y roja además del traje de baño verde.


Los asientos de atrás iban llenos de carcajadas, en especial por el bebé de tres años que iba en su silla mientras su papá le hacía cosquillas y él se reía con él. Era un día hermoso de verano donde HoSeok decidió empacar todas sus cosas e ir un día entero a la playa, llevando todo lo necesario para sorprender a su pareja que solamente se subió al auto y partieron.

Después de unos minutos JungKook iba dormido en su silla, como siempre sucedía y toda la atención del padre ahora peliverde estaba en él. El mayor posó su mentón en el asiento del conductor, abultando una de sus mejillas al apoyarse a lo que de inmediato su pareja se carcajeo.


—Estás igual que JungKook, amor. Falta solo que duermas para que sean iguales por completo —Min le pegó suavemente en el hombro, pero se quedó en la misma posición viendo a su niño que seguía durmiendo con sus labios separados completamente relajado.

—¿Cuánto falta para llegar?

—Doy la vuelta y llegamos, ¿Por qué?

—Quiero besarte —HoSeok sonrió amplio y orgulloso con las orejas sonrojadas que YoonGi atrapó entre sus dedos también con la misma sonrisa altanera besando su sien y posteriormente el hombro.

—Ya, YoonGi. Basta, en serio —se quejó aunque de inmediato llegaron a su paradero y Min se detuvo para que el menor estacionara en auto.


Al segundo después que el auto se parara el peliverde comenzó a hacerle cosquillas a su novio que de inmediato comenzó a hacer un escándalo, retorciéndose en el asiento y sin poder detenerle mucho tiempo hasta que el llanto de JungKook les obligó al haber sido despertado por los gritos. El hijo mimado no dejó de sollozar hasta que HoSeok le fue a calmar, le sacó los cinturones y tomó entre sus brazos, caminando juntos bajo el sol de la playa.

Se sentaron en la arena morena que de inmediato JungKook tomó y empezó a tirar por todos lados, llenándose el gorro azul de arena, Min llegó al rato después con el cooler y los juguetes del menor mientras HoSeok colocaba la sombrilla poniendo al pequeño rápidamente a la sombra. Min lo sentó entre sus piernas e hipnotizado con el "nuevo juguete" empezó a jugar con la pala rascando arena y entregándosela a su papá en las manos, riéndose por cómo caía.


El otro papá estaba al sol, ya que era el único que podía broncearse sin quedar como una pancora mientras abría una soda para él y una cerveza a YoonGi. Min no se equivocaba con que HoSeok sería el mejor padre de todos, que no tomaría ni un grado de alcohol porque le tocaba manejar de regreso, que tenía una alarma en el teléfono cada vez que a JungKook se le debía aplicar nuevamente el bloqueador solar y sería quién llevaría al pequeño al mar cada vez que quisiera.


Como ahora mismo que le bailaba a HoSeok para que se apresurara, ya que a propósito se movía tal caracol para impacientar al pequeño. Caminaron juntos a la orilla pero cada vez que una ola se acercaba JungKook corría hacia atrás para que no le tocara lo pies junto con sus gritillos y se quejó del agua helada una vez esta lo alcanzó así que una vez debajo de la sombrilla mandaba a su papá a que le trajera baldes de agua ya que con su papi hacían castillos con puentes y torres gigantes.


Jung estaba tan emocionado que su teléfono estaba completo de fotos de ambos haciendo castillos de distintos enfoques, ángulos y posiciones de iluminación como todo en realidad, HoSeok solo tenía fotos de ellos en su galería y no quería más ni menos.


Ahora mientras su bebé comía frutas picadas que YoonGi le daba en la boca y vicerversa junto a HoSeok que volvía a colocarle el protector solar en su rostro, bracitos y piernitas, con toda la atención sobre él. Ya con los mofletes hinchados por la comida y embetunado de crema decidió correr por la playa alrededor de sus papás y luego hacia el mar. Ambos viéndolo de lejos sentados en la arena con las manos enlazadas.


Ya estaban por cumplir dos años juntos y esta era la mejor manera de celebrarlo más que una salida a un caro restaurante o una película clásica ya que tenían un niño en su vida ocupándola por completo y que tampoco les molestaba. Si no hubiera sido por JungKook quizás HoSeok jamás le habría dado otra oportunidad a YoonGi.


—Siempre me he preguntado por qué le pusiste JungKook —preguntó HoSeok a la par de pasar su brazo detrás de sus hombros.

—Después de que HaNeul falleciera quise que su apellido quedara ya que sería un niño, Kook es por la fonética de mi familia y bueno, Jung es por tí. No sabía si volvería a encontrarte después que te fueras del trabajo.

—Wo-... Wow, nunca me lo había imaginado.

—Te dije que no eras un capricho, nunca lo fuiste —A HoSeok se le volvieron a calentar las orejas y coquetamente YoonGi esta vez se las mordió y el menor casi chilló de la vergüenza que hizo derretir a su pareja de amor —. Tuve mucho miedo. Parecía que todo se derrumbaba por un lado y por el otro mientras tenía a JungKook en los brazos, pero rápidamente cuando no tenía esperanza viniste a salvarme.


Jung le tomó de las mejillas, con las suyas igual de rojas y se subió las gafas apoyándolas con los mechones salvajes de cabello negro para ver desde cerca a YoonGi fundiéndose nuevamente en un beso, uno de esos largos olvidándose del resto por un segundo. Quizás por ello los gritos de JungKook se sentían tan fuertes cuando llega todo mojado y enojado con el balde lleno de agua fría y que si HoSeok no actuaba rápido estaba por tirarsela en la cara a ambos. Su niño era bastante celoso, quizás a quién de los dos habría salido.

La brisa helada llegó, JungKook dormía en el hombro de su papá mientras caminaban al auto, con la ropa cambiada y con el estómago tibio después de su leche calientita que lo había dejado exhausto. En el transcurso del viaje a pesar de que YoonGi decidió irse en el frente se quedó dormido igual que su hijo en el trayecto a casa, no fue hasta que llegaron que Min se despertó mientras HoSeok llevaba a su niño a la cama.


Guardaron las cosas que sacaron pero el mayor le regañó para que limpiaran mañana, ya que había que aprovechar las vacaciones al máximo y después de una ducha se recostaron en su cama amplia igual de agotados que JungKook, y aunque tuvieran otros planes se durmieron antes que cualquier otra cosa.

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JungKook estaba sentado en la mesa del comedor mientras su papá hacía el almuerzo a unos metros más allá, hace poco habían vuelto del colegio y apenas llegó a casa se sentó en la mesa a abrir su cuaderno de inglés porque sino papá HoSeok le regañaría.


Él llegaba dos horas más tarde que ellos dos y siempre, siempre le revisaba las tareas y se enojaba sino, así que ahí estaba con una inmensa crisis que con sus seis años no podía soportar.


—Papi, no puedo hacer mi tarea.

—¿Estás seguro? Papá cuando llegue va a revisarlas.

—No...


YoonGi asomó la cabeza desde la cocina con los palillos en la mano, su rostro mostrando completamente su confusión. Aún a su bebé le costaba expresarse así que suavemente se colocó a su lado y le asintió con aprobación.


—Esta bien, lo veremos cuando llegue —JungKook le sonrió con sus dientes de leche y de inmediato se bajó de la mesa —. Ah... Campeón, limpia la mesa primero.


JungKook tomó sus libros y volvió a guardarlos en la mochila y se llevó ésta a su habitación. Todo era de color amarillo, azul claro y rojo, casi como un rosa que le añadía calidez al ambiente, colocó su mochila de spiderman sobre la cama y se sacó la chaqueta, obviamente tirándola al piso.


Sus pequeñas piernas le guiaron a la sala donde encendió la televisión porque a su papi le gustaba escuchar las noticias y en sincronía la puerta se abrió dejando entrar a su otro papá que se veía agotado, pero sus ojos brillaban al verle y de inmediato se formaba una sonrisa que mostraba todos sus dientes. JungKook deseaba tener los mismos cuando grande.


—¡Papá! —paciente esperó en la sala hasta que HoSeok estuviera frente a él y de inmediato levantó sus cortos bracitos para que le subiera, como un buen bebé mimado.

—¡Gugu! ¿Cómo estás, tesoro? ¿Nada nuevo en la escuela? —Kook negó


Siempre fue de pocas palabras, de pequeño apenas hablaba, lo que tuvo a HoSeok impaciente y buscando ayuda tanto educativa como psicológica para que le explicarán porque su niño tenía ya tres años y solo asentía o negaba con la cabeza. Fue casi anecdótico cuando su psicóloga le había dicho que era una costumbre adquirida por los padres y YoonGi se mostró avergonzado.


Ahora mismo, le llevó entre sus brazos hasta la cocina donde los tres se fundieron en un abrazo y el mayor se ganó cinco besos en la mejilla por parte de su pareja junto a otros tres de su chiquillo, incluido un besote sándwich entre los tres.


Todos se sentaron a comer a los minutos después, YoonGi era quien ocupaba el puesto más cercano a la cocina, HoSeok el más alejado y JungKook siempre ocupaba el medio en todo, por amor, atención y celos. No soportaba que sus papás se tomaran de las manos si no le veían a él o también le tomaran sus manitos sucias llenas de salsa a pesar de ser un niño grande frente a sus compañeros.


—Gugie, ¿No tienes que decirle algo a papá?

—Papá, mi tarea de inglés no sé hacerla. Y tengo una pregunta...

—Cuéntame —Kook de inmediato se colocó nervioso, intuía que era un tema delicado pero esa duda tampoco se la podía sacar de la cabeza.

—La maestra Lee hizo que contáramos sobre nuestra familia

—Sí, juntos hicimos el árbol genealógico—Kook volvió a asentir.

—¿Por qué yo no tengo mamá?


La habitación quedó en silencio, para los mayores uno desagradable pero para el menor aún esperaba impaciente a su respuesta y quiso agregar algo más.


—Soy el único que tiene un papá y un papi. Varios me preguntaron por qué y no sabía.

—Guk, cariño —El más pequeño se dió la vuelta, observando a YoonGi ahora que tenía sus manos cerradas sobre la mesa, se mostraba nervioso —. Lo común es que los niños tengan un padre y una madre, tú también los tienes.

—¡¿En serio?!

—Sí, mi amor, pero uno debe quedarse con la familia que te ama, y esa familia somos papá y yo. También tienes una madre y dos padres que te aman mucho.

—Quiero conocer a mamá.

—Quizás lo hagas cuando seas más grande.


JungKook le sonrió a su papi inmensamente, bajando de la mesa para ir con él y besarle el rostro como hacía su papá, estaba tan contento que llevó su plato a la cocina y corrió a su habitación para sacar sus juguetes. Estaba tan contento que con sus muñecos empezaría a contar una historia parecida que terminara con explosiones y autitos dados vuelta.

Mientras tanto ambos padres en la mesa suspiraban. HoSeok estaba sudando y sus manos le temblaban de los nervios mientras YoonGi estaba tranquilo y centrado como siempre.


—¿Esta es la "charla"?

—En algún momento se lo tendremos que explicar mejor Seok-ah.

—Lo sé, pero ahora lo has hecho perfecto, Yoon eres impresionante —A Min se le colorearon las mejillas de inmediato, era vulnerable a los halagos, en especial los de su pareja porque eran difíciles de conseguir.


Siguió a Jung quién se levantó de la mesa y dio la vuelta hasta estar atrás suyo con la mirada, él le abrazó por detrás besando su coronilla al mismo tiempo que se apoyaba en sus hombros masajeandolos, ahora ambos estaban en sus treinta años y a pesar de que eran mejores padres con más control y precisión era más agotador el equilibrio entre el trabajo y la familia.


—¿Cómo están en la compañía?

—NamJoon sigue insistiendo que vuelvas, que debemos pagarle el favor de unirnos y que debes volver —HoSeok negó con la cabeza.

—NamJoon jamás entendió al "no" —sonrió suave.

—Pero igual te invita a la fiesta de cumpleaños de su hijo.

—¿De TaeHyung? —YoonGi asintió —. Woah, ¿Cumple ocho? Dios, bebé nos estamos haciendo tan viejos.

—Y que me lo digas.

—Tu sigues pareciendo de veinte años YoonGi, casi puedo ver al muchachito perdido escondido en la computadora tras la oficina —el susodicho le pellizcó el reverso de la mano que se apoyaba contra su hombro que inmediato su pareja quitó y comenzó a reír mientras se acariciaba la piel—. Tus ojos no han cambiado nada desde el momento a que te conocí, siguen siendo en forma de corazón.

—Qué soberbio eres Jung, un completo idiota —dijo cansado al mismo tiempo que se levantaba de la mesa para llevar su plato y el de HoSeok a la cocina.

—Me dices eso porque te niegas a asegurarlo.

—Te recuerdo que también estabas vuelto loco por mí.

—De hecho, lo estoy —un silencio se hizo en la cocina y el pelinegro se mordió el labio inferior—. Sigo estando igual por ti Gigi-...

—Okay, tú ganas —interrumpió YoonGi dándose la vuelta, vencido y sonrojado hasta la nuca.


HoSeok aprovechó la posición para abrazarle nuevamente por detrás, apoyando el rostro contra su cabello suave y respirando contra la piel tersa y tierna de su nuca, Min era lo bastante bajo como para eso y el pobre hombre tiritó entero y se removió del agarre.


—Jung estamos viejos para estas cosas.

—Una vida en pareja sin caricias subidas de tono no terminan bien, además apenas tienes treinta y dos...

—Lo sé, pero si JungKook lo ve-...

—No haré nada que traume a JungKook de por vida, amor. Dios santo, me rindo.

—Seok-ah.

—No.

—Amor.

—Tengo mis límites.


Y se retiró de la cocina hasta la habitación, retirando su chaqueta al mismo tiempo que la colgaba en el perchero seguido de la corbata. YoonGi entró y cerró la puerta detrás de él, apoyando la espalda contra ésta.


—¿Podemos esperar hasta que JungKook duerma?

—Por supuesto

—Entonces, ¿Por qué sigues enojado?

—Soy idiota, tienes razón y quédate tranquilo, no estoy enojado.


El pelirrojo se acercó a la espalda del más alto, abrazándose a ella separando sus pieles por la tela tan delgada de la camisa que era hasta agradable descansar ahí. Él se encargó de darle caricias hasta que se calmara para volver a hablar nuevamente.


—¿Es por HaNeul, cierto? —el cuerpo de HoSeok se estremeció fuerte, sí era por ella.

—Lo más probable.

—JungKook lo ha dicho en la mesa, Hob-ah. Eres su padre igual que yo, te ama tanto como a mí. Yo te amo como a nada en el mundo.

—También lo sé, pero no puedo dejar la inseguridad a un lado. JungKook solo es ignorante a la verdad por su edad, creo que esto se irá una vez pueda decírselo, si es que aún estamos juntos.

—El destino nos unió después de un año por casualidad, ¿Creés que no te obligará a que te quedes con tu familia?

—Soy tu pareja, YoonGi. Pero soy el padre adoptivo de JungKook, no el de verdad porque es imposible que lo sea.


YoonGi rompió el abrazo de inmediato y debido al coraje no soltó ni una lágrima, pero la decepción en sus ojos era palpable, rígida, que quizás jamás en todos los años que podrían haber estado juntos sería capaz de romper.


—Sé lo que putas quieras ser, Jung HoSeok.


Y se acabó la conversación.

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JungKook estaba de pie a los pies de la cama de sus padres con las manos entrelazadas y la cabeza gacha. HoSeok había asistido a la reunión de padres y tutores donde los profesores habían aprovechado de quejarse de la actitud floja de JungKook, dormía la gran parte del tiempo de clases y no tenía interés de subir sus calificaciones a pesar de que no eran malas pero superaban apenas el promedio.


—¿Tienes algo que decirnos, JungKook?

—Nada Papá.

—Quiero que subas tus notas. Eres capaz de muchas más cosas y en vez de jugar videojuegos con TaeHyung hasta la tres de las mañana vas a estudiar y te irás a dormir. No puede ser que te estés durmiendo en clases, ¿Te imaginas que gastaras ese tiempo en ponerte a estudiar y colocar atención? Serías el mejor de tu clase —exclamó HoSeok.

—Pero no es lo que quiero hacer, siempre me dices que es para mi futuro, pero ni sé que voy a estudiar.

—Es una decisión demasiado importante JungKook, yo llevo trabajando dieciséis años, más que tu vida, es algo que te dedicarás toda tu adultez y como padres queremos que tengas todas las posibilidades para elegir lo que quieras.

—Mis amigos, JiMin y Taehyung no piensan en eso aún y son dos años mayores que yo —vociferó el menor mostrando dos de sus dedos a ambos.

—Tú eres Jeon JungKook, no eres JiMin ni eres TaeHyung-...

—A veces quisiera serlo.

—JungKook, alto —intervino YoonGi por primera vez con el rostro serio, pocas veces se mostraba enojado y estas eran una de esas—. Te estas pasando del límite. Lo que te estamos pidiendo no es algo que te haga daño.

—Es lo que pide papá, sé que no opinan lo mismo. Los he escuchado hablar y papá YoonGi no ve tan necesario que estudie.

—No intentes desviar la conversación a una pelea con tu padre —HoSeok le miró fijamente y arrugó el entrecejo, acercándose a su hijo marcando la diferencia de altura en una posición intimidante—. Podemos tener puntos distintos como padres, pero ambos coincidimos lo que es mejor para ti y eso es que dejes de madrugar, que duermas a las horas que corresponden y que estudies ya que para eso es el colegio.


JungKook bufó arrugando su frente e inflando sus mofletes para retirarse de la habitación para pasar a la suya donde cerró la puerta fuerte a lo que ambos padres ignoraron su rabieta aunque fuera una falta de respeto.


—Es inteligente, escuchó nuestras conversaciones.

—Hay que castigarlo, YoonGi. No puede faltarnos así el respeto ni ocupar las peleas que tenemos acá en privado a su conveniencia, está muy mimado.

—Lo hemos mimado mucho.

—Insisto que debemos castigarlo

—¿No fue suficiente con sus juegos y TaeHyung?

—De eso hablo, lo mimamos demasiado. Lo castigamos por su irresponsabilidad frente al colegio no por habernos faltado el respeto.

—Creo que estás confundiendo la mala crianza con darle un poco de respeto a sus gustos.

—Creo, que debe aprender de los errores que cometió, porque después la vida será peor con él.

—No es necesario que esto sea un infierno tampoco, ¿no? —HoSeok bufó y terminó por asentir mientras se sujetaba el puente de la nariz y se masajeaba la entreceja

—Ya verás que no será tan malo.


JungKook estaba en su teléfono viendo las redes sociales, esperando que en cualquier momento entrara YoonGi a conversar con él y darle una charla corta y breve para calmar el ánimo explosivo que tenía, quizás le exigiría que le pidiera perdón a HoSeok, vamos que era obvio y colocó los ojos en blanco mientras capturaba una foto del techo añadiendo una carita triste que subió.


A los minutos después le llegó un mensaje de JiMin, amigos de infancia, dos años mayor que él. Era un chico dulce y adorable con el que pasaba la mayor cantidad de tiempo "real" ya que con TaeHyung jugaba toda la noche con él, era incomparable.


"¿Todo bien? :-("

"Nada u_u" contestó

"¿Estás seguro? Siempre puedes hablar conmigo :-)"

"Solo son mis padres -_- , no se conforman con nada"

"Te entiendo :-( ,, pero no hay mucho que puedas hacer, son tus padres. Lo que puedes hacer es verlo de una manera distinta (,,uwu,,)"

"O sea ????"

"No sé, papá me castiga siempre que salgo sin permiso, me dijo que era para protegerme así que llegamos a un trato. Salgo y le mando mi ubicación cada treinta minutos B)"

"Mi papá no es de ese estilo -_-||"

"Bueno, entonces déjame convencerlos ;-)"

"Bien ???"


Jungkook bloqueó el teléfono y lo dejó a un lado mientras se pegaba suavemente en las mejillas. JiMin siempre le ponía incómodo y se sonrojaba fácilmente por lo que Taehyung se burlaba junto al mayor mientras le decían "lindo, tierno, adorable" para que se le pusiera cada vez más roja la cara y así ambos chocaban palmas cuando su rostro era igual a un tomate.


A las horas después tocaron la puerta de la casa y apareció un JiMin de amplia sonrisa, perfumado y de imagen angelical preguntando por JungKook. YoonGi fue quién le abrió la puerta y pestañó sorprendido de verle en la casa. El muchacho esperaba en la sala la llegada de JungKook y cuando éste le vio, palideció, ¿Qué estaba tramando?


—Señor Min, em... De casualidad, ¿JungKook tiene algo que hacer ahora? Queremos ir a ver una película y pensaba si podía acompañarme. Sólo será un momento, veremos la película y lo traeré de regreso.

—Bueno, JungKook está castigado.

—Pero papá, solo era por la computadora.

—Es porque te duermes tarde JungKook, tendré problemas con HoSeok si te doy permiso.

—Por favor, papá.

—Por favor señor Min. Sólo será esta vez, lo prometo, se lo recontra juro.


YoonGi suspiró y con un asentimiento dió el sí, JungKook le besó la mejilla seguido de un abrazo, sacó una sudadera y salieron de la casa.

JiMin ahora le miraba con una sonrisa de superioridad y JungKook le sonrió abrazándole también, era la sonrisa lo que siempre buscaba Park y ahora se sentía mil veces pagado.


Tal cual como había dicho Min iba a tener problemas con HoSeok, lo presintió cuando era la hora de la cena y él preguntó por JungKook que aún no llegaba de su "salida" e inevitablemente sudó frío mientras servía la comida cuando se lo preguntaron por segunda vez.


—¿Qué has hecho YoonGi? —preguntó seguido de un suspiro al mismo tiempo que se tapaba el rostro con una mano.

—Vino JiMin a casa cuando te estabas duchando y preguntó si JungKook podía salir, se veía emocionado así que...

—¿En serio le diste permiso?

—¿Qué querías que hiciera?

—¡Que no se lo dieras! En eso habíamos quedado, se comportó mal.

—Sí pero supuestamente llegarían temprano-...

—¡Y aún no llegan!

—No me interrumpas

—Es inevitable no gritarte ni interrumpirte cuando nuestro hijo me falta el respeto y además lo haces tú, porque si dije algo que habíamos conversado se respeta.

—¿Y qué sucede con mi parte, ah?


El sonido de la puerta los interrumpió y HoSeok se levantó rápido, brusco e imponente a abrirla. JungKook estaba solo en la puerta debido a la discusión que se lograba escuchar desde afuera e igual que YoonGi, tembló al ver el rostro duro de su padre que se hizo a un lado para que pasara al comedor, la figura imponente a sus espaldas.


—¿Por qué aceptaste si estabas castigado, Jungkook? —preguntó Seok con la voz apretada.

—Por que estaba castigado con la computadora.

—¿Y por qué estabas castigado con la computadora? —JungKook encogió los hombros y HoSeok gruñó, tenía mucha paciencia pero se le estaba acabando.

—Por que te estabas durmiendo en clases y mañana que tienes clases temprano llegas después de las diez de la noche como si nada cuando yo te había aplicado un castigo— el pelinegro se giró hacia YoonGi —¿Serviste más tarde la cena para cubrir a JungKook, no es así? No es porque estuvieras cansado-...

—¡No metas a papá en esto! —intervino JungKook de un grito antes de que YoonGi pudiera contestar.

—No me grites Jeon JungKook, yo no lo he hecho contigo así que no te lo voy a aceptar por ningún motivo.

—¿Y yo por qué tengo que aceptar tus reglas que le impones a papá y a mí?

—Por que soy tu padre y-...

—No, no lo eres.

—¡JungKook! —Gritó YoonGi.


Lo siguiente pasó tan rápido que no le dio tiempo ni a JungKook de decir perdón. Era un bebé mimado con una poderosa información que le habían dado apenas podía comprenderlo para que las cosas fueran lo suficientemente más sencillas y ni HoSeok ni YoonGi se habían imaginado que el rumbo habría tomado aquella forma.

HoSeok aplanó los labios y asintió, las lágrimas de inmediato comenzaron a caer y YoonGi se levantó pero nada le salía de la garganta, tenía tantas emociones que lo procesó a una velocidad más lenta que Jung quien ya se había dado la vuelta hacia la habitación. JungKook miró a su papá destrozado y cómo sus pupilas parecían romperse cuando ve a HoSeok regresar con un abrigo en el brazo y las llaves en la mano apuntandolos a ambos.

—Tienes razón JungKook, quizás yo no sea tu padre pero te amo como uno, tanto como a tu padre pero tengo claro que no piensas ni sientes eso. YoonGi, si crees que tu hijo es lo suficientemente destructivo llámame, antes no.


Y salió, dejando la sala en un silencio tan sepulcral que solo se podían escuchar los lamentos de Min en el comedor. JungKook miró hacia el piso y sus irises temblaron antes de empezar a llorar con su papá, en silencio debido al orgullo que sentía en el corazón pero que le ahogaba al mismo tiempo. Después de un rato se acercó al mayor quién seguía sin parar de llorar y le abrazó por la espalda mojando su ropa con sus sollozos que tampoco se detenían.

Desde su habitación se podían escuchar las conversaciones de YoonGi por teléfono y como le pedía a HoSeok que volviera, que no podía sin él, que apenas llegara JungKook se disculparía y lloraba nuevamente, en un ciclo que le hizo sentir enfermo. A pesar de eso, lograba entenderle, él también quería rogarle a su papá que volviera porque su corazón se estrujaba al pensar que no le vería nunca más como le decía a YoonGi por teléfono. Por otro lado, seguía enojado y resignado a pedir disculpas, pero la pena y el amor eran muchísimo más fuertes que él.

Una hora más tarde su papá por fin pudo dormir en su gran cama dónde cabían los tres, solo, a lo que de inmediato fue a acompañarle porque toda la casa se sentía tan vacía y triste que quizás así podría lograr descansar. Las almohadas se sentían mojadas al igual que las sábanas pero era solo la ilusión del frío y con el cuerpo helado se acurrucó a un lado del pelinegro y con sus manos aún un tanto pequeñas le secó las lágrimas que seguían corriendo.


JungKook sabía que HoSeok debía de estar igual, ambos eran tan llorones como lo era él y sus padres se amaban tanto que jamás se imaginó que dormirían en lugares separados, pocas veces discutían y cuando lo hacían eran peleas normales en donde tenían distintas opiniones aunque nunca era nada "que el amor no solucionara". Siempre le habían dicho eso y ahora podía comprenderlo, quizás con amor sanaría los dos corazones rotos de sus padres una vez HoSeok volviera.

Sin embargo, ¿HoSeok volvería?

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El uniforme le quedaba algo ajustado, pero según JiMin se le veía estupendo, era quién tenía el mejor sentido de "la moda moderna" que todos sus amigos, a TaeHyung le habían obligado a vestir un poco más suave a su extravagancia, era una de las tantas cosas favorita del grupo pero no necesariamente a la gente que iría a la licenciatura ese día.

JungKook con ahora diecinueve años iba en camino hacia su "fiesta" de graduación donde le darían su certificado de licenciado y podía entrar a la educación superior. Todos iban en el auto, TaeHyung junto a su papá en los asientos de adelante mientras que JiMin iba atrás arreglándole el pelo en cada maldita vuelta porque estaba orgulloso de su peinado poniéndolo cada vez más nervioso.

Cuando llegaron a la entrada del auditorio del colegio estaba lleno de estudiantes con sus padres, abuelos y amigos cuchicheando por todos lados, así por lo menos una media hora hasta que separaron a los alumnos de sus familiares haciéndolos pasar por distintas puertas. A JungKook le empezaron a temblar los dedos de nerviosismo mientras estaba en la fila, su generación entera aún ansiosa por la ceremonia con los uniformes mientras todos los padres estaban detrás de la cortina en expectación a sus propios hijos.

Él no había visto a HoSeok llegar, lo que le entristeció, dijo que vendría a la salida del trabajo pero no negaba que cualquier detalle le daba estrés, lo que era normal. Fue un gran peso menos cuando al avanzar hasta los puestos vio cómo toda su familia le saludaba desde sus sillas entre ellas sus dos papás tomados de las manos que de inmediato le hizo formar una sonrisa llena de confianza y seguridad. El director apareció y la ceremonia comenzó.

Después de los estudiantes de música tocaran una hermosa serenata que les aceleró el corazón a todos, el presentador dio unas cortas palabras, y de inmediato solicitó que pasara adelante Jeon JungKook, el estudiante con honores debido a sus altas calificaciones y perfecta asistencia, ganador de una beca en la universidad estatal de Seúl que enorgullecía y envidiaba a todo su instituto.

Subió al escenario e igual que cuando niño se le sonrojaron las mejillas fuertemente y tosió suave para aclararse la voz, fijando su vista en sus amigos y padres, sonriendo pasivamente haciendo ver sus paletas brillantes iguales a las de su madre, parecidas a las de HoSeok como siempre había querido.

—Muy buenas, directivos, profesores, padres, tutores y alumnos de mi generación. Es un orgullo poder decir estas palabras en el escenario que muchas veces pude recorrer junto a mis compañeros.

«Es triste, como todo en el mundo el decir adios, yo personalmente lo he tenido que decir muchas veces. A mi mamá que falleció cuando apenas tenía un año, a un montón de amigos que perdimos en el transcurso de la vida y ahora, debo decirle adiós a mis compañeros y profesores.

Agradezco a la dirección por sus gestiones, por mejorar cada vez más la calidad de la educación. A mis profesores por su nivel humano en cada estudiante, comprendiendo sus aptitudes y dificultades, y a mis compañeros por su amistad tan significativa que me lastima despedirme de aquello que tanto extrañaré.

He sido conocido por infinitas razones, quizás por mis calificaciones, por mi asistencia o por haber ganado una beca, pero quisiera dedicar todos esos logros a mis padres que se encuentran entre el público y es capcioso que también por ellos fui reconocido.

Mi familia es de dos papás, dos que se han esforzado infinitamente en criarme para que no me faltara nada, ni siquiera una madre. Con cada error se hacían más fuertes y en el transcurso me iban fortaleciendo, en cada etapa viví y sentí cosas distintas que me han llevado a estar aquí en este escenario viéndoles a los ojos.

Aunque lo más importante que quisiera transmitir es el amor, con el que fui criado. Algo que con el tiempo se olvida pero eso en mis padres jamás fue visto, ellos me enseñaron el amor real, el de pareja, el propio que debería estar en nosotros. Esa fantasía de los cuentos, sí, no es real, pero son tan falsas como romeo y julieta, porque, no hay nada que el amor no solucione y creo en ello, lo ví, lo viví y juro que lo viviré.

Mi mayor deseo es que todos nosotros encontremos ese amor que me enseñaron mis padres en nosotros, en nuestros futuros y que a todos mis compañeros que formen una familia con los integrantes que sean, puedan entregarle a sus hijos lo mismo que me fue entregado.

Mi nombre es Jeon JungKook y sí, tengo dos papás.»

22. Januar 2021 04:40 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Das Ende

Über den Autor

yoongay -hola, soy chops🦑 . . . . . . . . . . . . . . [ bangtan and shinee stan] y este es lugar dónde hago fanfics gays de gays para gays 🐀🐀 #sopenca,, aunque no se note (ajáh).

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