Ay, amigo mío que la vida te ha colocado
en mi camino, un día que mi alma
se sentía desolada y sin abrigo.
Bendito sea tu destino junto conmigo.
Tú que en las buenas y en las malas
me acompañas. Aún en la distancia
siempre estás en cada circunstancia.
Alegrías y tristezas compartimos, en nuestra
amistad continuamente hemos creído.
Las veces que por necia he caído,
a mi lado constantemente has estado.
No te ha importado mis errores, sin embargo,
nunca jamás me has juzgado, y tú perdón
como un regalo me has dado.
Ay amigo, esto ya es más que una amistad,
se ha convertido en una hermandad.
Nuestra identidad podrá ser diferente,
pero nuestras almas son hermanas desde siempre.
Inevitablemente cada vez sigue creciendo
más nuestra amistad.
Sé que cortas son mis palabras, pero suficientes
para agradecerte enormemente
por ser parte de esta aventura llamada vida.
Vielen Dank für das Lesen!
Wir können Inkspired kostenlos behalten, indem wir unseren Besuchern Werbung anzeigen. Bitte unterstützen Sie uns, indem Sie den AdBlocker auf die Whitelist setzen oder deaktivieren.
Laden Sie danach die Website neu, um Inkspired weiterhin normal zu verwenden.