zerosouls Zero Souls

Jungkook no conoce demasiado a sus vecinos de arriba, un par de estudiantes, que como él, están alquilando un piso. ¿Qué ocurrirá cuando vuelvan a abrir la pequeña cafetería de debajo de su edificio de pisos y decidan ir a desayunar todos juntos? Historia corta


Fan-Fiction Bands/Sänger Nicht für Kinder unter 13 Jahren.

#bts #fluff #jimin #yoongi #yoonmin #taehyung #jungkook #coffee #coffee-shop
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Desayuno

Los suaves rayos de la mañana se colaban por el cristal del ventanal entreabierto de Jungkook. En el haz de luz bailaban las motas de polvo que tan rápido se acumulaban y tan poco le gustaba limpiar. Con la luz incidiendo sobre sus ojos cerrados, lentamente el chico comenzó a desperezarse. Con su pie apartó las sabanas de su cama deshecha que cayeron al suelo entre prendas de ropa y libros abiertos. Se levantó, y caminó hasta el ventanal de cristal para abrirlo y asomarse al pequeño balcón de menos de un metro de ancho que daba al callejón donde estaba el portal de su edificio. Vestido tan solo con su ancho pantalón de pijama, se apoyó en la barandilla metálica de color negro, desconchada y cubierta por una fina capa de ceniza de tabaco. Se recogió su melena negra con un coletero que llevaba a la muñeca y buscó con la mirada el cenicero que había apoyado de manera precaria en la barandilla. Agarró el mechero y el cigarrillo que había dejado a medio fumar, y prendió fuego. Como de costumbre comenzó a dar caladas al cigarrillo, pero aquel día había algo más en el aire que el humo que fumaba. Un suave olor a café ascendía desde dos plantas más abajo, a ras de calle. El ocasional sonido de una pieza de vajilla percutiendo contra un cubierto rompía el habitual silencio del callejón.

Al otro lado del estrecho callejón, justo en frente de su portal, había habido desde siempre una pequeña cafetería, pero durante el último año y medio había permanecido cerrada. Él tan solo llevaba dos años viviendo en aquel piso, desde que se había mudado a la ciudad para atender a la universidad, por lo que solo había visto el local abierto unos pocos meses. Intentó asomarse para ver que pinta tenía el local, pero desde arriba era difícil ver el interior. En lugar de eso, escuchó una voz que venía desde arriba, en el tercero.


-¡Eh, mira Tete, han vuelto a abrir la cafetería de abajo! -la voz era de una chico, pero resultaba bastante melódica.


Jungkook torció la cabeza hacia arriba con curiosidad y reconoció al chico del piso de arriba asomado a un balcón parecido al suyo. Si no recordaba mal se llamaba Jimin y vivía acompañado de otro chico. No habían interactuado mucho, aparte de una fiesta que había organizado Jimin para el edifico entero a la que se acabaron sumando todos los estudiantes de la calle. El otro chico no tardo en hacer presencia. Su cara le era menos familiar, pero también se habían cruzado más de una vez.


-Buenos días -Jungkook levantó la mano del piti a modo de saludo para sus vecinos.

-¡Ey, que pasa vecinito! -Jimin le saludó efusivamente y Taehyung, su compañero, devolvió el saludo de Jungkook con un gesto de mano antes de apoyarse en la barandilla.

-Parece que han vuelto a abrir la cafetería -comentó Jungkook.

-Eso veíamos -sonrió Jimin.

-Solían tener una estantería con libros de segunda mano, me pregunto si la conservarán -comentó Tae, en un tono de voz que Jungkook casi no pudo oír.

-¡¿Qué dice?!

-¡Que solían tener libros! -gritó Jimin.

-¡Tienes que hablar más alto, sino no te escucho! -insitió Jungkook. Tae pareció ligeramente molesto por su comentario, pero igualmente respondió subiendo la voz.

-¡Perdona, no soy de los que le gusta gritar en un balcón! -Jungkook se soprendió de la grave voz del otro chico.

-Pues es una pena, ¡tienes una voz bonita! -dijo, casi sin pensar. Probablemente aún no estuviera despierto del todo.


Jungkook no le vio, pero al escuchar eso Jimin le dio un pequeño codazo a Taehyung y alzó las cejas un par de veces. Tae miró a su compañero ligeramente confuso, para luego negar repetidamente con la cabeza una vez se hubo dado cuenta de lo que este sugería.


-¡Oye, melenas! -gritó Jimin asomando la cabeza hacia abajo de nuevo.

-¡Dime!

-¿Nos echamos un café los tres abajo? A ver si así nos conocemos más por fin.

-Eh... No suena mal, la verdad -se quedó ligeramente pillado ante la repentina proposición, pero no le pareció mala idea. De algún modo era el tipo de persona que siempre se veía involucrado en planes improvisados de ese tipo con gente que apenas conocía. Al principio le resultaba un poco incómodo, pero con el tiempo, sobre todo desde que era universitario, se había acostumbrado a ese tipo de situaciones y no les daba demasiada importancia-. ¿En 20 minutos abajo?

-¡Vale! Pero no me bajes con el pecho al descubierto -Jimin guiñó un ojo y se metió para el interior de su piso.

-Tranqui, tranqui -Jungkook dejó escapar una pequeña risa y se despidió del otro chico que aún seguía asomado-. Ahora nos vemos.

-Sí.


Antes de salir a la calle, una vez se hubo vestido con una chándal y una sudadera cómodos, se detuvo frente a la puerta de su compañero de piso. La golpeó varias veces y exclamó.

-¡Eh, dormilón! ¿Estás despierto?

Un gruñido se escuchó desde el otro lado.

-¿...Qué quieres, pesado?

-Voy a bajar a desayunar con los de arriba.

-Hmm... ¿Y...?

-Que si te vienes.

-Déjame pensar...

-Va, espabila, ¿qué haces?

-Eh... -envuelto en las sábanas de su cama y en la oscuridad de su cuarto, Yoongi comenzó a deliberar qué le supondría un mayor esfuerzo. Si vestirse y bajar a la calle a desayunar o por el contrario cocinarse él mismo el desayuno-. Está bien... Dame cinco minutos -respondió con voz ronca.

-Dale -Jungkook decidió esperarle.


Sorprendentemente Yoongi no tardó en salir de su habitación. Estaba vestido de manera aún más informal que Jungkook, llevaba unos pantalones bombachos y una camiseta básica de color blanco bastante holgada. No se había molestado en peinarse su pelo oscuro, pero de alguna forma aquella dejadez terminaba de complementar su estética. Sin mayor señal que un leve gesto de cabeza por parte del recién despertado, los dos se dirigieron a la salida y bajaron a tomar el café.


Al llegar a la cafetería vieron que Jimin y Taehyung ya estaban allí esperándoles en una mesa. Jimin les saludó efusivamente con la mano y Jungkook le devolvió el saludo.

El local era estrecho y se adentraba hacia el interior del edificio. Tan solo había un par de mesas cerca de la entrada y las demás se disponían a lo largo de la pared, en paralelo a la barra y hacia el fondo del local. Todo el mobiliario era de madera en distintos tonos y, si bien era un sitio relajado, había especial atención puesta en la decoración. Por toda la estancia había pequeñas plantas en macetas, algunas colgando del techo, otras adornando las paredes y unos pequeñas macetitas con cactus decorando las mesas. Al fondo había una estantería con libros usados y un cartel donde se podía leer "Intercambio de libros; Deja uno y llévate otro".

El joven que preparaba café tras la barra los saludó.

-Buenos días -dijo con su grave, pero animada voz-. ¿Sois también vecinos del edificio de enfrente?

-Sí -contestó Jungkook-. Veo que por fin han podido volver a abrir.

-Sí, bueno... El local es de mi padre, no le veía rentabilidad así que lo cerró. Pero a mi siempre me gustó bastante -el café de la máquina de espresso comenzó a llenar una de las tazas, el aroma llenó la estancia-. Él era quien lo llevaba antes. Le he convencido para que me deje probar suerte...

-¿Qué te hace pensar que funcionará? -Yoongi le respondió de forma algo seca mientras se sentaba-. Este sitio está en un callejón, no esperes muchos clientes.

-Eso es verdad -salió de detras de la barra con dos tazas y las dejó sobre la mesa-. Pero también es verdad que antes no tenían un camarero como yo -le guiñó un ojo-. ¿Qué vais a tomar vosotros dos?

-...Americano con hielo -murmuró Yoongi oteando al camarero, para después volver a apartar la mirada.

-Un café con leche, por favor -dijo Jungkook.

-Marchando.


Los cafés restantes llegaron y los cuatro vecinos comenzaron a ponerse al día de sus vidas. No se conocían de mucho, pero el hecho de que todos tuvieran una edad parecida les permitía entablar conversación fácilmente. Incluso si en un primer momento podía parecer que encontrar un tema era complicado, Jimin se encargaba de dirigir la conversación de una manera u otra. Desde luego era más sociable que cualquiera de los otros tres, sobre todo Yoongi que evitaba activamente participar en ciertas ocasiones. Él estaba ahí por el desayuno.

Por su parte, Jungkook conversaba sin demasiada preocupación con Jimin y Taehyung, aunque este último actuaba de manera más retraída. Tae y Jimin hacían un buen contraste el uno con el otro. Si bien Jimin era la viva imagen de lo sociable, carismático, divertido y echado para adelante, Tae parecía buscar pasar algo más desapercibido. Sus facciones eran más suaves, pero su mirada más afilada. Denotaba perspicacia, aunque no por ello dejaba de ser amigable. De vez en cuando Jungkook también le dedicaba una mirada furtiva a Yoongi viendo lo incómodo que estaba y se sonreía a sí mismo, divertido por la actitud de su compañero.


-Sabes, si no te apetecía bajar no tendrías por qué haberlo hecho -dijo Jungkook finalmente, buscando provocarle.

-No, no. Me apetecía -contestó frunciendo el ceño.

-No se nota -se encogió de hombros.

-Eh. Aquí peleítas de enamorados no-Jimin invervino.

-¿Qué? -Junkook abrió los ojos de par en par.

-¿Yo y este? -Yoongi miró a su compañero de piso arqueando una ceja-. ¡Ja! Más quisiera.

-Vamos, ¿dos chicos guapos y jóvenes viviendo juntos? ¿Esas peleítas que me traéis? Debéis tener algo -Jimin se inclinó sobre la mesa mirándolos.

-Córtate un poco, ¿no? -Tae le puso la mano en el hombro.

-Por esa lógica podría deciros lo mismo a vosotros -respondió Jungkook.

-Ah, ¿entonces piensas que somos guapos? -Jimin le guiñó un ojo.

-¿Qué? N-no, bueno sí, pero no me refería a... -Jungkook dejó escapar una pequeña carcajada-. Va, me rindo. Pero no, este y yo no estamos saliendo. De hecho casi preferiría mantenerme alejado de relaciones por un tiempo.

-¿Ves, petardo? -Taehyung miró a Jimin y luego continuó hablando hacia Jungkook-. Además, estoy totalmente de acuerdo contigo. Yo tampoco estoy para relaciones ahora mismo.

-¿Malas experiencias?

-Sí, algo así. No quiero entrar en detalles, pero ahora mismo no me siento preparado para una relación.

-Entiendo -Jungkook acercó su taza de café con leche-. Por la soltería.

-Por la soltería -Taehyung imitó el gesto y las tazas chocaron.

-Vaya, ese tiene que ser el brindis más triste que haya visto en toda mi vida -Yoongi se acabó de un trago su café y dejó varias monedas sobre la mesa-. Me voy para arriba, que tengo curro por hacer.

-¿Ya te vas a encerrar en tu cuarto? -dijo Jungkook recogiendo el dinero de su amigo.

-Sep. La maqueta no se va a terminar sola.

-Hostias, mira la hora, yo también me tengo que ir, que tengo una reunión en la facultad -Jimin se puso de pie de golpe y comenzó a rebuscar en sus bolsillos buscando algo de dinero. Dejó un billete sobre la mesa-. Voy a subir a por mis cosas y me largo... ¡Me ha encantado hablar más con vosotros, de verdad!

-Hasta luego -Yoongi aprovechó el momento para despedirse sin mucha ceremonia y salir de la cafetería de manera casi inadvertida.

-Venga, nos vemos, cielos -Jimin le dio una palmada en el hombro a Tae antes de irse detrás de Yoongi hacia el edificio.


Jungkook y Tae se miraron en silencio, sin saber muy bien aún cómo se habían quedado a solas.


-¿Tú no tienes clase hoy? -preguntó Jungkook removiendo su café. El sonido de su cucharilla y una suave melodía de jazz proveniente de unos altavoces lejanos era lo único que se escuchaba.

-No, no tenemos clase los viernes en la facultad de letras. ¿Y tú?

-Tengo por la tarde... Aunque estoy pensando en no ir.

-¿Y eso?

-No sé... -miró hacia fuera del local-. No hace el día para ir a clase, ¿no crees?

-Puede que tengas razón... ¿Estudiabas enfermería has dicho?

-Sep. Si te digo la verdad no tenía muy claro lo que hacer, me había encaminado por ciencias y... No sé. Ya es tarde para echarse atrás, me queda solo un año, pero no estoy muy motivado para ir a clase que digamos.

-Pues no seré yo quien te obligue a ir -Taehyung cogió su taza de café comprobando que ya estaba vacía-. Podemos dar una vuelta si quieres.

-¿Oh? -Jungkook volvió a abrir los ojos de par en par de esa forma tan suya y en la que Taehyung se había fijado-. Por mi vale.

-Hay un parque bastante agradable no muy lejos de aquí -propuso Tae-. A mi me gusta bastante para pasear, si quieres te llevo

-Vale, ¡suena bien!





6. Januar 2021 01:24 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
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