Hace algunos años yo y dos amigos más trabajamos como cuidantes de unos terrenos, los cuales iban a ser utilizados para la construcción de viviendas, pero en ese momento todo era un páramo árido y desnivelado, dormíamos en un cuarto hecho de ladrillos y cemento.
Había gente que quería invadir el terreno de noche, por lo que estábamos armados con pistolas para ahuyentarlos, sin embargo yo me sentía cada vez más incómodo, pues uno de mis amigos a quien llamaré Kike consumía drogas y a veces se ponía violento. Los tres nos habíamos conocido en el último año de la secundaria y habíamos llegado a ser buenos amigos, al salir del colegió andamos en malos pasos, pero de nosotros Kike fue quien descendió a lo más bajo y ruín, y todo por culpa de su adicción.
A veces nos decía angustiado que había una nube negra que lo seguía a todas partes y que esta le quería hacer daño, nosotros solo tratabamos de calmarlo. Pasaron como cuatro años desde que salimos del colegio y entonces se me presentó la oportunidad de trabajar como vigilante de aquellos terrenos, como los dueños querían más vigilantes llame a mi otro amigo y a Kike.
Los días eran algo aburridos, pero por suerte teníamos celulares, una radio a pilas y algunos juegos de mesa,y con frecuencia salíamos a explorar los alrededores y cazar pequeños animales como ratas y lagartijas, pero de noche no nos atréviamos a alejarnos del cuarto de ladrillos, ya que el ambiente se ponía pesado y enrarecido, además, para nuestra sorpresa y espanto, veíamos a lo lejos una sombra negra del tamaño de un carro pequeño pero sin forma, esta era la que según Kike quería hacerle daño.
Nuestro amigo de puso cada vez más tosco e irritable, casi no comía ni hablaba con nosotros. Por las noches se acurrucaba en un rincón y decía que la sombra se lo quería llevar, la situación se estaba volviendo insostenible. Una noche Kike salió del cuarto algo envalentonado y comenzó a disparar hacía el cielo , como advirtiéndole a álguien que no se hacercara, luego de eso oímos que se alejaba corriéndo, pasaron como veinte minutos y yo y mi otro amigo descidimos ir a buscarle pues podía pasarle algo, tomamos nuestras linternas y pistolas y salimos . Para nuestro horror lo encontramos tirado con un tiro en la cabeza, tenia los ojos totalmente blancos y estaba completamente frío, sentí ganas de vomitar, ví el rostro del amigo que venía conmigo y estaba pálido como una hoja de papel, nos preguntamos porque no habíamos escuchado el disparo, en esto escuchamos un lamento y observamos que había una sombra a unos diez metros de distancia de nosotros.
Corrimos al cuarto de ladrillos y nos encerramos hallí muy asustados, tratamos de calmarnos y descidimos no contaríamos nada a la policía, pues sabíamos que nos echarían la culpa de la muerte de Kike, descidimos huír apenas saliese el sol, nos hubiésemos marchado en ese mismo instante, pero teníamos miedo de aquella cosa que rondaba en la obscuridad, nos sentíamos intranquilos y mas aún cuando escuchamos que algo se arrastraba allá afuera, no soltamos en ningún momento las armas.
A la mañana siguiente, cuando afloraron los primeros rayos del sol, tomamos nuestras cosas y salimos, nos fuímos a otras ciudad y tratamos de pasar desapercibidos.
Con el tiempo las cosas se calmaron, yo me enderecé y abrí un taller de mecánica, mi otro amigo falleció en un accidente de tránsito. Del asunto de Kike no supe ni quise saber nada nunca más, aunque nunca dejé de sentirme culpable por haberlo llevado a aquellos terrenos, porque si no hubiera ido, quizas no estaría muerto.
Vielen Dank für das Lesen!
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