Las flores del índigo Follow einer Story

Primera carta.

Querida yo del pasado:

Es tan incompetente de mi parte escribirte a estas alturas de la vida, ha pasado tanto tiempo desde la última vez que hemos hablado y lo sé, soy una ingrata y una desconsiderada, pero no sé si podría avanzar más si no recurro a ti. Eres mi único refugio, el único camino que no se me hace desconocido y, juro desde lo más profundo de mi alma que todo esto me parece una gran excentricidad desmedida, una extravagancia ridícula y amenazante que está totalmente fuera del alcance de mis temblorosas manos. He considerado la idea de desaprovechar mis recursos, ya que todo se me es muy limitado. Este cubículo donde se supone que debo expandir mi tiempo, mi vida, es casi abrumador. ¿Qué se supone que debo hacer con él? He optado por la búsqueda de aquella luz verde que fulge difuminada entre la niebla al otro lado del estrecho mar, de la que tanto habla el gran Gatsby, ¿siquiera él la ha encontrado? Puedo llenar páginas y páginas de escritos, pretender que tengo una voz capaz de atravesar la piel tierna de la nostalgia, secar sus lágrimas, acercarme a su pecho lechoso y escuchar los tenues latidos de su marchitado corazón.

Entre la simpleza y la complejidad: el mar y yo—y nada más. Aún así, mi alma pesa.

llenadesol
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