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Cap único

__ ¿De quién es esta basura?__ Yoongi, lanzó la carpeta con brusquedad en medio de la mesa, quedando así a la vista de todos el dueño del diseño que estaba rechazando.


__ Es mío...__ jimin habló. Alzó la mirada, todos allí lo veían expectantes; ignorándolos tomó aire y continuó.__ Y no es una basura, es mi trabajo__ Tenía los puños apretados y la mandíbula tensa.


__¿Trabajo? un niño de jardín podría hacerlo mejor Park__ Risas sutiles se escucharon y Jimin los fulminó a todos al igual que Yoongi.


__Nunca te gusta nada de lo que hago, ¿sabes cuánto tiempo me llevó terminar este diseño? Dos días, no he podido dormir aún ¿y con qué fin? para que tú lo veas por un mísero segundo y lo lances a la basura...Eres tan injusto.__

En su mirada tranquilamente podrías notar la rabia, el dolor e impotencia. Mordió su labio inferior y al sentir cómo las lágrimas caían por sus mejillas, se las quitó con rapidez, era la primera vez en todo el maldito año que se dejaba contemplar vulnerable.


Apenas había terminado la carrera, su padre, uno de los socios mayoritarios junto con el de Yoongi, lo integró a la compañía. En su momento, estaba feliz por ejercer aquello que tanto esfuerzo le tomó, pero que pudo conseguir. Era su mayor sueño, más no se imaginaba que en el primer reencuentro con yoongi después de casi dos años de no saber nada de él, resultara ser su próximo jefe. Éste se encargó de tirar todo esos sacrificios por un tubo, cada trabajo que entregaba terminaba en la basura, y nunca le daba una buena razón para hacerlo. Sin embargo, Jimin no dejaba de intentar.


Ahora por fin había llegado a su límite, todo le parecía insoportable.


__Si quieres que tome en cuenta tu trabajo, mínimo hazlo bien.__Jimin no respondió a eso, sólo atinó a levantarse y dirigirse a la puerta de salida.


__¿Qué hace Park? la reunión no ha terminado a aún, regrese a su asiento__ el menor de ambos volteó a mirarlo.


__Qué te jodan, Min.__ al salir de la sala de reuniones, escuchó a lo lejos como yoongi gritaba histérico que sería despedido.


No podría importarle menos.


En dirección al baño, se encontró con su mejor amiga, Jisoo, y secretaria de Yoongi desde hacía un año.


__Jimin-ah, cariño ¿qué te sucede?__ acunó sus mejillas y logró que la mirara. __¿otra vez por culpa del idiota yoongi?__ Jimin sin decir nada, echó su cabeza en el hombro de Jisoo y lloró con más fuerza. __ven__ la chica atrajo a jimin consigo hasta ingresar al baño de caballeros, por fortuna estaba vacío.


Pasaron algunos minutos y el menor logró calmarse, Jisoo quitó los mechones de cabello que caían por su rostro y observó fijamente la expresión que tenía en ese momento, se veía fatal, no era normal.


__¿Qué pasó allí dentro? Nunca llegaste al extremo de llorar por las estupideces que dice Min__ un suspiro salió de la boca del menor y seguido, ingresó la mano derecha a su chaqueta, para terminar sacando un sobre blanco con algo escrito.


__¿Podrías entregárselo por mí?__ se lo pasó a jisoo y ella apenas leyó lo que estaba en la superficie, se la volvió a entregar.


__No puedes hacer eso jimin, no puedes renunciar, es lo que él desea ¿ Le darás el gusto?__ jimin negó.


__ Yo también lo deseo, ésto se volvió insoportable, cada segundo que paso aquí es tortuoso; en verdad me siento como un fracaso, no soy nada, todos mis estudios no valieron, porque nadie lo aprecia, todo termina en la maldita basura, ya no quiero estar en este lugar Jisoo__ Su voz quebradiza rompió el corazón de su mejor amiga/ casi hermana.


__Jimin, no digas eso, Yoongi hace esto porque te odia, no sabemos el motivo; pero es así. Tus trabajos son hermosos, has estudiado como un loco y ha logrado tener el mejor promedio, no puedes decir que eres malo, un fracaso; porque tú jamás podrías llegar a serlo ¿está bien?__ "Odio" Justamente esa palabra era la que más lo destruía.


__¿Por qué tiene que odiarme? ¿y yo tengo seguirlo amando? No es justo__ Jisoo sonrió.


__Amar no está mal Jiminie, no te arrepientas de hacerlo jamás, a veces simplemente no es correspondido; y se tiene que dejarlo atrás; pero créeme, encontrarás a alguien que te haga feliz, eres un ser maravilloso__ Jimin se separó y le sonrió dulce.


__Gracias, noona.


__Bien, Jimin. Renunciemos, buscaremos otra empresa y le haremos competencia a esta ¿qué te parece?__ Propuso Jisoo con una sonrisa, si su mejor amigo se iba ella no se quedaría atrás. Un sentimiento de culpa fue lo que Jimin sintió al oír aquello.


__Hay algo más Jiss-noona.


__¿Algo más?__ Jimin bajó la cabeza, triste de nuevo, no quería; pero debía decirlo.


__La semana pasada hablé sobre esta situación con papá, le dije que me sentía incapaz de realizar el trabajo, le pedí que me consiguiera un lugar para estudiar en el extranjero, Japón. Necesito capacitarme un poco más, estar completamente seguro de que no volveré a fallar, de que nadie pueda rechazar o descartar todos mis trabajos, mis esfuerzos. Quiero sentir que soy bueno en esto Jiss.__ La susodicha estaba con la boca abierta y seca, perlas rodando por sus mejillas, tristeza emanando en cada una de ellas.


__No puedes dejarme, ¿qué haré sin mi hermanito? Jimin-ah__ jadeó, se lanzó a sus brazos y sin querer evitarlo, ambos comenzaron a gimotear y a quejarse del dolor que sentían por dentro.


_Perdón noona.


Minutos después...


__¿Cuándo te irás?


__Mañana.


•••

Yoongi, temprano por la mañana, bajó de su coche e ingresó al edificio de la cual ahora casi no salía.


Debía admitir que era un amargado, y hasta pasaba a parecer mal educado, creído o prepotente; nunca, desde que llegó a la empresa había saludado al personal.


Frente a su oficina se encontraba la de su secretaria, la mejor amiga desde la infancia de Jimin.


Se acercó donde ella y tocó el escritorio como si de una puerta se tratase, la chica estaba recogiendo unas carpetas y guardándolas en una caja.


__¿Qué quiere?__ Contestó amarga apenas se volteó a ver quién era.


__Más respeto no me vendría mal__ sonrió falso y ella irónica.


__El respeto se gana Yoongi.


__Min para ti__ ella rodó lo ojos.


__Pregunté qué quería__ ya harta de la situación y su presencia.


__Comunícate con Jimin, lo quiero en mi oficina en menos de 10 minutos.__ Ella paró con todo lo que hacía.


__Pues, eso no se va a poder fíjese.__ Comenzó a buscar algo en su cartera.


__Deja de jugar y dile que lo quiero ver, ahora__ Poniendo énfasis en lo último. Ella le pasó dos sobres, y Yoongi las recibió con el ceño fruncido.


__¿Qué?¿arta de renuncia?__ La miró confundido, una punzada comenzó a molestarle en el pecho.


__Sí, por fin vamos a librarnos de ti.__ su voz comenzó a sonar más débil, Yoongi logró distinguir una lágrima.


__¿y entonces porqué lloras?__ eso era extraño y contradictorio.


__Ya quisieras que llore por ti...eres un imbécil, un idiota que solo piensa en sí mismo, arruinas todo los que tocas. Lo hiciste con Jimin desde que era un niño, en la Universidad y ahora también en el trabajo ¿no puedes parar? ¿lo quieres matar de tristeza?


__¿Renunció por lo que pasó ayer?__ preguntó, estaba aguantando esa intensa sensación en el pecho que cada vez le molestaba más.


__No, ¿a caso esa fue la primera vez? Le hiciste la vida imposible desde que llegamos aquí, Min ¿qué esperabas? Destruiste sus sueños de diseñador, lo humillaste y desprestigiaste frente a los demás, ¿sabes lo mucho que le costó obtener el título? Lloraba cada día de la impotencia, temía por no lograrlo, rogaba porque las cosas le salieran bien; y así fue, mi Jiminie terminó por graduarse, y con honores; Sin embargo llegaste tú, para bajarle la autoestima, la confianza en sí mismo, lograste que perdiera el control de todo en menos de un año...Eres lo peor que le ha podido tocar conocer en esta vida, y pensar que sigue enamorado de ti.__ El Pelinegro había escuchado atentamente las palabras que decía Jisoo, tenía toda la razón, era un despiadado por hacer esas cosas; pero él realmente no sabía cómo parar, el odio y el rencor que sentía lo manejaban. Eso último, había logrado descolocarlo por completo, ¿enamorado?, ¿escuchó mal?


__¿De qué hablas? ¿Jimin enamorado de mi?__ Ella rodó los ojos.


__No actúes como si no lo supieras, cuando Jimin tenía trece, te dio un beso, con ello te confesó sus sentimientos; y tu solo...solo desapareciste, fue a buscarte al día siguiente y mandaste a decir que no deseabas verlo; que nunca más querías volverlo a ver. Allí, comenzó el calvario de mi pobre Jiminie, lloraba pidiéndote de vuelta, al Yoongi que aparentemente correspondía a ese amor ¿por qué tuviste que hacerle tanto daño?__Yoongi estaba, cómo decirlo... se sentía sofocado, ¿dañarlo? daño se lo había hecho Jimin a él ¿cómo es que parecía ser la víctima y no al revés?


__Ese beso...no significó nada para él__ Mierda, Pensó. ¿por qué tenía que seguir doliendo tanto?


__Quizás no significó nada para ti, pero para Jimin lo fue todo...su primer beso, con la persona que amaba, y su primera decepción. Tú...


__¡Los escuché!__ Gritó. Interrumpiéndola. __Escuché cuando hablaban y se burlaban de mi, de la cara que puse en ese momento, y el asco que le produjo a Jimin besarme, por eso huyó ¿para qué lo hizo entonces? ¿fue una apuesta entre ustedes?__ Jisoo se quitó el resto de lágrimas y lo miró como si fuese el animal más raro en el mundo, cómo si acabara de cometer el peor crimen de la historia.


__¡¿Qué?! ¿Asco? ¿apuesta? Jimin salió corriendo, pero de la vergüenza que le produjo cometer tal osadía. ¿de qué mierda estas hablando Yoongi?__ Jisoo estaba completamente desorientada, aún recordaba perfectamente el día que eso sucedió y en lo absoluto había pasado lo que Yoongi decía. Jimin, sí corrió y al llegar a su casa lo primero que hizo fue llamarla a ella, terminó por contarle todo, ambos estaban muy felices y emocionados por el avance que el menor había logrado...más nada.


__Yo fui a buscarlo por la mañana, tú estabas con él frente a su casa, se reían de algo, y no me atreví a acercar, entonces me escondí tras un arbusto y escuché como Jimin te decía: " Su cara fue tan gracioso, realmente me dio mucho asco, pero a la vez sentí pena por él" aún no puedo olvidar esas palabras, están grabadas en mi cabeza. __Jisoo intentó rememorar aquello, y lo único que se le vino a la mente fue la posibilidad de haberlos escuchado comentar sobre su programa favorito. Según recordaba, en ese tiempo ambos compartían los mismos gustos, posiblemente habían estado intercambiando opiniones.


__No puedes estarme hablando enserio__ ella se agarró el puente de la nariz y lo masajeó. __¿Esa es la estúpida razón por la que odias a Jimin? ¿al menos escuchaste tu nombre? Créeme, no hablamos de ti, esa conversación jamás existió. Si creías que hablábamos de ti ¿por qué no interviniste? ¡Te lo pudimos haber aclarado!; pero no, malinterpretaste todo como te vino en gana, lo callaste y te vengaste de Jimin, sin siquiera estar seguro de las cosas, lo arruinaste todo Min...todo.


__¿De qué hablaban entonces?__ Jisoo cerró fuerte los ojos y echó su cabeza hacia atrás.


__No estoy segura, quizás de los estúpidos programas que veíamos y cada mañana charlábamos sobre ellos. No me interesa, lo que sí, es que ahora todo está perdido...mi Jiminie se va.__ Nuevamente sus ojos se pusieron cristalinos. El pelinegro con mucha dificultad digirió toda esta nueva información, y miestras más transcurría el tiempo, menos sabía cómo reaccionar, estaba completamente abrumado; sin embargo, algo podría segurar, Jimin no se iba a escapar de él.


No de nuevo, y por su culpa.


__No dejaré que renuncie, iré a hablar con él__ Se giró, pero la voz de Jisoo lo detuvo.


__No hablo de su renuncia, Jimin no solo se irá de la empresa...también del país__ Y se lanzó a llorar, con las manos tapando su rostro. Un Yoongi estupefacto, boquiabierto, sintió como el musculo de su corazón se detuvo, la ansiedad adueñándose de él, angustiado se volvió a acercar a Jisoo.


__¿C-Cómo que se va? ¿cuándo? ¿d-dónde?__ Desesperado e inquieto rogó porque aquello no fuera cierto. Notó como su entonces -ex-secretaria- levantaba la mirada y veía directamente hacia un reloj a su costado.


__Japón. Su vuelo sale en media hora.


•••

Con un bolso lleno de materiales y una maleta, iba ingresando al Aeropuerto, su vuelo salía en menos de 20 minutos.


__Espere allí, por favor.__ una amable señorita le indicó unos bancos y él a continuación fue a sentarse.


No le gustaba, no estaba feliz con lo que hacía, nunca pensó que algún día tendría que salir huyendo de su propio país por un tonto que lo sacaba de quicio.


Un tonto del que estaba completamente enamorado.


Dejaba atrás a Jisoo, su compañera de vida-su hermanita- y a sus padres, quizás dos años de capacitación serían suficientes y podría volver, o tal vez terminara por adaptarse a Japón y solo regresaría de visita, todo era posible.


Yoongi, él también quedaría atrás y estaba bien, era exactamente lo que en esos momentos precisaba.


Aunque ello significara que su corazón se rompiera, éste en verdad lo quería, pero en su vida no lo necesitaba.

Solo le causaba más daño.


A tan sólo minutos de despegar, sentado y con una gran melancolía que invadía todo su ser, tomó su celular y auricular, colocó el modo avión y después una música tranquila; relajarse, desprenderse del mundo y no pensar, era exactamente lo que requería en ese instante.


Colocó en una de sus orejas el adaptador y justo antes de hacer lo mismo con la otra, escuchó su nombre ser mencionada por el comunicador.

Observó al frente, todos prestaban atención al extraño suceso.


__ Pasajero Park Jimin, se lo solicita bajo el avión. __ ¿qué? ¿por qué? No entendía lo que pasaba, ¿debía bajar?, comenzó a asustarse. Miró a su alrededor, luego por la ventana y allí lo vio, un Yoongi en miniaturas lo observaba, no podía distinguir claramente sus emociones; pero definitivamente no estaba bien.


Estaba perplejo, sus ojos lo escrutaban, más no pudo moverse de su lugar por las miles de preguntas que llegaron a su cabeza.


Con lo poco que lograba distinguir, pudo notar cómo el pelinegro arrebataba el comunicador de las manos de la señorita que anteriormente lo había llamado y comenzó a hablar atreves de ella...


__¡Jimin!, ¡jimin-ah, ¡park Jimin no te atrevas a irte! Por favor, no te vayas__ Esos gritos desgarradores terminaron por erizarle la piel, ¿estaba él imaginando todo esto?, ¿tanto deseaba que Yoongi volviera a él? pero, si era una imaginación ¿por qué sentía que era real? Todos en el aeronave estaban presenciando la escena. Tragó saliva, ¿qué debía hacer? No podía creer lo que sucedía.


__Por favor, baja Jimin; habla conmigo__ La agitada e irregular respiración de Yoongi se escuchaba perfectamente, ardió de dolor en su interior, todo daba vueltas en su cabeza, debía irse, alejarse de él, ¿por qué estaba aquí? Interrumpiendo sus planes, haciéndole más difícil las cosas.


__Jimin...¡Te amo!__ ante tan inesperada declaración, las piernas de Jimin flaquearon, cayendo dolorosamente contra el suelo del avión, más no le importó.

Esto sin dudas era parte de su imaginación, ni en sus más anhelados sueños pasaba algo así; ¿yoongi lo amaba?


__No...__ negó, era simplemente absurdo. Rogó porque alguien lo despertara de aquella ensoñación.


__Parece que tu eres Jimin ¿necesitas ayuda?__ Una linda jovencita lo tomó del brazo y ayudó a levantar del suelo.


__¿E-Esto está pasando realmente?__ Era estúpido, pero debía confirmarlo.


__Deberías ir__ Ella le dedicó una dulce y alentadora sonrisa. Respiró hondo y soltó todo el aire que retenía.


¿Debería?, ¿y si resultaba ser una broma de Yoongi?


__¡Vete ya!__ Ella lo empujó suavemente, la miró una vez más y comenzó a bajar; sin embargo, su cabeza ya había empezado a vacilar.


Debía ser fuerte, esto podría ser solo el golpe final por parte de Yoongi.

Hablando de éste, el pelinegro corrió hacia su persona y lo atrajo con efusividad a su cuerpo.


¿Qué sentimiento podría designarle a este acto?


Los latidos de su corazón trabajaban de manera irregular, completamente descontrolados. Los fuertes brazos de Yoongi rodeaban su pequeña cintura; mientras que la cabeza descansaba en el hueco entre su cuello y hombro. No podía pensar claramente, esto no tendría que estar ocurriendo y mucho menos debería de sentirse tan bien.


__ Suéltame...__ Pidió, ya con un poco más de cordura. Yoongi en respuesta lo apretó fuerte. __¿Por qué me haces esto? Me lastimas, no quiero seguir siendo tu juguete, Yoongi.__ El antedicho se separó mínimamente, tomó con ambas manos el rostro de Jimin y pudo contemplar como éste, al igual que él, se encontraba con lágrimas en los ojos.


¿En verdad lo había lastimado tanto? ¿Tan ciego y estúpido llegó a ser?

Lo alejó por tanto tiempo, y solo por un malentendido.


Nunca se perdonaría por ello.


__No eres un juego para mi, Jimin. Nunca lo fuiste ¿recuerdas el beso que me diste? hace once años exactamente__ Jimin lo miró fijo, y luego viró su rostro hacia un costado con gran aflicción. __¿Lo recuerdas?__ insistió.


__Claro que hago...__Habló sin voltear. __desde ese día todo cambió, ¿tanto odiaste ese beso? Creí que sentías lo mismo que yo, ¿por qué simplemente no me sacaste del error? Pude haberlo entendido ¿había necesidad de tratarme tan mal después de eso? Me humillaste, me despreciaste, me hiciste sentir que no valía nada, solo un peste, y si tanta repulsión te causaba ¿por qué vienes ahora a detenerme? vete y déjame rehacer mi vida__ Lo empujó y volteó nuevamente en dirección al avión. Yoongi detuvo su caminar agarrándole del brazo.


__Joven, debe abordar el avión si desea viajar, el vuelo no puede ser atrasado mucho más__ Avisó la muchacha.


__Escúchame, por favor, déjame explicarte__ Suplicó. Jimin cerró los ojos, debía dejar que suceda, darle una oportunidad para explicarse, irse sabiendo todo, sin esas dudas que lo atormentaron por años, sería lo mejor. Entonces, asintió.


__Bien__ Yoongi suspiró con alivio.


__Hablé con Jisoo, ella me explicó todo__ Jimin se extrañó, ¿explicar qué?


__No entiendo, ¿explicaciones de qué?

__Mejor dicho: me sacó de un error que yo creé, un malentendido que mantuve hasta hace apenas media hora.__ Confesó cabizbajo, arrepentido y avergonzado.


__Sigo sin entender, ¿de qué malentendido me hablas?__ Todo en su cabeza estaba patas para arriba. Yoongi se mordió el labio por los nervios y tomando aire habló.


__Te escuché hablar con Jisoo, en la mañana siguiente de lo que pasó, me escondí tras un arbusto. "Decías que algo te había dado mucho asco y pena a la vez", relacioné lo sucedido con tus palabras y creé todo este desastre, en verdad me dolió; porque efectivamente, yo sí estaba enamorado de ti, aún lo estoy. En verdad lo lamento Jiminie, siento haberte tratado de esa forma tan cruel, de hacerte la vida imposible, de lastimarte, y más que nada por causar estas lágrimas__ Se arrodilló. Jimin con los ojos bien abiertos e inmovilizado, siguió escuchando.


__Sé que no me merezco tu perdón, y mucho menos que aceptes estar a mi lado, todo lo contrario; sin embargo, no pienso dejarte ir, y si lo haces te seguiré, hasta el fin del mundo si es necesario. Te amo, Jimin, por favor, no te vayas, no me dejes.__ Tomó las temblorosas manos del menor. __Dame la oportunidad de remendar mis errores, compensaré los años que perdimos por mi estupidez...te lo ruego, solo una.


Sencillamente, todo lo que oía le parecía increíble, aunque no recordaba exactamente lo que había hablado con su mejor amiga en ese entonces, sí estaba seguro de algo, jamás sentiría asco por besar a la persona que más amaba después de su familia.


Estiró del brazo de Yoongi y logró ponerlo de pie, seguidamente se lanzó a sus brazos.


Un abrazo necesitado, con el corazón desbocado, se sentía feliz, como si ese fuera su lugar. Sin darse cuenta, ese acto había logrado mucho más de lo esperado, desde rememorar viejos tiempos, donde eran completamente felices; tal cual ese momento, hasta olvidar otras que solo dañaban y hacían sentir miserable a sus corazones.


__Nunca me vuelvas a soltar__ Con una mano en la cintura del menor y otra que acababa de posar en la suave mejilla, yoongi contestó.


__Ni en mis peores pesadillas__ Jimin sonrió y se acercó lentamente a los belfos de hyung, los nervios comenzaron a parecer y sus mejillas se acaloraron rápidamente, Yoongi ladeó los labios en una sonrisa, enternecido, lo había extrañado tanto.


Ambos, olvidándose por completo de los que yacían a su alrededor, centrados solamente en ellos dos; se fundieron en un beso con ritmo lento, suave, pero de gran significado; transmitiéndose un millón de sensaciones y sentimientos que habían mantenido guardados durante demasiado tiempo.


Todo se sentía tan bien, tan único y perfecto, que tocaba el límite de lo irreal, simplemente maravilloso, porque se trataba de ello; dos personas que a pesar de los años y los daños, supieron mantener unidos sus corazones.

13. Oktober 2020 06:40 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Das Ende

Über den Autor

Aquino Cinthia Mientras más cernanos son las personas, más cortas son las palabras.

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