El Desafío Inktober -

Fish

Aun hoy después de todos estos largos años, recuerdo con mucho cariño mis momentos en la escuela, fueron mis mejores dìas y darìa todo por volver a aquellas épocas y ser esa persona descomplicada y libre que me gustaba ser, pero como eso es completamente imposible, ahora solo me quedan los recuerdos, y juro que mi mente esta plagada de recuerdos, alunosalu nos de ellos son muy alegres y otros tantos bastante tristes para ser sinceros.

Mi vida en elpuebloel pueblo porteño fuela mejor que un niño de bajos recursos como yo, pudo haber deseado.

La escuela fue una consecion que hicieron mis padres, para que por lo menos supiera leer y escribir y no ser un completo analfabeta comolocomo lo eran ellos.

Los primeros días de escuela fueron entre otras cosas, una tortura y como no iban a serlo si, en primer lugar no tenía un uniforme bonito y que den graciasquegracias que iba con algo del uniforme, mi madre hizo lo que pudo por confeccinar unoqueuno que más o menos se pareciera; iba a la escuela sin zapatos, no es que no los tuviera, solo que no me gustaba usarlos y para completar en casa no gozabamos de agua corriente, no todos los dias, y por esa razon mi higiene personal no era la mejor.

Pero me estoy adelantando en la historia, voy a volervolver a cmenzarcomenzar desde el principio.

Me llamo Drison. ¿Que de donde saliosalió ese nombre? Eso debeisdebes de preguntárselo a mis padres, es decir, ellos están locos, así que ya te imaginarás lo que te van a responder, así que, mejor nos evitamos el mal rato.

Tengo once años, o eso creen mis progenitores, tengo el cabello del color de la arena, unos enormes ojos, según mi madre, soy alto y corro muy bien, aunque se me da mejor nadar.

El primer día de escuela, tuve que salir corriendo de la cama, porque ya se me estaba haciendo demasiado tarde y no tuve tiempo de bañarme. La noche anterior habíamos estado recogiendo el pescado y el cangrejo de mar, que son el sustento de mi familia, y los estuvimos preparando para venderlos en el mercado hoy en la mañana, entonces, ya se imaginarán el delicioso aroma con el que iba.

Llegue treinta minutos mas tarde de la asignada por los profesores, tuve que llorarle a la maestra para que me permitiera entrar en clase, ella arrugando la nariz accedió a que ingresara en su aula, y me mandomandó sentarme en la parte de atrás del salón, la más alejada de su nariz.

Justo cuando di mi primer paso en el aula de clase, los niños que estaban en la primera fila hicieron un gesto de asco impresionante y comenzaron a murmurar entre ellos.

LlegueLlegué hasta mi asiento y con la mirada gacha me quedequedé esperando a que la clase continuara, pero justo cuando la maestaribamaestra iba a brir su boca para continuar con la leccionlección, uno de los niños que estaba más cerca de mí dijo en voz alta.

—Maestra, ¿puedo cambiar de asiento?

La maestra lo miró con cara de duda y le preguntó cuál era la razón de su solicitud, el niño simplemente contestó.

—No me quiero sentar cerca de Fish.

Y eso fue lo único necesario para que a partir de ese momento, mi nombre dejara de ser Drison y me convertí en Fish.

Siempre que recuerdo ese momento una lagrima rueda por mi mejilla, no por rabia o dolor, sino que gracias a eso, aprendí a querer mucho más a mis padres. Si sacrificio, generosidad y amor hicieron el hombre que soy hoy.