aymymon Aymy Mottola

Cuando Alma termina con su novio no puede evitar maldecir todo. Desde hace un tiempo quería terminar con el, pero la razón que puso fin su relación la enojo mucho. sin darse cuenta termina llegado a las orillas del lago, pero no estás sola. Una hermosa chica de cabellos rosados estaba ahí, y a pesar de ser totalmente desconocidas, eso no evita que ambas empiecen a quejarse de la vida. "-¿También vienés a tirar piedras y quejarte de la vida?"


LGBT+ Alles öffentlich.

#lgbt #chicaxchica #loveislove #demisexual #bisexual
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En la orilla del lago

Con cada paso que daba una nueva maldición salía de sus labios, estaba tan molesta que podría salir humo de su cabeza, y lo peor era que cualquier pequeño detalle la molestaba, como.

Que el cielo este cubierto de nubes, y le impidan ver la luna.

"maldito idiota ¿Por qué no puedo dejar de pensar en tu estúpida cara?"

Hace unos minutos que termino con su novio, y a lo contrario de lo que muchos pensaban a ella no le había dolido, más bien le molesto la razón.

Jack (su ex novio) quería tener sexo, pero Alma no. Lo que al final termino en una pelea y en una pregunta que puso final a todo.

"¿de verdad me amas? ¿o solo estás conmigo por lastima?"

Pudo haber mentido, siempre había sido muy buena haciéndolo, pero ya estaba cansada de decir siempre lo mismo, y por eso decidió decirle la verdad.

"No, siempre te vi como un amigo"

Siempre que se inicia una relación es porque hay amor, o eso es lo que la mayoría cree, porque siempre puede haber otra razón. Un claro ejemplo eran ellos dos, que Jack si amaba a su amiga, pero el sentir no era mutuo, y si estaban juntos era porque Alma tenía miedo de herirlo.

Desde que la peli celeste tiene memoria fue amiga de Jack. Se habían conocido en el jardín y estuvieron juntos en todos sus años de primaria al igual que en los de secundaria, eran inseparables. Pero un día, la hermanita de su mejor amigo tubo un accidente de avión y no logro sobrevivir, desde ese día el peli negro no volvió a ser como antes.

Apenas comía.

Ya no sonreía.

No dormía en la noche, sino en la escuela, y eso causo que sus notas bajaran muchísimo.

Ya no era el mismo chico sonriente que hacia chistes todo el tiempo, y eso solo hacía que las personas de su alrededor estuvieran preocupadas por él, entre ellas estaba Alma.

La peli celeste estaba demasiado preocupada por su amigo, no sabía qué hacer y eso la desesperaba. Pero un día encontró un milagro, y eso era una página que hablaba de las ventaja de tener un perro, entre ellas estaba la de ayudar a la gente con depresión, y si sabía que Jack no tenía depresión pero si seguía de esa manera si la tendría.

Por eso al siguiente día (cuando encontró la página no era de noche, pero ya a esa hora habían cerrado las veterinarias) no dudo en ir a buscar al peli negro y buscar un perrito. La aventura fue más difícil de lo esperado, porque en algunos lugares no habían, en varios los vendían y solo en uno los adoptaban. Claro que al final lograron conseguir a una perrita súper linda, pero cuando volvían paso algo que no estaba en sus planes, o mejor dicho, Jack le hizo una pregunta que nunca pensó escuchar de su parte.

Le pidió que fueran novios.

Claro que cuando lo escucho su primera respuesta era "no" pero al final no lo dijo, porque tenía miedo que esa simple respuesta empeorara a su amigo, y por esa razón acepto convertir su amistad en una relación mucho más fuerte.

Aunque, como dice el dicho "las mentiras tienen patas cortas" y ese falso sentimiento no fue la excepción. Ella lo sabía perfectamente, ya desde un principio supo que esa "relación" no tenía un futuro, que tarde o temprano se acabaría y no podría estar molesta o triste, pero estaba molesta y no podía negarlo, porque lo sentía.

Le enojaba la forma en como Jack reacciono cuando le dijo que no quería tener relaciones.

"¿es que acaso mi "NO" daño tu orgullo? Por qué de ser ese el caso, estas más idiota de lo que pensé. Porque en más de una ocasión te explique lo que pienso sobre ese tema y lo que siento."

Estaba a punto de soltar otra maldición (esta vez en contra de una piedra que casi le causa una caída) pero una brisa fría la detuvo, estaban a principio de primavera y las noches aun no eran cálidas. Se detuvo unos segundos para acomodarse la campera, cuando se subio el cierre miro directamente al frente.

"¿Dónde estoy?"

Empezó a mirar a todos lados, en busca de algún cartel con el nombre de la calle o algo que pueda indicarle donde estaba. Al mirar a la derecha pudo ver como las luces de la calle se reflejaban en lago. Ya tenía una idea de donde estaba, podía ir fácilmente a su casa, pero el paisaje era tan lindo y la relajaba mucho

"¿Debería ir?"

Sin pensarlo mucho empezó a caminar a la escalera más cercana para bajar al río. Si ver el paisaje desde lejos la relajaba, será mayor si lo veía de cerca. Cuando termino de bajar la escalera, empezó a buscar el mejor lugar para sentarse. Al final eligió una piedra cerca de la orilla.

A los pocos minutos de estar sentada y mirando al lago (como si la respuesta para sentirse mejor estuvieran ahí) pudo ver de reojo como una chica de cabellos rosas se sentaba al lado mío. Sin darse cuenta se corrió un poco para el costado contrario de la desconocida, no es que estaba nerviosa no tenía razón para estarlo, o al menos no ahora, pero era eso no hacía que dejara de ser una desconocida.

–¿También bienes a hacer lo mismo?

No quería tener contacto visual y por eso se quedó mirando fijamente el lago, ni siquiera sabía si era buena idea hablarle. Pero de algo estaba segura, era que no podía evitar mirarla de reojo, porque su cabello rosa llamaba mucho la atención, en especial

"¿y si esta borracha? Por qué vino a hacerme una pregunta como si fuese su mejor amiga.

¿Debería seguirle el juego? ¿O debería hablarle? Creo que mejor la segunda, no quiero quedar en un silencio incómodo"

–¿hablas de nadar en el rio? Si es eso, la repuesta es un no.

Una gran carcajada salió de los labios de la desconocida, se reía como si hubiera escuchado el chiste más gracioso de su vida.

Aunque al principio Alma no entendía que era tan gracioso, hasta que se dio cuenta que su comentario no tenía nada de sentido.

"¿Qué loco se metería al lago a esta hora? El agua debe estar helada"

–No no, para empezar debe estar súper fría ¿y ya viste de qué color esta? Esta más que podrida, te metes ahí y salís con cuatro brazos, tres ojos y cinco enfermedades totalmente desconocidas por la ciencia.

Mientras hablaba y intento sentirle el aliento. Para su buena suerte no olía a alcohol, lo que agradecía mucho, porque sería raro tener una conversación con alguien que no está muy consciente de lo que dice y hace.

–Tienes razón.

"¿Esto es un milagro? Por primera vez estoy logrando tener una conversación con un extraño, eso significa que...

¡Mis habilidades para socializar están mejorando!"

–¿También bienes a tirar piedras y quejarte? Esa era la pregunta que quería hacerte, pero estoy muy distraída y solo dije la mitad.

Ahora la pregunta tenía mucho más sentido, pero igual se sorprendió. No esperaba que digiera algo así.

–bueno no lo había pensado, pero–agarro una pequeña piedra y la tiro al agua–no es una mala idea.

–¡lo sé! Lo hago todas las noches. Entonces ¿quieres empezar tú?

Cuando dijo eso no pudo evitar dejar de mirar el agua y mirarla a ella. Realmente no esperaba esa pregunta, además ¿Cómo hablaría de sus problemas en forma de queja con alguien que apenas conocía y ni siquiera sabía su nombre? Estaba a punto de preguntárselo, pero cuando vio sus ojos quedó más que sorprendida.

Eran hermosos.

De un color negro muy raro. Porque si mirabas detalladamente podías ver un brillo, pero también eran como un profundo vacío, uno en el que te podías perder con gran facilidad.

–¿yo? Es raro, porque eres una desconocida y si te cuento lo que me molesta, te estaría contando un gran secreto ¿realmente puedo confiar en ti? No es por ser mala, pero apenas te conozco y ni siquiera se tu nombre.

No quería ser descortés, pero era la verdad ¿Por qué le contaría algo que ni siquiera se lo dijo a sus amigas?

–tienes razón, pero si lo ves desde mis perspectiva de vista–sus ojos miraban fijamente el lago, además hablaba con total seguridad–tu también eres una desconocida ¿debería confiar en ti? Podrías decir mis secretos a todo el mundo, pero ¿exactamente a quién? Justamente como somos desconocidas no importa lo que hagamos con el secreto de la otra, porque lo más seguro es que nunca lo sepamos. Además, igual gritare mis quejas por que ya es como una rutina de todos los días, solo que–encogió sus dos hombros, no estaba muy segura de lo que decía–seria incomodo si lo hago yo sola.

"creo que tiene sentido, si estuviese en su lugar yo también me sentiría incomoda, además...

¡Estoy tan molesta! Aunque ver el paisaje me relaje, eso no quita que quiera sacar mi enojo ¿y qué mejor forma que hablando?

También podría escribirlo en mi diario, pero ya se acabaron las hojas. Hay mi pobre pobre diario, por primera vez iba escribir mal de otra persona que no fuese mi familia"

Normalmente pasaba horas escribiendo en su diario, como no podía ir a una psicóloga (eran demasiado caras y a su familia no le sobraba el dinero) esa era su única forma de desahogarse. La gran mayoría de hojas están llenas de frases, todas dirigidas a su familia cercana (su madre, su tía y su hermano mayor) ninguna era buena, más bien describían los dolida que estaba por no poder ser aceptada.

Gran parte de su familia era homofóbica, y ella al ser parte de la comunidad LGBT se sentía muy mal, en espacial cuando decían sus opiniones del tema y de una forma nada amable.

–me convenciste ¿puedo empezar yo? Digamos que tengo un par de cosas que prefiero no guardarme.

–claro, yo soy toda oídos.

Apenas le dijo eso, empezó a contarle sobre su relación con su ex novio. La razón porque lo acepto, porque no habían terminado antes, como es que llego ahí (en un momento tenía que doblar para la izquierda, pero sin darse cuenta siguió derecho) y porque se quedó. No le conto mucho de cómo era su relación de amigos, o como sucedió el accidente de avión. Tampoco le conto sobre sus otros problemas (la mayoría era por el rechazo de su familia, y los otros eran problemas que tenía en el trabajo) porque no terminaría más.

–entonces ¿eres asexual o algo parecido, o la idea de tener sexo con alguien que solo considerabas amigo te desagrada?

Una vez más se sorprendió por la pregunta. Esperaba algún comentario como.

"si era tu amigo debiste decirle la verdad"

"los amigos no se mienten, se dicen la verdad sin importar que tan dura sea"

Pero nada que ver, y cierta forma le agradaba mucho, porque había dicho "asexual" de una forma tan pero tan normal, que admiraba mucho. Por esa forma que lo dijo es que le daba el suficiente valor para explicarle lo que sentía del tema, además ¿si no la había juzgado antes, porque lo aria ahora?

–bueno, no soy asexual, pero es algo parecido–sin darse cuenta empezó a mover su mano en forma de círculo, lo hacía siempre que quería hablar de algo y no estaba muy segura de cómo hacerlo–es decir si siento atracción sexual pero solo cuando estoy muy pero muy enamorada de esa persona, de lo contrario no. Creo que eso se llama demisexual, pero no estoy muy segura, nunca me puse a buscar mucha información del tema.

–ya veo, en ese caso–estiro su mano en forma de saludo–es un gusto conocer a mas personas con el arcoíris en su interior.

"¿arcoíris? ¿Acaso habla de la comunidad LGBT? Seguramente.

Pero eso significa que también forma parte de la comunidad ¿Qué letra será? Seguramente si se lo pregunte me lo responda con mucho orgullo."

Con mucha duda le dio un apretón de mano. Cuando lo hizo pudo ver que tenía una pulsera de hilo con los colores del arcoíris, podía distinguir los colores

–entoncesssss–alargo la S lo más que pudo. Le daba vergüenza preguntárselo, mejor le aria otra pregunta–¿vienes todas las noches a quejarte de qué?

–la universidad, los trabajos larguísimos que nos mandan los profesores, los profesores en general, algunos compañeros que se creen prodigios y no saben casi nada, además que a veces hacen fiestas y casi nunca ordenan–mientras hablaba enumeraba con los dedos–y después de quejarme hago los trabajos-señalo con su pulgar la mochila que tenía en su espalda-lo que termina en más quejas. Ahora que lo pienso, no es tan interesante.

–yo creo que sí. Además, debe ser genial ir a una universidad, yo en cambio no tengo ni idea de lo que quiero hacer.

–eso se resuelve fácilmente, porque hay varias páginas muy serias en donde tienen test vocacionales.

–no es una mala idea.

Eso último lo dijo más para sí misma.

–¿sabes? Estoy disfrutando mucho este momento y me gustaría quedarme más tiempo, pero un profe no nos deja de joder con la fecha de entrega de un trabajo y si no vuelo a mi casa no podré hacerlo. Pensaba hacerlo acá, pero me olvide mi pendrive, y si o si lo necesito.

Ninguna de las dos quería irse, realmente la estaba pasando muy bien. Incluso siendo desconocidas que no saben el nombre de la otra

–no importa–no estaba muy segura de sus palabras, y se reflejaba perfectamente en su tono de vos–¿mañana vienes?

Ahora era la peli rosa la sorprendida.

–vengo todas las noches–se quedó unos segundos callada, intentando recordar mentalmente su agenda–excepto los viernes, ese día es sagrado, porque hay una oferta de cerveza artesanal y papas con chédar en el bar de charlé.

–en ese caso–le dio una pequeña pero sincera sonrisa-te veo mañana.

No era una pregunta, era una afirmación.

–no lo dudes.

Ambas se pararon y empezaron a caminar rumbo a las escaleras. En el camino tuvieron una conversación muy profunda sobre las papas fritas, y si quedan mejor con queso chédar o con guacamole. Cuando llegaron a la calle cada una fue por caminos separados, o eso querían hacer, porque apenas dieron unos pasos se dieron cuenta que estaban agarradas de la mano.

Cuando se dieron ese apretón de mano, nunca las separaron.

–emmm chau.

Ambas estaban incomodas, no sabían que decir y ninguna de las dos se quería separar. Alma no quería llegar a su casa, su madre amaba a Jack y se enojaría mucho cuando le digiera que terminaron (había intentado no pensar en eso, pero ahora le era imposible no hacerlo) y la peli rosa no quería hacer el trabajo, ya estaba harta de hacer tantos trabajos.

–Dalila, me llamo Dalila.

–y yo Alma, ya no somos tan desconocidas ¿verdad?

–no ya no

Después de despedirse (otra vez) cada quien fue a su casa. Emocionadas por encontrarse de nuevo.

....

"Sin duda Dina es una chica muy rara, más bien nuestra relación es rara.

A veces parecemos mejores amigas.

Otras veces hermanas (si ella me da un consejo yo soy la hermana menor, y viceversa)

Otras parecemos novias (lo que realmente somos)

Y otras veces, una pareja de recién casados.

O madre e hija.

Pero no me molesta, al contrario, creo que es una de las muchas cosas buenas que tenemos, y eso me encanta.

Porque soy tan feliz junto con ella. Porque esa peli rosa fue quien me demostró que estaba muy equivocada, porque siempre creí que una relación en pareja podría durar máximo un año, pero ella me demostró lo contrario.

Ya llevamos cuatro años juntas y mi amor por ella no deja de crecer. Y en todo este tiempo, pensé seriamente en el día que nos conocimos, y en lo raro que fue, porque JUSTO ese día me senté en su lugar favorito ¿casualidad? Me gusta llamarlo destino, así que...

¡Gracias destino por dejar conocer a esta hermosa chica! ¡Que le importa más los sentimientos que tener relaciones. Porque si, hasta que la ame de verdad verdad, y hasta que me sentí cómoda para hacerlo, pasaron meses!

De hecho, antes de conocerla, yo creía que MIS relaciones amorosas no durarían por ser demisexual, pero ahora me doy cuenta de lo equivocada que estaba...

Y por primera vez, me gusto no tener la razón"

FIN.

15. Juli 2020 23:25 2 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Das Ende

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Elizabeth Vázquez Elizabeth Vázquez
Que lindo. Me encantó.
July 16, 2020, 17:41

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