crazylucho Luis Manuel

John es un soldado entrenado por el gobierno para formar parte de la primera misión intergaláctica realizada por la raza humana en busca de los seres que invadieron su planeta años atrás. En su viaje encontrará grandes aventuras y se desencadenarán grandes misterios. ¿Podrán John y su tripulación encontrar a sus enemigos? Intergalaxia relata la historia de una tripulación mixta y sus aventuras a lo largo del universo. Conocidos como los intergalácticos se hacen hueco en las historias a lo largo del espacio, obteniendo una fama monumental, pero también disímiles enemigos. No te pierdas la saga de estos aventureros galácticos


Science Fiction Nicht für Kinder unter 13 Jahren.

#ciencia #ficción #espacio #galaxia #naves #planetas #humanos #fionianos #bioch
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Im Fortschritt - Neues Kapitel Jeden Mittwoch
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Capítulo 1

Me llamo John, John Nilton. Realmente poco recuerdo de mi vida en la Tierra. Mi existencia se ha adaptado a la adversidad del universo. Mi familia es solo un vago recuerdo en mi mente. Ha pasado mucho tiempo, o poco, realmente es difícil saberlo, la realidad en la que vivo distorsiona la percepción del tiempo. Cuánta razón tenía Albert Einstein al decir que todo es relativo. Les cuento mi historia. ¿Por dónde empiezo?

Todo comenzó aquella mañana de abril del 2050. La misión Chercher se iniciaba ese día, y yo formaba parte de ella. Estaba encaminada a investigar las galaxias vecinas al sistema solar en busca de aquellos seres que alguna vez invadieron nuestro mundo. En el 2037 nuestro planeta se vio envuelto en un Armagedón, cuando unas criaturas humanoides que se hacían llamar Fionianos descendieron de los cielos a conquistar nuestro mundo. Provenían del planeta Fion, lo que los humanos conocíamos como KOI-4878.01, descubierto en 2014, siendo un planeta muy similar al nuestro el cual se encuentra a 1075 años luz de nosotros. Nunca hemos podido saber cuál es el aspecto de estos seres, pues siempre están cubiertos por una armadura que se apega de una forma muy peculiar a sus cuerpos y una vez que el huésped de la armadura fallece, esta se autodestruye con el ser en su interior. Realmente es una forma muy sensata de evitar que otras razas estudien su organismo y encuentren sus debilidades. El dominio de los Fionianos sobre la Tierra duró 3 años, obligando a los humanos a trabajar para ellos mientras construían una especie de base en la que instalarse. La rebeldía humana era azotada constantemente por las fuerzas superiores en tecnología de los invasores, pero todo cambió en el 2040, cuando un Fioniano traicionó a los de su raza por una causa justa, salvar nuestro planeta. Este nos brindó todo tipo de información sobre su tecnología, sobre sus planes en la Tierra, sobre como evadir la seguridad fioniana. La única información que no nos brindó fue sobre su raza en sí, supongo que para protegerse a él mismo, era su boleto de vida. Nich, como se llamaba, murió honradamente en el campo de batalla contra los de su propia raza, un desertor por un bien mayor. Una estatua de 45 metros en su honor se encuentra donde antiguamente se encontraba la famosa Estatua de la Libertad, la cual fue destruida por los Fionianos en su llegada a la Tierra. Los humanos logramos destruir el núcleo de su nave nodriza y eliminar todos los generadores que hacían funcionar la no terminada aún, base terrestre que poseían. De esta forma los Fionianos fueron derrotados por la humanidad. En los próximos 10 años nos dedicamos a estudiar su tecnología, combinarla con la humana e intentar encontrar la manera de llegar a ellos de la misma forma que lo hicieron en su momento ellos a nosotros. Según la información revelada por Nich, los planes de los Fionianos era conquistar planetas al azar, como toda raza, pero la diferencia era que ellos no necesitaban evacuar su hogar como las otras, la cual era la razón de invadir mundos, sino que los Fionianos lo hacían por negocios. Muchas razas civilizadas agotan los recursos de sus planetas, pero no poseen la tecnología para invadir otro, por lo que realizan tratos con Fion quienes le aportan alguno de los planetas que ellos invaden a cambio de algo preciado que puedan aportarles dichas razas. Si el planeta que invaden posee alguna raza que pueda ser colonizada el precio del planeta se eleva, pues posee una “mano de trabajo” que puede ayudar a levantar los nuevos imperios.

Esa mañana de abril, cuando me embarcaba en mi futuro viaje, vi por última vez a mi pequeño hijo, sus ojos verdes como la esperanza me miraban con una mezcla de tristeza y felicidad, viéndome desde el hangar donde lo dejé junto a su madre. Mi pequeño Tommy, de tan solo 5 añitos, vería a su padre partir en un viaje desconocido y peligroso del cual no sabría si regresaría algún día. Una lágrima corría por mi mejilla, la cual sequé con rapidez, no quería que lo último que viera de su padre es al mismo llorando. Cerré los ojos y decidí girarme para finalmente ingresar a la nave. Una reunión en el centro de mando liderada por el capitán Flint nos orientó de cómo sería todo el proceso del viaje y cuales serían nuestras habitaciones. En estas al entrar podíamos notar un familiar aroma a selva, proveniente de un conducto de ventilación que se localizaba en el techo, supongo que tenía como objetivo hacernos sentir a gusto. La habitación era compartida, lo cual se podía comprobar por la existencia en la misma de otra cama. Una ventanilla circular pequeña permitía observar como en el exterior todos trabajaban para hacer del despegue de la nave todo un éxito. Un sonido fuerte de alarma comenzaba a sonar a la par de que una luz roja parpadeaba en todo el hangar, lo que nos permitía saber que las compuertas localizadas en el techo del lugar comenzaban a abrirse.

-Todos a sus puestos, el despegue iniciará en 30 segundos –Se escuchaba la voz del capitán a través del telecomunicador

La tripulación de la nave era de aproximadamente 200 tripulantes y todos se encontraban en el centro de mando ajustándose a sus asientos para estar listos para el vuelo, realmente aquel lugar era inmenso.

-5……4……3…….2……..1……..DESPEGANDO –La nave comenzó a temblar y un fuerte ruido nos hizo saber que iniciábamos el ascenso.

Cada vez nos alejábamos más del suelo y aquel lugar temblaba inefablemente. Decidí cerrar los ojos y esperar a que todo aquello terminara. Realmente no soy una persona cobarde, de hecho fui entrenado para lo contrario, pero en la práctica, nunca te imaginas como sería salir de tu planeta en una nave gigantesca sabiendo que es la primera vez que se hace, te sientes como una maldita rata de laboratorio.

De repente todo se calmó, sabía que había acabado. Abrí los ojos y ante nosotros se podía apreciar en la gran ventanilla del centro de mando las hermosas estrellas deslumbrantes en el vacío negro que representaba el espacio. Se veía tan tranquilo y vivo a la vez, tan pacífico y peligroso. Lo habíamos logrado, el despegue había sido un éxito. Comenzamos a gritar de alegría. No tengo palabras para describir el estado de éxtasis en el que entramos.

-Hemos logrado el primer paso compañeros –Comenzó a decir el capitán. –Pero ahora queda el verdadero reto, llegar al hogar de aquellas bestias que osaron una vez retar a la humanidad y destruirlos en su propio campo. ¡Por la humanidad! –Gritó mientras elevaba el puño con fuerza.

-¡Por la humanidad! –Gritamos todos a la vez imitando el gesto.

El capitán Flint le dirigió una señal a los trabajadores de los controles de la nave para que activaran el SHC, llamado así por sus siglas en inglés: Space Hole Creator. El SHC forma parte de la avanzadísima y casi inentendible tecnología fioniana. Consiste en una especie de laser capaz de crear un agujero negro estable en el espacio el cual al ser atravesado te lleva al lugar de las coordenadas previamente instaladas en el ordenador.

Dos láseres inmensos fueron disparados desde ambos lados de la nave los cuales al confluir provocaron una brecha en el espacio. Era increíble apreciar aquello, el vacío ante nosotros se resquebrajaba como si de una pared recibiendo golpes de una demoledora se tratase. Al instante esta brecha se terminó por abrir formando un agujero el cual se hizo cada vez más grande. La nave rápidamente fue absorbida por aquel espacio nuevo creado ante nosotros y luego todo fue como sacado de un filme de ciencia ficción.

Primeramente los puntos blancos en el vacío negro que representaban a las estrellas, bueno, pues se volvieron rayas, dado que la velocidad que alcanzamos era tanta que no daba tiempo a observarlas establemente. Pero esto duró solo unos segundos, pues luego todo se tornó verde con la variación de matices violáceos y azulados. Estábamos dentro de un agujero de gusano, lo cual nos permitía viajar a través del espacio-tiempo. En menos de un minuto habíamos salido de aquello y la nave frenó en seco. Habíamos llegado a la galaxia que queríamos. Rápidamente tomamos rumbo a Fion, no escatimaríamos en tiempo, queríamos vengarnos de esos malditos monstruos lo antes posible. La nave aceleró nuevamente pero esta vez sin necesidad de ningún portal o agujero. Estábamos súper emocionados y ansiosos por llegar. Pero aquellas sensaciones acabarían pronto, ya que una explosión proveniente de la parte trasera de la nave produjo la desestabilización de la misma. Caí al suelo por el impacto. Comenzamos a desplazarnos de una forma indebida, como si algo nos estuviera jalando, y sí, así mismo era. Nos habíamos aproximado demasiado a un planeta debido a la explosión y estábamos siendo arrastrados por su gravedad. Luego de aquello no recuerdo mucho, porque la nave comenzó a incendiarse a medida que descendíamos y el calor consumía rápidamente el oxígeno disponible lo cual me hizo caer inconsciente.

10. Juni 2020 04:28 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
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