Redonda y brillante quiso abrazar al caluroso sol, no eran compatibles la una salía en la noche la otra en la mañana pero se amaban a más no poder. Cada día la luna saludaba al Señor sol pero siempre han querido unirse y saludarse de frente por unos minutos, pasaban días, meses, y años y ambos se extrañaban. Por las mañanas Don Sol iluminaba y cuando se acordaba de Doña Luna se apagaba su iluminación y las nubes lo consolaban, él contándole sus penas y las blancas nubes escuchando con atención.

En medio de la noche soñé contigo mientras la luna iba desvaneciéndose con el paso del tiempo, visualizando tu hermosa figura y sintiendo el mayor de los placeres que el amor suele conceder frecuentemente. Y una vez que la luna cayó presa del eclipse, un color rojizo se vio desde la aureola como la de aquel grato sentimiento que me une a ti y cuyo color no hace otra cosa más que dar a mi alma enorme felicidad. Para cuando la luna volvió a aparecer, aquel recuerdo sublime se quedó para siempre.

Hoy pienso en mí, en los aciertos y en las equivocaciones, en las lágrimas y en las carcajadas, en las cicatrices que marcan mi piel y aquellas tatuadas en el corazón. Pienso en el hoy, en lo logrado, en lo cumplido, en lo que me falta por hacer, en lo que sueño crear. Y es tan mágico, como el eclipse, lleno de dualidad. El bien y el mal somos uno. Soy luz y soy oscuridad. Soy magia. Soy energía. Soy amor, bondad y rebeldía. Soy. Y pienso en aquello que seré, en el mañana, un nuevo eclipse.

Hoy pienso en mí, en los aciertos y en las equivocaciones, en las lágrimas y en las carcajadas, en las cicatrices que marcan mi piel y aquellas tatuadas en el corazón. Pienso en el hoy, en lo logrado, en lo cumplido, en lo que me falta por hacer, en lo que sueño crear. Y es tan mágico, como el eclipse, lleno de dualidad. El bien y el mal somos uno. Soy luz y soy oscuridad. Soy magia. Soy energía. Soy amor, bondad y rebeldía. Soy. Y pienso en aquello que seré, en el mañana, un nuevo eclipse.

La humanidad se une por un fenómeno natural. Pareciera que por breves minutos nada importa más que mirar arriba. La gente se emociona a tal punto de llorar... ¿Cuál es el motivo?, ¿por la visión surrealista del cielo? O acaso... ¿será porque todos se detienen para contemplar lo que hay en sus vidas? La forma de vida humana pareciera que siempre debe tener un propósito. "Despierta para ser mejor cada día, toma la mejor bebida para ser más fuerte" entre otros.

Hoy pienso en mí, en los aciertos y en las equivocaciones, en las lágrimas y en las carcajadas, en las cicatrices que marcan mi piel y aquellas tatuadas en el corazón. Pienso en el hoy, en lo logrado, en lo cumplido, en lo que me falta por hacer, en lo que sueño crear. Y es tan mágico, como el eclipse, lleno de dualidad. El bien y el mal somos uno. Soy luz y soy oscuridad. Soy magia. Soy energía. Soy amor, bondad y rebeldía. Soy. Y pienso en aquello que seré, en el mañana, un nuevo eclipse.

Hoy pienso en mí, en los aciertos y en las equivocaciones, en las lágrimas y en las carcajadas, en las cicatrices que marcan mi piel y aquellas tatuadas en el corazón. Pienso en el hoy, en lo logrado, en lo cumplido, en lo que me falta por hacer, en lo que sueño crear. Y es tan mágico, como el eclipse, lleno de dualidad. El bien y el mal somos uno. Soy luz y soy oscuridad. Soy magia. Soy energía. Soy amor, bondad y rebeldía. Soy. Y pienso en aquello que seré, en el mañana, un nuevo eclipse.

Se suspendieron las clases, las televisoras cancelaron sus programas para cubrir el evento. Familias reunidas, niños ilusionados, adultos emocionados, científicos y las personas de otros lugares viendolo por televisión. La hora llegó, los gritos y lágrimas de emoción recorieron el lugar, y al igual que las antiguas civilizaciones se demostró que a pesar de los grandes avances, el humano sigue siendo pequeño a comparación del infinito universo.

Hace mucho siglos, al inicio de los tiempos, existían dos seres. Dos seres enamorados que existían cada uno por el bienestar del otro. Y así fue hasta que se creo la Tierra. El joven planeta ocupó a Luna como su satélite natural y lo separó de Sol. Desde ese instante y hasta ahora Sol y Luna solo se encuentran en momentos fortuitos en los que hay un eclipse. Y así, aunque solo pueden verse unos instantes cada cierto tiempo, saben que estarán siempre ahí el uno para la otra.

Las blancas nubes se despidieron de Don sol, llegó el atardecer, la Luna y él Sol se vieron, rozaron miradas pero doña Luna observó la tristeza del Sol. Por la noche la Luna pidió un deseo a una amiga estrella fugaz y de tanto llorar, a esta se le conmovió el corazón . Al siguiente anochecer hubo un hermoso paisaje, el deseo de la Luna se cumplió y por primera vez la Luna y el Sol se vieron, chocaron su mirada y sus corazones se unieron, logrando un hermoso ECLIPSE, amandose por primera vez.

El pequeño árbol del prado se mecía al viento, en el cielo la luna se alzaba y se oculta en un eclipse completo de luna. A la tenue luz de las pocas estrellas de esa noche, una figura misteriosa se refugia en el árbol. Y profiere gritos y gemidos, y luego de un rato, aquel ser corta con sus dientes el cordón umbilical del nuevo ser. La criatura llamada Nona, dio a luz a Umbra, justo en un eclipse de Luna, como esta escrito en el Necronomicón...