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Señales

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CELOS DE PAREJA

Desearía no haber permitido que esta historia terminara así…

Soy Karla una chica que pensaba que los celos de mi novio eran provocados por mí, por mi manera de ser, si yo hacía lo que él decía, el cambiaría.

Conocí a José en la preparatoria, yo cursaba el cuarto semestre y él estaba en sexto. Era una escuela muy pequeña, casi todos los que allí estudiábamos nos conocíamos. A pesar de conocerlo desde que entre a primero, no me atrevía a hablarle, pues el cómo capitán del equipo de futbol tenía muchas amigas bonitas, y yo, bueno no creía que fuera de su tipo.

Un día en una fiesta de bienvenida, José se me acerco y me pregunto mi nombre, yo no sabía que decir, los nervios me comían por dentro. Creo que logre contestarle y entre la charla intercambiamos números de teléfono. Habían pasado dos años de que solo lo veía cuando jugaba y soñaba con que un día me volteara a ver, y ahora aquí estaba, hablándome.

El tiempo paso rápido y la fiesta estaba por terminar. Él se ofreció a llevarme a casa y yo acepte, que podría pasar. Me sentí muy cómoda con él, fue muy respetuoso y además me gustaba. Incluso esa noche no dormí de la emoción. Al día siguiente me llamo y quedamos para tomar un café. Paso a mi casa por mí y al verme atravesar el jardín me saludo con una gran sonrisa. Pero había algo que no me gusto, aun así, yo estaba muy contenta y dispuesta a disfrutar el momento.

Después de unas semanas de salidas esporádicas, me pidió ser su novia, y yo encantada le dije que sí. Mi sueño hecho realidad. Pero mi sueño se derrumbaría pronto. El empezó a cambiar conmigo, ya no era el muchacho cariñoso ni respetuoso que yo empecé a tratar. Comenzó sugiriéndome cambiar de amigas, decía que ellas me mal aconsejaban, que me envidiaban y que no querían que él y yo estuviéramos juntos. Así que me aleje de mis amigas. Después fue mi manera de vestir, sugirió que me veía mejor con ropa menos ajustada, decía que eran consejos de alguien que, si me quería, ósea él. Después yo ya no podía salir sola, si tenía que hacer algo lo tenía que esperar para que me acompañara, sugería que era por mi seguridad, que afuera había mucha gente mal intencionada.

Y así me empezó cada vez más a controlar mi vida, pero como yo lo quería, justificaba sus “sugerencias”. Un día se quedó con mi celular y fue un problema de semanas. Por nada justificado. Pero era mi novio, él quería lo mejor para mí. Siempre me sentí vigilada y yo creía que me protegía.

El salió de la preparatoria y yo pase a quinto semestre. Todo empeoro, ahora el ya no estaba tanto tiempo conmigo y los interrogatorios cuando nos veíamos eran muy extensos. No vi las señales a tiempo. Ahora entiendo lo que sucedió el primer día que salimos, yo me puse un vestido con un largo arriba de la rodilla y cuando el me vio, su sonrisa no era de felicidad por salir conmigo, si no fue una pequeña advertencia, me tomo del brazo y me dijo que si no me quería cambiar de ropa, que aún estaba a tiempo, mi repuesta fue no, y eso me incomodo pero no lo tome en cuenta.

A pesar de ya no estar tan a gusto con la relación, no me atrevía a terminarla. Varias veces José me dejo en claro que no me dejaría en paz, que si no era para él no era para nadie. Reverenda tontería.

En mi graduación mi mamá asistió con su novio quien me saludo de beso, pero José hizo un gran espectáculo por eso. Y seguí justificándolo, diciendo que no debí hacer esto o el otro, que no me debía vestir de cierta manera si no quería que se molestara y así hasta que un día me encontró platicando con mi vecino y me golpeo. Mi mama salió enseguida y pidió ayuda. Ahora estoy aquí declarando en contra de él; con dos fracturas y varios hematomas en el cuerpo.

No tenía que terminar así, el en la cárcel y yo hospitalizada, todo por no ver las señales y justificar sus acciones. Ahora entiendo que no te celan porque te quieren, te celan para controlarte y que es una enfermedad.

Autor Lizeht Lira.

23. April 2021 23:32 0 Bericht Einbetten 0
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